El mundo desde una Mehari

| Hace 12 años, la idea surgió casi en broma: ¿y si vamos a dar la vuelta al mundo? A fin de mes, partirán en un viaje de dos años y 140.000 kilómetros en Citroën.

 foto Mehari 20070211 350x195
El País

Cuando en 1995 Mario Sabah compró una camioneta Citroën Mehari, aún no imaginaba que ese vehículo se volvería el protagonista de uno de sus más atrevidos sueños. Para empezar, no pasó mucho tiempo antes de que el auto copara la atención familiar. Las salidas semanales para recorrer el país en plan aventura, junto a sus dos hijos de 10 y 13 años, crearon un lazo especial con el particular modelo, a la vez que una inusitada confianza en su resistencia. Así fue que un día, Mario se animó a proponer, medio en serio, medio en broma: "¿Y si vamos a dar la vuelta al mundo en la Mehari?"

Desde entonces, la idea fue acariciada. "Los domingos que llovía agarrábamos un mapamundi y planeábamos el recorrido. Luego pasó el tiempo y la idea fue quedando a un costado, aunque siempre estuvo ahí", cuenta Ismael, el hijo menor que hoy tiene 22 años.

Hasta que hace un año y medio, Mario lo planteó de nuevo, más serio que nunca. Nadie se abstuvo y ahora el planificado viaje está por volverse realidad: el miércoles 28 padre e hijos partirán desde Punta Carretas en una odisea de 140.000 kilómetros, que pasará por 65 países y durará alrededor de dos años.

EMBAJADORES. Si bien todo comenzó como una arriesgada aventura, con los meses se sumó un nuevo objetivo: que el viaje sirva para crear un contacto con uruguayos que viven en el exterior. "Cuando nos dimos cuenta de las dimensiones de este proyecto nos preguntamos si no valdría la pena agregarle algo más. Hoy tenemos una motivación muy fuerte en el poder vincularnos con los uruguayos de fuera del país", cuenta Sabah, a la vez que agrega que su intención es acercar a aquellos que no tienen cómo comunicarse de otra manera. "Hay quienes no saben nada de su familia y nosotros vamos a tener oportunidad de relacionarnos con un montón de uruguayos".

Los viajeros ya están en contacto con muchos compatriotas que viven en el exterior, a través de Internet. "Los mails que nos llegan nos conmueven y nos dan energía. Muchos nos piden que no dejemos de pasar por donde están".

Pero no sólo uruguayos se han entusiasmado con el emprendimiento de los Sabah. Su otro gran público son los propietarios de Meharis, un modelo de Citroën que ha cosechado "seguidores" en todo el planeta.

PRESUPUESTO. Más allá del espíritu aventurero, claro está que para hacer realidad el viaje es indispensable una buena cantidad de dinero. Mario vendió a su socio la parte que poseía de un comercio de equipamiento en iluminación, alquiló su casa, vendió su auto y apostó todo a su vuelta al mundo.

Si bien varias empresas han colaborado, todo es a través de canjes y muy poco dinero en efectivo. El principal sponsor es Citroën, que aportará el 10% del presupuesto, pero también contribuyen el INAC, Ancap y Doite, entre otros. A su vez, el Ministerio de Turismo declaró el proyecto de interés turístico, el Ministerio de Relaciones Exteriores les otorgó pasaportes oficiales para facilitar la obtención de las visas, y mucha gente aportó pequeñas cosas, como un botiquín de primeros auxilios de la farmacia Pigalle. El resto, va por cuenta de los Sabah.

De hecho, el viaje tendrá un costo de 70.000 dólares y los aventureros han reunido exactamente la mitad. "No importa. Salimos el 28 sea como sea y la vuelta al mundo la vamos a dar igual. Tengo la esperanza de que la plata va a ir apareciendo".

La travesía durará dos años, aunque ello variará en función del clima. "Como estaremos en países muy fríos, como Alaska, tenemos que llegar en verano y para eso tenemos que cumplir con determinado cronograma". En cuanto al tiempo que se quedarán en cada destino, afirma que ello lo decidirán en el momento.

El otro clima que deben tener en cuenta es el social, ya que atravesarán varias zonas en conflicto. Prevén que los puntos más peligrosos del itinerario serán Colombia, Medio Oriente y algunos países de África. Estos últimos son toda una incógnita para los viajeros, ya que han recabado muy poca información. "Es una lotería, ya que en Internet no hay muchos datos. Pero vamos en un vehículo nada ostentoso, y eso ayuda", dice Sabah.

El conde francés que creó el auto los espera

"Un día recibí un mail de un chico que se había enterado del viaje y quería regalarme un libro sobre el inventor de la Mehari. Lo llamé y me contó que el auto había sido creado por un conde francés llamado Roland de la Poype que tenía negocios en Uruguay y que él, precisamente, trabajaba para este señor. Me preguntó si me gustaría conocerlo y le contesté que sí, ¡por supuesto!" Así comienza Mario Sabah el relato de su encuentro con el ideólogo del vehículo sobre el que dará la vuelta al mundo.

Un par de semanas después, el francés lo invitó a desayunar en un hotel de Carrasco. "Fui en el Citroën y lo conocí. Tiene 89 años y es todo un personaje. Es héroe nacional en Rusia porque peleó junto a ellos en la Segunda Guerra Mundial", cuenta Sabah entusiasmado.

De la Poype diseñó la Mehari en 1968. Trabajaba para la industria del plástico y un día se le ocurrió construir un vehículo con carrocería de ese material. Presentó su proyecto en Citroën, en cuya planta motriz hizo los primeros 12 vehículos. "Me invitó a ir a verlo cuando pase por Francia, para conocer el primer modelo de esa primera serie de 12 autos, ya que él se lo quedó".

A su vez, en 2008 se cumplen 40 años de la creación de la Mehari, por lo que ya hay doble motivación para pasar por el país galo.

En cuanto a la opinión de De la Poype sobre su travesía, Sabah afirma: "me dijo que es un auto muy fiel, que no me puede asegurar que aguante, pero que mi fuerza interior será lo que me lleve a completar la vuelta al mundo. Ya es un desafío personal".

Plástico para todo terreno

Dicen que los árabes beduinos fueron los primeros en introducir el camello en África, a través de Egipto, extendiendo rápidamente su uso dadas las excepcionales condiciones que tenían estos animales para viajar en situaciones extremas. Los árabes los llamaban meharis.

Fue por bondades equiparables a las de los dromedarios que Citroën bautizó así a su singular modelo con carrocería de plástico y motor de 3CV, lo suficientemente ligero sobre cualquier terreno como para realizar una travesía.

Otra característica de su carrocería es su utilización práctica, en concordancia además con la moda juvenil de los 60, cuando se usaban los autos abiertos y aireados.

Con una capacidad de carga de 400 kilogramos, la Mehari puede ser utilizada como una pequeña pick up. Es simple y funcional.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar