Tipografía

DOBLETTE. Taller de Tipografía, de Gustavo Wojciechowski et al. Yaugurú, 2006. Montevideo, 78 págs.

AL PRINCIPIO fue trabajo de grabadores en madera y metal, y más tarde (con la introducción de la fotocomposición) de dibujantes técnicos. Pero la existencia de programas de computación destinados al diseño de tipos ha generado en la actualidad una profusión desmesurada de pólizas, como llaman los tipógrafos a los juegos de alfabetos de una misma familia.

Lejos de facilitar el trabajo de los diseñadores, la variedad lo entorpece, y en manos inexpertas genera resultados ilegibles, sucios o de rápida obsolescencia. Hay insuficiente experiencia en el uso de la mayor parte de los tipos actuales; no se sabe si resistirán el paso del tiempo como una Garamond, una Baskerville o una Caslon, que tienen siglos de aplicación.

El Taller de Tipografía Doblette, realizado en la universidad ORT con la dirección de Gustavo Wojciechowski, fue una iniciativa destinada a cubrir un vacío de formación en el área del diseño gráfico de Uruguay. El libro que ahora se publica muestra el resultado y describe en parte los procesos de trabajo de los participantes de este taller, que se han hecho cargo del diseño de página de diferentes secciones del libro.

El resultado es una breve galería de ideas que son, casi siempre, mejores que los resultados. Ello se debe a que se trató de un taller de intercambio y reflexión acerca del vastísimo tema de la tipografía, y no de un trabajo de diseño para cumplir un requerimiento profesional. Para los lectores que conocen poco del oficio, el libro permite vislumbrar algunas de las estrategias tradicionales de los diseñadores de tipos: intervenciones en tipografías existentes, sistematizaciones de letras manuscritas encontradas en paredes de la ciudad, o modificaciones de formas utilitarias como las letras de los carteles electrónicos.

Aunque todo el libro es disfrutable y didáctico, un trabajo destacable es el de Andrea Montedónico, que trabaja en volumen sobre el tipo Futura, diseñado hace casi ochenta años por el alemán Paul Renner. El resultado (el tipo "Minyúscula", así llamado porque pone en juego la caja alta y la baja de la Futura) es, casi con seguridad, inaplicable; pero el proceso, claramente mostrado en el libro, ilustra el sentido de esta clase de talleres.