De Niro tras la obra de De Niro

1/1: William Ferreira ds De Niro 20080113 450x331 (William Ferreira)

IGNACIO BAZÁN | EL MERCURIO/GDA

Un dato poco conocido: el padre de Robert De Niro fue un destacado pintor neoyorkino. Pero bastó que una galería vendiera varias de sus obras, para que su hijo, el actor, emprendiera una dura batalla para recuperar el patrimonio artístico del hombre del cual nunca habla. El conflicto ha sacado a flote detalles impensados de los años de formación de la estrella hollywoodense.

En Estados Unidos, cuando un hijo comparte el mismo nombre con el padre, se le agrega un Jr. al final. Robert de Niro, el aclamado actor norteamericano, alguna vez corrió esa suerte y se le conoció como Robert de Niro Jr. Pero, cuando alguien es demasiado exitoso y sobrepasa el legado de su padre, el Jr. pasa al olvido.

En el caso de los De Niro, el tema del nombre no es menor. Robert de Niro padre -fallecido en 1993, a los 71 años, de un cáncer- fue un influyente pintor neoyorkino post Segunda Guerra Mundial, miembro de la afamada "escuela New York" durante los años 40 y 50, y exhibidor frecuente de míticas galerías de la Gran Manzana, como la de Peggy Guggenheim y la de Charles Egan. De Niro padre no fue un Jackson Pollock ni un William de Kooning, pero estuvo cerca. Mal no le fue. Varios de sus trabajos se pueden encontrar en museos de reputación mundial como el Metropolitano y el Moderno de Nueva York, además de las grandes galerías de Washington D.C. como la Corcoran.

Pero ha sido durante este último mes que la diferencia entre De Niro junior y senior ha tomado una importancia inusitada. Como suele pasar en el mundo del arte, los derechos de obras de artistas fallecidos producen problemas. El nombre del viejo De Niro se ha instalado en el centro de la polémica y el actor, al menos por unos meses, ha recuperado su chapa de junior para defender el trabajo de su progenitor.

Todo empezó cuando Salander-OReilly, una galería de arte neoyorkina en quiebra, cedió 12 cuadros de De Niro senior a Benucci, una galería italiana, sin la autorización familiar. Todas las obras -evaluadas entre 25 mil y 125 mil dólares cada una- estaban en poder de Salander para ser vendidas en representación de la familia De Niro, pero la galería decidió darlas en parte de pago por una deuda de 5 millones de dólares con su par italiana. En la transacción, la familia del actor perdió los derechos sobre los cuadros. A través de sus abogados, De Niro -que se niega a tocar el tema con los medios- busca la total devolución de los trabajos de su padre, al menos, en una cifra simbólica.

RELACIÓN. El conflicto ha llevado a fijarse en dos aspectos esenciales en la vida de uno de los actores más importantes en la historia del cine. El primero, es la tremenda influencia y éxito de su padre en una época dorada del arte de la Gran Manzana, lo que no se desconocía, pero que ahora recarga su importancia. La "escuela New York", el movimiento abstracto expresionista al que De Niro senior pertenecía, no sólo comprometía a las artes visuales, sino que también a las composiciones musicales de John Cage, el jazz de Charlie Parker, además de ostentar una fuerte conexión a poetas y escritores de la generación beat como Allen Ginsberg y Jack Kerouac.

El segundo aspecto es precisamente el ambiente de clan familiar artístico en el que De Niro Jr. se crió en el Greenwich Village, el barrio eminentemente intelectual y avant garde del New York de esa época. A pesar de que los padres del actor se separaron cuando éste tenía dos años, él creció en una casa materna visitada constantemente por pintores y músicos. Su padre siempre se mantuvo cerca, aunque ciertos rumores -a los que el siempre cauto De Niro Jr. nunca se ha referido- involucran a su padre en affaires sentimentales con luminarias de la época como el poeta Robert Duncan, el dramaturgo Tennessee Williams y el mismo Jackson Pollock.

La relación entre ambos De Niro fue cercana y el bicho de la actuación se le instaló a Robert Jr. en los innumerables viajes que hacía con su padre a ver películas. En el trayecto de vuelta, y mientras el pintor manejaba, De Niro imitaba a la estrella de cine de turno con las imágenes todavía frescas en su memoria.

Al ver el interés que demostraba el pequeño De Niro en el cine, su madre decidió enrolarlo en la progresiva y privada Escuela de Nueva York de Música y Arte, de la que De Niro se saldría a los 13 años para convertirse en un hormonal pandillero en la "pequeña Italia".

