El historiador británico John McHugo tira sobre la mesa datos que desarman estereotipos. Por ejemplo, que no todos los árabes son musulmanes.
El libro Una breve historia de los árabes condensa la historia de un pueblo que se remonta a los tiempos del Antiguo Testamento, más de un milenio antes de Mahoma y el Islam, aunque el autor John McHugo no llega tan lejos. Parte del surgimiento de ese líder y esa religión, que catalizaron la unidad del pueblo árabe y su expansión a la “Gran Siria” y todo el norte de África. No olvida que no todos los árabes son musulmanes –los hay cristianos, judíos y de otras minorías religiosas– ni que no todos los musulmanes son árabes. Cuando es necesario al desarrollo de su tema, McHugo aborda estas cuestiones (la vida de los pueblos árabes bajo el Imperio Turco o la relación con el Irán chiíta, sobre todo tras la revolución de 1979). Estudia más en profundidad los conflictos entre las distintas corrientes musulmanas, en especial la rivalidad entre sunitas y chiítas, por considerarla un enorme obstáculo para el desarrollo democrático y la paz en la región.
McHugo estudia el modo en que regiones como Egipto y Asia Menor -en las que se hunden las raíces del pensamiento griego y la religiosidad judeocristiana de las que tanto tomara el Islam– se han vuelto ajenas y enemigas, en un proceso de mutua incomprensión en que Occidente no puede poner “cara de yo no fui”. Desde las cruzadas a la ocupación de la región por distintas potencias europeas y la imposición del Estado de Israel, es larga la lista de acciones de Occidente que han ido configurando en las masas árabes la imagen –muy a menudo usada en su provecho por los líderes más inescrupulosos y oscurantistas– de que el único camino para defender su dignidad e identidad es el islamismo radical.
Debe seguirse con atención el estudio que el autor hace de la constante reaparición de un pensamiento islámico moderado, tolerante y abierto, pues es la carta a la que invita a apostar si se quiere mejorar la comprensión occidental del mundo árabe y el islam en general, en la perspectiva de mejorar las relaciones. En contraposición, el autor demuestra caso tras caso que los líderes más fanáticos no se han caracterizado por un conocimiento sólido del Corán y la sharia (la Ley musulmana). McHugo señala como ejemplo esperanzador los avances democráticos de Túnez tras la “Primavera árabe”, serie de revueltas populares iniciada en 2011. Con todo su optimismo no es ingenuo: hace un profundo análisis de por qué esas mismas movilizaciones fracasaron en Libia, Egipto, Yemen y Siria.
Un mérito sobresaliente de este análisis es su lucidez para los procesos de larga duración. Al estudiar la corrupción que caracterizó tanto a monarquías como Jordania y Arabia Saudita como a repúblicas autoritarias y laicas (Egipto, Siria o Irak) ve en ella una supervivencia de las viejas relaciones entre los líderes tribales y sus seguidores en la Arabia preislámica, de lo que se sigue que Mahoma habría fracasado en uno de sus principales objetivos: unir al pueblo árabe.
Afea el volumen un puñado de erratas que, aunque no impiden la comprensión del texto, son imperdonables para un sello editorial tan prestigioso. John McHugo (Londres, 1951) es arabista y abogado especializado en derecho internacional. Integra varias instituciones abocadas al diálogo entre Europa y distintos pueblos de la región que ha tomado por tema de estudio.
UNA BREVE HISTORIA DE LOS ÁRABES, de John McHugo. Turner Noema, 2015. Madrid, 372 págs. Distribuye Océano.

Historia de los árabesJuan de Marsilio