Conocer cara a cara al amigo por correspondencia fue el leit motiv del primer encuentro nacional organizado por De Puño y Letra, una iniciativa que busca conectar a niños de escuelas urbanas y rurales a través de la escritura de cartas. El encuentro sucedió el 21 de noviembre en Montevideo y quedará en la memoria de los 600 participantes como una jornada mágica.
La cita en la capital no fue caprichosa: los convocó el partido de Uruguay - Bolivia, y coronaron la jornada en el Centenario, disfrutando bajo la lluvia de una magistral actuación de la selección que triunfó 3 a 0.
“Apenas empezó el proyecto se habló con los maestros de hacer un encuentro para motivar a los niños. Se les dijo que existía la posibilidad y estuvieron pendientes que a fin de año esos amigos por correspondencia iban a tener un rostro. Carlos Guinovart gestionó las entradas en la AUF y cuando nos dieron el ok decidimos hacerlo ese día en Montevideo así podíamos participar de un partido tan importante”, explica Inés De Lisa, maestra de la escuela N°30 de Laureles y propulsora del proyecto De Puño y Letra, nacido en marzo de 2023, junto a Guinovart y Gabriela Zabaleta.
Era tal la expectativa y el nerviosismo por el viaje que varios de sus alumnos salteños no pudieron probar bocado el día antes. “Estaban encantados con la idea de encontrarse con su amigo. Una niña se emocionó tanto que lloraba desconsoladamente y lloramos todos a la par de ella”, cuenta De Lisa.
A las 8:00 empezaron a reunirse en la Playa Ramírez: varios no conocían el mar y la experiencia fue inolvidable. Almorzaron en el Museo Nacional de Artes Visuales, hicieron una pancarta con logo y mensajes de todos e intercambiaron regalos. La consigna era que cada uno llevara un obsequio de valor emocional: “Hicieron alfajores, galletitas, compartieron plumas de aves típicas del campo y un niño le llevó monedas viejas a su compañero que sabía que le gustaba coleccionarlas”, relata.
A la noche fueron en patota al Centenario (para varios era su primera vez en un partido de Uruguay) con ropa y accesorios alusivos. Ni el agua los frenó: alentaron sin parar, cantaron y gritaron tres goles. Esa noche retornaron a sus pagos agotados pero con el corazón contento. “La experiencia dejó la vara muy alta, hay que pensar muy bien cómo continuar el año que viene para ampliar el horizonte”, asegura orgullosa De Lisa.
De Puño y Letra involucra a 43 escuelas de todo el país y el primer encuentro nacional alcanzó a 21. Se pudo movilizar a 600 personas (niños de Inicial 4 a sexto de escuela, padres y docentes) gracias a distintas donaciones. Se abrió una cuenta para colaborar y se habilitó un bono de US$ 100 que permitió financiar el viaje de todos. “En una empresa de Salto, entre todos los empleados pusieron los US$ 100”, repasa De Lisa a Domingo. Y remarca que De Puño y Letra no existiría sin el apoyo de instituciones, autoridades y sobre todo el correo (les permite enviar cartas gratis).
La iniciativa fomenta la escritura y las emociones (en el intercambio epistolar comparten lo que sienten por su lugar), la empatía por la diversidad y mejora la autoestima. “Al empezar, muchos de los niños rurales tenían vergüenza de mostrar lo que eran. A veces tienen esa mirada de que el que está en la ciudad es superior, y no es así, somos diferentes”, aclara. Y añade que el proyecto tiene un gran futuro: “Los alumnos están tan motivados y ha dado tan buenos resultados que no podemos dejarlo. Los maestros quieren llevarlo a la escuela que vayan”.