Ayuntamientos y empresas afectadas por la ola de incendios registrada durante el último verano en España utilizan aparatos generadores de ozono para eliminar el olor a humo que impregna interiores y muebles. Como consecuencia de los siniestros, muchos locales sufren una mala calidad del aire, lo que impide respirar con normalidad y puede derivar en problemas de salud y seguridad laboral. Para este problema, el ozono resulta una solución eficaz, porque representa el desinfectante natural más eficiente y rápido que se conoce. Para esto se iniciaron "tratamientos de choque" con equipos portátiles, instalaciones fijas inyectadas en los conductos de ventilación e incluso aparatos domésticos, que aseguran un aire de más calidad y la ausencia total de olores y microorganismos, según informó la prensa española.