A su padre no le gustaría mucho el estilo de vida de su hijo y se sintió aliviado al saber que Robert Jr. recorrería el país actuando en una producción de una obra de Chéjov. De Niro tenía sólo 16 años y sería el comienzo de todo lo que vendría más tarde: debut en una película de Brian de Palma en 1963, para finalmente terminar explotando diez años después en su primera colaboración con Martin Scorsese, la irónicamente pandillera Mean Streets.

De Niro junior pagó parte de la deuda que tenía con su padre por haberlo sacado de las pandillas de la "pequeña Italia": a los 18 años, el actor viajó expresamente a París para llevarse a su progenitor de vuelta a Estados Unidos. Así, De Niro padre ponía punto final a dos años sumido en una profunda depresión.

Sin embargo, poco se conoce de la verdadera relación entre los De Niro: "No tengo mucho que decir de él, vino de otro planeta", dijo Robert hijo sobre su padre a principios de año, durante el Festival de Cine de Berlín. "Soy una persona antimensajes. Si no digo algo es porque no quiero. Tiene que ver con la privacidad y con cierto gusto por la discreción".

Robert junior, al igual como alguna vez lo hizo su padre, pelea hoy contra el cáncer. A él le aflige el de próstata, pero fiel a su estilo, sus relacionadores públicos se han encargado de decir que está todo bajo control. Pero quizás ahora pueda pagar una segunda deuda al traer los cuadros de Robert senior de vuelta a la familia.

De todas maneras, aunque las obras nunca sean recuperadas por el clan, Robert padre comienza a convertirse cada vez más en Robert de Niro. Pintor expresionista abstracto. Así, a secas.

VIDA TORMENTOSA. A los 64 años y por lo que se sabe, De Niro junior lleva una vida muy agitada, a lo que se agrega la enfermedad y el dilema por las obras de su padre.

Está casado por segunda vez con Grace Hightower, aunque recientemente la pareja se ha separado por disputas cuyo trasfondo no ha transcendido. El matrimonio tuvo un hijo (Elliot) en 1998 y fue el cuarto del actor.

De su primer matrimonio con Dianne Abbott tiene una hija llamada Dreena y un varón de nombre Raphael. Años más tarde mantuvo una relación con la modelo Toukie Smith. Pese a que no se casaron, tubieron dos hijos gemelos: Julian Henry y Aaron Kendrick. Raphael, que inició una carrera como actor, se dedica actualmente al mercado inmobiliario en Nueva York.

De Niro fue también pareja de la modelo Naomi Campbell durante unos seis años. Poco se conoce de esa relación y las circunstancias de la ruptura, aunque ella quedó eclipsada con él. De hecho, declaró recientemente que De Niro "fue y es el gran amor de mi vida" y añadió que se mantienen como "amigos".

En cuanto a los negocios, el actor comenzó en los años 80 a invertir en el área de TriBeCa en New York, incluyendo el estudio de cine TriBeCa Productions y el festival de cine TriBeCa Film Festival, del cual es activo participante. El mismo De Niro admitió años más tarde que algunos de los malos papeles que tomó durante los años 1990 fueron únicamente para apoyar el desarrollo de TriBeCa.

De su vida política, se sabe que De Niro respalda firmemente al Partido Demócrata, y prestó apoyo explícitamente a Al Gore en las elecciones presidenciales del año 2000, y a John Kerry en las de 2004.

Posee una parte del restaurante Rubicon de San Francisco con Francis Ford Coppola y Robin Williams.

A 33 años de El Padrino II, Al Pacino y Robert de Niro vuelven juntos a la pantalla en 2008 con Righteous Kill, un thiller sobre dos veteranos policías neoyorquinos. Será entonces la primera vez en que los grandes actores se mirarán las caras en un film pues De Niro había interpretado a Vito Corleone en su juventud y, por obvias razones, no interactuó con Michael Corleone (Al Pacino).

Pero el director Jon Avnet logró ahora el milagro de juntar nuevamente a los mafiosos más famosos del cine. Y encima, añadió una nueva sorpresa: de Righteous Kill también participaría Martin Scorsese, pero ¡delante de la cámara! Sí, parece que el veterano director se animaría a actuar.

La película cuenta la peripecia de dos policías con ciertos problemas, a la caza de un peligroso asesino en serie; el rodaje estaría culminando y su estreno se prevé para la segunda parte de 2008. Un trailer ya se puede ver en Internet; si se busca en Google aparece en varias páginas.

Mucho se ha dicho sobre una presunta enemistad entre Al Pacino y Robert De Niro, aunque nada ha salido de la boca de ellos. En el film Heat (1995) actúan también ambos, pero su interacción se limita a unas pocas escenas.