Guillermo de Holanda y el día que casi renuncia a la Corona por amor

Guillermo de Holanda
On the occasion of five years of Kingship, the Government Information Service has made new state photographs of King Willem Alexander and Queen Maxima available. In addition, photographs of the family with Princess Amalia, Princess Ariane and Princess Alexia are also made available. The photos were taken in the royal palace in Amsterdam <P> Pictured: On the occasion of five years of Kingship, the Government Information Service has made new state photographs of King Willem Alexander and Queen Maxima available. In addition, photographs of the family with Princess Amalia, Princess Ariane and Princess Alexia are also made available. The photos were taken in the royal palace in Amsterdam <B>Ref: SPL1688036 260418 </B><BR/> Picture by: RVD / Erwin Olaf<BR/> </P><P> <B>Splash News and Pictures</B><BR/> Los Angeles: 310-821-2666<BR/> New York: 212-619-2666<BR/> London: 870-934-2666<BR/> photodesk@splashnews.com<BR/> </P>
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NOMBRES

Veinte años después del casamiento entre Guillermo y Máxima se conoce que él estuvo a punto de renunciar a su cargo.

El 2 de febrero de 2002, las campanas de boda repicaron en Ámsterdamcuando el entonces príncipe Guillermo Alejandro, heredero al trono, se casó con su prometida argentina Máxima Zorreguieta. El compromiso de la pareja había sido anunciado un año antes por la madre del príncipe, la reina Beatriz de los Países Bajos, y el anillo en la mano de Máxima tenía un diamante naranja de forma ovalada como guiño al nombre de la Casa de Orange.

La pareja se casó en la iglesia Nieuwe Kerk, del siglo XV y situada junto al Palacio Real, en la capital. El novio vistió su uniforme de la Marina Real de los Países Bajos y la novia, un vestido de Valentino, de seda color marfil con una falda acampanada, mangas tres cuartos y una larga (muy larga) cola de encaje.

Es probable que ese día, el de la boda real, haya sido el más feliz y triste de la vida de Guillermo Alejandro y de Máxima al mismo tiempo. El que fuera plebeya no era un problema para los holandeses, pero sí lo era el vínculo que los Zorreguieta tuvieron con la dictadura de Jorge Rafael Videla y que impidió que Jorge, el padre de la novia, estuviera presente ese día. Sin embargo, hubo algo de lo que poco se sabe de esa unión y que involucra al actual rey de Holanda y que recién salió a luz: estuvo a punto de renunciar a sus derechos de sucesión por amor.

La historia

Maxima de Holanda
Máxima

Un reciente documental de la televisión holandesa sostiene que el Fiscal General del Estado de Países Bajos desactivó una demanda en contra del padre de la novia, y se pregunta quién encargó un informe sobre su pasado político, cuando solo el entorno de la Casa Real conocía la relación de la pareja. Según publicó El País de Madrid: “La imagen encaja en la figura de un enamorado que ve peligrar su felicidad por culpa del pasado de su entonces futuro suegro: Jorge Zorreguieta, que fue secretario de Estado de Agricultura en la dictadura del general Jorge Rafael Videla (1976-1983)”.

Titulado Een porseleinen huwelijk (Un matrimonio de porcelana), el documental consta de cuatro capítulos que presentan por primera vez notas personales de políticos y diplomáticos involucrados en negociaciones de alto voltaje relacionadas con el compromiso de la pareja.

Se conocieron en una fiesta en Sevilla en abril de 1999 por intermedio de una conocida en común. En ese entonces, él tenía otra novia. “Tengo un tipo ideal para vos...”, le habría dicho Cynthia Kaufmann, una ex compañera del prestigioso Colegio Northland, a Máxima. Según la biografía no autorizada, no le cayó muy en gracia. No obstante, el príncipe Guillermo Alejandro, que ya conocía a Máxima por fotos, la invitó a bailar, ella accedió y luego se quejó de que él era “de madera”. Dicen que el príncipe se rió y se enamoró sin remedio de la argentina. Y algo similar le habrá picado a Máxima porque un año después se mudó a Bruselas y el 30 de marzo de 2001 se comprometió con el príncipe de Orange. Poco después, el 17 de mayo de ese año, la argentina se convirtió en ciudadana holandesa. “Guillermo es el gran amor de mi vida”, dijo al explicar por qué accedió a renunciar a su nacionalidad argentina, requisito sine qua non para convertirse en reina consorte de Holanda.

En 2000, surgieron las primeras críticas ante la posible entrada de un expolítico de la dictadura argentina en el seno de la Casa Real. La situación dio un giro cuando Maarten Mourik, un antiguo diplomático, presentó una demanda contra Jorge Zorreguieta -fallecido en 2017- por crímenes contra la humanidad “para proteger a la Corona”. El documental señala que la demanda no llegó a verse en los tribunales debido a la intervención de Joan de Wijkerslooth, entonces Fiscal General del Estado. Dos fuentes de la propia cúpula fiscal, que mantienen su anonimato, han declarado a los directores de la serie que en 2001 “se creó un precedente legal para poder quitar de la mesa la demanda contra Zorreguieta padre”.

La noticia sorprendió en 2001 a la reina Beatriz. Su hijo reaccionó molesto y herido. Carel ter Linden, el predicador protestante que casó a la pareja, asegura en la serie que Guillermo Alejandro le pareció dispuesto “a ceder el trono por amor”. En lugar de acogerse a los intereses de la corona, aprovechó el momento de tensión para viajar a la Argentina y formalizar su compromiso frente a su futuro suegro. En el documental se revelan notas de ese momento: “El príncipe de Orange desea ir próximamente a Buenos Aires para pedirle la mano, pero Su Majestad no quiere”. Fue así como luego de una discusión entre la reina y su primogénito, él aclaró que no estaba dispuesto a renunciar al amor de su vida, como sí a sus derechos de sucesión.

Fue preciso entonces convencer a Zorreguieta de que debía ausentarse del enlace. Este se resistió, a pesar de que la pareja necesitaba el permiso del Parlamento para casarse. No veía impedimento alguno a causa de su trayectoria, porque fue un político civil, no un militar. La furia se apoderó del hijo del entonces rey consorte Claus y ese mismo día le pidió matrimonio a Máxima sobre el estanque congelado del palacio Huis ten Bosh. Esa imagen, una de las más famosas de la pareja, la replicaron con ocasión del 19° aniversario de la ceremonia y la compartieron en redes sociales.

En la narración queda claro lo mucho que le costó al entonces príncipe asumir que el Parlamento pudiese negarle el permiso para casarse. Se subraya a su vez la incredulidad inicial de la novia ante los crímenes de la dictadura argentina, que le parecieron terribles, aunque aseguró que los desconocía. Cuando su padre le dijo que tampoco lo sabía, le creyó. El nudo se deshizo al aceptar este por escrito que no asistiría: su hija pudo contraer matrimonio y su yerno conservó la corona. Máxima se casó sin la presencia de ninguno de sus padres, ya que por solidaridad, su madre se mantuvo al lado de su esposo.

Desde aquel día de la boda han pasado 20 años en los que han llegado tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane.

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