La argentina que convirtió a Shakira en un dibujo animado sueña con trabajar con el Cuarteto de Nos

Con 24 años, Julia Conde es una reconocida directora audiovisual especializada en animación y efectos visuales que ha trabajado para varios artistas de la escena del trap, entre ellos su gran amigo Bizarrap.

Julia Conde
Julia Conde en su estudio.
Foto: Julia Conde.

Por Analía Filosi

Atención Cuarteto de Nos. Julia Conde es muy admiradora de la banda y le encantaría trabajar con ustedes alguna vez. ¿Quién es Julia Conde? Bueno, en los últimos meses su “fama” se disparó porque es la autora de la animación de Music Session #53, el éxito musical de la colombiana Shakiray el argentino Bizarrap en el que la primera se despachó contra su ex, el ex futbolista Gerard Piqué.

Pero Conde no es ninguna recién llegada al mundo de la animación. Con sus jóvenes 24 años, la argentina ya es una reconocida directora audiovisual especializada en animación y efectos visuales que no solo ha trabajado para Bizarrap, sino que también se ha lucido con creaciones para artistas como Lit Killah, Trueno, Cazzu y Emilia Mernes.

La confesión de que el Cuarteto de Nos es su banda favorita se la hizo a Revista Domingo en un intercambio que se dio hace unos días, en medio de los muchos proyectos que la tienen ocupada actualmente.

Allí contó que “con ‘Biza’ llevamos varias cosas hechas juntos, trabajamos desde hace dos años”. El productor argentino fue su vecino durante mucho tiempo, fue así que nació la idea de trabajar juntos y finalmente lo concretaron en abril de 2021, cuando lanzaron el tráiler de la BZRP Music Session #39 con la mexicana Snow Tha Product.

Eso disparó que la llamaran para trabajar con varios referentes del trap, no solo de Argentina sino también de Colombia y Puerto Rico. Además se ocupó de hacer las animaciones de los conciertos del propio Bizarrap, de Cazzu y de Emilia Mernes.

“Fue muy lindo trabajar con Cazzu porque me gusta mucho su música desde que soy muy chica y aparte porque también la propuesta de lo que yo quería para su show era muy interesante desde lo técnico. Teníamos que buscar que este personaje animado se sintiera realmente presente en el show, mirando a la gente e interactuando con la artista. La verdad que estamos todos contentos con el resultado”, comentó.

También habló de los visuales que realizó para el show de Mernes en el reciente y siempre exigente Festival de Viña del Mar.

“Yo trabajo con ella desde el año pasado y tenemos todo un show y un concepto armado. Como lo llevó a Viña del Mar hicimos algunas modificaciones y realmente fue increíble ver toda la propuesta que armamos en ese festival”, señaló.

Del polémico videoclip de Shakira contó que toda la animación le llevó alrededor de una semana. “El proceso consiste en rotoscopiar algunas tomas y luego animarlas en stop motion. Se buscó lograr una estética particular, retro, por eso lo hicimos de esa manera”, explicó sobre el segmento de la Music Session #53 en el que la colombiana se transforma en dibujo animado.

Vale aclarar que la rotoscopia es una técnica de animación que consiste en grabar una imagen en movimiento —Shakira en este caso— y luego dibujar sobre ella fotograma por fotograma para crear un efecto de animación. Es una técnica que popularizó Walt Disney con su primera película, Blancanieves y los siete enanitos (1937).

Julia Conde
Julia Conde en su estudio.
Foto: Julia Conde.

Chica nerd

Julia Conde nació en Ramos Mejía, partido de La Matanza. Contó que desde muy chiquita le gusta la animación, pero que nunca pensó que se iba a dedicar a eso. Cuando era niña se pasaba los veranos viendo dibujos animados y el dibujo la acompañó durante muchos momentos difíciles de su vida, eventos traumáticos que atravesó entre los 5 y los 8 años.

“No sé si mi historia con la animación es rara”, aclaró a Revista Domingo sobre lo dicho en alguna otra nota de prensa. “Más bien mi historia con el cine es rara porque yo no soy cinéfila. No soy ni lo fui, sino más bien me gustaba mucho la pintura, ciertos pintores y por ese lado me fui metiendo a estudiar distintas técnicas de animación, distintas historias del color, de la composición visual, historias narrativas, hice historietas. Todo eso me fue llevando a buscar formas de contar historias y no tanto el fanatismo por el cine”, señaló quien siempre había soñado con ser pintora y admiraba la obra de Xul Solar, Remedios Varo, Magritte y otros tantos pintores surrealistas.

Era de mirar muchas películas de cine, pero no fue por ese lado que la atrapó la animación. Sí recuerda que lo utilizaba para jugar con su familia.

Por ejemplo, en Los increíbles, su padre era Míster Increíble, su hermana del medio era Dash, ella era Violeta y a su hermana más chica le daban los peores personajes. Cuando jugaban a Cars le tocaba ser Sally y de Las Chicas Superpoderosas elegía a Bombón, personaje que durante mucho tiempo tuvo como foto de perfil en Twitter.

Hasta el día de hoy Julia se define como una “niña nerd”. “Es porque me considero estudiosa de las cosas que me interesan. Quizás hay un montón de cosas que no me interesan para nada del conocimiento general y no tengo idea, pero cuando algo me gusta me obsesiono bastante con estudiarlo y con conocerlo. Quizás prefiero más el conocimiento de nicho, como que siento que hay cierto poder en saber mucho sobre cosas de nicho que de conocimiento general. Pero también me defino como niña nerd simplemente porque la gente como que asocia la animación con lo nerd y me parece gracioso apropiarse de ese prejuicio”, explicó a Revista Domingo.

Cuando estaba en la escuela le encantaban las matemáticas, llegó incluso a participar de muchas olimpíadas y ganar. Por eso creyó que lo suyo iba por el lado de la ingeniería civil o de sistemas. Pero cuando estaba en el último año de Primaria, a las maestras que enseñaban arte se les ocurrió dar una clase de cine y eso se extendió todo el año. Fue así que comenzó a filmar sus trabajos con su mejor amigo Theo y, para su sorpresa, esos cortos gustaron mucho entre sus compañeros de clase, que aplaudían y se reían con ellos. Fue entonces que dijo “esto es lo que yo quiero hacer”.

Mantuvo esa decisión y en 2017 comenzó a estudiar en la Universidad del Cine con la idea de aprender a dirigir. No la atraían mucho el 2D o el 3D, prefería algo más artesanal como el stop motion y fue con esta técnica que hizo su primer corto, Espinas, que logró una gran repercusión no solo en su país sino en el mundo (ver recuadro).

Fue el último corto que hizo, por eso entre sus objetivos actuales está realizar otro. “Quiero hacer un poco más de ficción y tengo unos cortos que me gustaría hacer. Este año le quiero meter fichas a uno en particular que me tiene motivada”, anunció.

Para concretarlo debe lograr hacerse tiempo entre lo que la tiene ocupada a tiempo completo, que es dirigir proyectos audiovisuales. “En general se caracterizan por tener mucha animación y efectos visuales y también me estoy dedicando a hacer la parte conceptual y visual de las pantallas de los shows de algunos artistas”, detalló.

¿Podría ser en un futuro el Cuarteto de Nos uno de ellos? La respuesta de Julia es contundente: “Me encantaría trabajar con el Cuarteto alguna vez”.

Espinas
Espinas
Imagen de "Espinas", el primer corto de Julia Conde, hecho en la Universidad.

Su primer corto recorrió el mundo

Julia hizo su primer corto cuando estaba en primer año en la Universidad del Cine de Buenos Aires sin imaginar la repercusión que iba a tener.

Se inspiró en un viaje que hizo con su familia a Jujuy, en el que se enamoró de un lugar llamado El Hornocal, donde está el cerro de los 14 colores. Según confesó en entrevista con Télam fue “lo más lindo que vi en mi vida”.

A la vuelta quiso escribir sobre eso y el resultado fue una pequeña fábula que terminó transformándose en el guión de Espinas. Le gustó a sus compañeros y una profesora los incentivó para hacer el corto, que Julia eligió que fuera con la técnica del stop motion. Eso llevó a que demoraran mucho, pero ella lo valora porque le permitió aprender no solo de dirección sino también de producción.

Para Julia no tenía sentido hacerlo en 2D o 3D, prefería un procedimiento más artesanal.

Una vez que estuvo pronto se animó a mandarlo a festivales para ver qué pasaba. El resultado fue que lo aceptaron en festivales de todo el mundo, como Ucrania, Rusia, Alemania y muchos países de Latinoamérica, como Brasil, Chile y México.

La realizadora contó que descubrió el stop motion gracias a una caja de DVDs que compró su madre, en la que había películas que apelaban a esa técnica. Cuando le preguntan cuál es el secreto para llevarla adelante, contesta: “paciencia”.

Julia Conde
Julia Conde en su estudio.
Foto: Julia Conde.

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