Opinión |Lo pagará caro, muy caro

CABEZA DE TURCO

Es que no puedo con eso, lo tengo en la cabeza siempre, no lo puedo evitar, solo pienso a toda hora en este menester, es más, mi pensamiento perfecto es solo lo que soy, no creo en mi existencia sin mis elucubraciones, ni siquiera tengo pruebas de que existo, pero esto que estoy pensando, es lo que soy, entonces existo igual con mi obsesión por decir lo que se me antoja expresar, por saber que poseo la razón, es que me pertenece, soy la verdad, ¿cómo no lo entienden todos? Deben estar locos, imbéciles, mendrugos y mequetrefes que andan por la vida robando oxígeno sin reconocer mi gallardía y talento, ya se tendrán que romper el alma delante de mi mente perfecta, ya advertirán que son renacuajos embalsamados en medio de un sórdido almacén de un pueblo de hortensias, solo el tiempo ubica la fuerza de mi exquisitez cerebral, no comprenden jamás que sin mí no son nada, que solo ante mí pueden entender lo humano y advertir lo diminutos que son, seres miserables y rotos, por eso vine a este lugar infecto, para iluminarlos, para dotarlos del sentido que no tendrían jamás sin haberme conocido, deberían agradecerme que soy la casualidad que le suministré color a sus pálidas existencias, ¿y qué hacen estos somorgujos inmisericordes? Pues quejarse, bramar, aullar y participar en todas las procesiones que ameriten molestar, solo eso hacen bien, juntarse como ratas y recorrer caminos lloriqueando y pretendiendo que les regalen alguna inmundicia, pues no, no habrá nada, menos obsequios, solo advertir su osamenta en su conjunto me genera desprecio y me ratifica en mi postura sólida, absoluta, perfecta, distante y rocosa, es que eso soy, es claro que no soy perfecta pero estoy llegando a serlo, y seguramente lo seré, y cuando alcance esa cima no habrá nada para nadie porque tendrán que admirar mi estado de esplendor y mi magnitud fluorescente, solo lo podrán hacer sin mirarme a los ojos en forma directa como a una reina, tendrán que inclinarse ante mí y eso los ubicara en su insignificante lugar en el cosmos, advirtiendo así lo que represento, lo que soy y la potencia de mi ser, y es claro que no me vengaré de nadie, o quizás sí, veremos, lo analizaré en su oportunidad, será cuestión de verles los rostros, de escudriñar sus temores, de olfatearlos y de acicatear a los que lo merezcan, sí de correctivos hablo ¿o no es violencia privar de libertad? Vamos que ellos mismos lo hacen entre los propios humanos, que lo haga yo recatadamente no veo motivo para que se asusten de mi poderío, soy entonces eso que todo lo puede, lo que se quiere lo soy y lo que se aspira también lo soy, estoy hecha de amianto, de oro y de plata, nada rico y poderoso me es ajeno, nada fuerte me es distante, soy justamente lo que todos aspiran a ser, por eso no podrán conmigo porque en mi reside esa combinación feroz de todo lo que consideran malo pero anhelan igualmente poseer, terrícolas indefensos, seres del inframundo, no entenderán jamás lo que es la “SOBERBIA”, soy “la SOBERBIA” hormiguines y siempre lo seré, por eso no soy un pecado, soy “el” magnífico pecado, el mejor, el más potente y los aplastaré uno a uno a todos los que me resulten incómodos, al ser la SOBERBIA lo puedo todo, se me permite todo, y no tengo límites, no hay límites en mi periplo, y logro contagiar a muchos seres con mi verba, y de a poco me voy apoderando del alma de muchos que ahora comulgan conmigo, ratoncillos roquefortianos que entienden que el mundo sin mí es un mundo microscópico, solo los soberbios merecemos el podio, por eso pisamos, mentimos y nos apoderamos de la verdad y la falsedad, da igual, solo es nuestra palabra la que vale, no la de nadie, solo la nuestra, las demás son estiércol, por eso soy lo absoluto y asfixio con mi dogma, no hay lugar para otros, o conmigo o contra mí, es así de simple y así de hermosamente epifánico y quien no lo entienda que se someta a las consecuencias. Lo pagará caro, muy caro. (Cae el telón, se siente risa estruendosa).