LUIS PRATS
Los vampiros son elegantes, misteriosos y disfrutan de vida eterna, aunque no están disponibles cuando sale el sol. Los zombis son asquerosos, anónimos, instintivos, pero han desplazado a los descendientes del conde Drácula del primer plano del terror. Con películas, series de televisión, videojuegos, historietas y hasta marchas por el Centro de Montevideo, los muertos vivientes están entre nosotros, avanzando en hordas.
La cadena Fox exhibe, con cada vez mayor éxito, la serie The Walking Dead, que en Uruguay también presentó Canal 10. Se basa en una historieta de gran repercusión. Para 2013 se anuncia una costosa superproducción, Guerra Mundial Z, producida e interpretada por Brad Pitt. Pero el fenómeno, si bien viene creciendo, no es nuevo: el argentino Luciano Saracino publicó en 2009 el libro Zombis! Una enciclopedia del cine de muertos vivos. Allí se informaba que existían más de 400 películas sobre el tema. Tres años más tarde, se puede presumir que son muchas más.
Si los vampiros se definen por su adicción a la sangre y su repulsión a los crucifijos, fijan residencia en un ataúd y salen por las noches a alimentarse, los zombis tienen sus propias características, presentadas por la película que creó el género, La noche de los muertos vivientes, una producción barata de 1968 cuya repercusión superó todo lo imaginado por su director, el estadounidense George A. Romero.
Así, los zombis son muertos que se levantan de sus tumbas con menor o mayor estado de putrefacción y que caminan lenta y torpemente buscando algo para comer, por lo general seres humanos vivos. Se mueven casi por instinto, pues perdieron toda capacidad de pensar. Al estar ya muertos, son difíciles de detener, salvo volándoles la cabeza de un tiro, destrozándosela con un hachazo o cortándola con una espada. Sí, todo eso implica mucha sangre, pero se trata de un subgénero que no pretende obsequiar sutilezas al espectador. La mordedura de uno de estos engendros implica el contagio para cualquier persona, luego de terribles sufrimientos. Otra característica de los zombis es que siempre son muchos: aparecen en patota por todos lados, por lo cual se vuelve complicado escapar de ellos, aunque sean lentos y tontos.
EL ORIGEN. La aparición de los zombis no es tan fácil de explicar. Romero aludía vagamente en su film a la radiación causada por el pasaje de un satélite. En The Walking Dead, el protagonista se despierta de un coma y se encuentra que casi todo el mundo se volvió zombi, sin que se brinden razones para ello.
¿Y la explicación del éxito? Las interpretaciones son múltiples: desde el gusto por la truculencia, que hace a las películas de terror cada vez más explícitas, hasta la reivindicación del individuo ante la masa, porque siempre son muchos más los zombis que los humanos que los enfrentan. Si la pandemia convirtió en muertos vivientes a la mayor parte de la humanidad, son miles de millones de zombis los que andan por ahí. Eso los transforma en algo casi invencible, porque por más que maten a miles, siguen apareciendo.
El origen de la expresión zombi está ligada a los antiguos ritos vudú de Haití. Según esta creencia, mediante determinados procedimientos mágicos puede devolverse la vida a los muertos, que se convierten en esclavos de quien realiza el hechizo. Una variante de la leyenda es que el zombi sea una persona viva, pero despojada de su voluntad y conciencia por parte del hechicero. Las primeras novelas tomaron la idea del vudú haitiano. Y también el imaginario popular, que llama zombis a quienes hacen cualquier cosa sin tener mucha conciencia de ello. A veces, simplemente se le dice zombi al madrugador no acostumbrado que anda medio dormido durante una clase o en la oficina.
La conexión de los zombis haitianos con la película La noche de los muertos vivientes, sin embargo, es casual. Romero era un director de cortos publicitarios que un día se inspiró para filmar una historia de terror. Reunió unos 114.000 dólares, un grupo de actores desconocidos y se fue a una zona rural de Pensilvania, donde rodó en el cementerio y en una granja que iba a ser demolida, por lo cual no le hacían problemas si la destrozaba. Se basó libremente en la novela Soy leyenda, en el cual el último sobreviviente humano se enfrenta a las víctimas de una epidemia que convierte a la gente en una especie de vampiros. Para que no se notara de dónde tomó la idea, Romero transformaba a los vampiros en muertos caminantes y hambrientos, aunque en la trama nunca se los llama zombis (Soy leyenda sería llevada al cine décadas después, con Will Smith como estrella). En su momento, La noche de los muertos... causó asombro e incluso repugnancia por su crudeza, pero terminó convirtiéndose en un clásico. Más tarde se hizo una remake en colores e incontables copias, adaptaciones y versiones. Cuatro de ellas a cargo del propio Romero.
OTROS ZOMBIS. En el videoclip de su tema Thriller, Michael Jackson hizo bailar a algunos zombis. El tema es de 1983, lo que demuestra que hace tiempo que los muertos vivientes están en el ambiente artístico.
La serie The Walking Dead, en tanto, se inspira en el cómic de Robert Kirkman y Tony Moore y muestra las desventuras de un grupo de sobrevivientes de la zona de Atlanta, Estados Unidos, luego de que por motivos no explicados se desató un apocalipsis zombi. Los muertos vivientes son llamados "caminantes" por los personajes, aunque otro grupo los denomina "mordedores". Más allá de la presencia puntual de los desagradables vecinos, se atribuye el éxito del programa a que en realidad muestra el mundo luego de una hecatombe, donde ya no funcionan las comodidades modernas y cuyos pobladores vivos a menudo son más peligrosos que los zombis.
SonyPlayStation lanzó en 1996 el videojuego Resident Evil, del cual luego se hicieron historietas y películas. Lo esencial de la trama: una empresa malévola propaga un virus que vuelve zombi a la gente. Lo que viene después es fácil de adivinar.
Lo último, por ahora, es Guerra Mundial Z. Max Brooks, hijo del comediante Mel Brooks, escribió hace algunos años una novela con ese nombre, que relata una supuesta guerra de la humanidad contra los zombis. Plan B, la productora de Brad Pitt, compró los derechos e invirtió 170 millones de dólares para llevarla al cine. Pitt, por supuesto, será el protagonista, un funcionario de las Naciones Unidas que se pone en la primera línea del combate. En YouTube ya hay un trailer, pero la producción no está completamente terminada, lo cual ha postergado varias veces su estreno. Por lo que se ve en esas pocas escenas, los zombis pueden correr, lo que los hace doblemente peligrosos. Sálvese quien pueda.
ZOMBIS URUGUAYOS. El 2 de noviembre pasado, unos cuantos cientos de jóvenes desfilaron por 18 de Julio, desde la Plaza Independencia, caracterizados como zombis. Dos empresas de maquillaje de efectos especiales, Brillo Comunicadores y Decissors FX, colaboraron aplicando sangre y heridas falsas sobre los participantes. Fue la segunda Zombie Walk Uruguay, organizada por las redes sociales al estilo de otras marchas similares en el mundo.
La página de Facebook de la Zombie Walk Uruguay tenía la semana pasada 4.058 "me gusta", aunque un usuario anotó este comentario: "Son una muestra viviente del retroceso en la conciencia colectiva".
El disfraz de zombi también hizo furor en las fiestas de Halloween: con ropa vieja y rota, un poco de maquillaje e imaginación, ya está pronto.