Síntomas en la piel podrían anticipar depresión y riesgo de suicidio en pacientes con psicosis

Un estudio europeo sugiere que erupciones, picazón o sensibilidad cutánea en el primer episodio psicótico podrían marcar mayor vulnerabilidad a depresión y pensamientos suicidas.

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Mujer sentada en una silla, sola en su casa.
Foto: Unsplash.

Redacción El País
Un grupo de investigadores europeos encontró un vínculo inesperado entre la piel y la mente. Según un estudio presentado en el Congreso del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP) en Ámsterdam, los pacientes que atraviesan su primer episodio psicótico y presentan síntomas dermatológicos —como erupciones, picazón o sensibilidad a la luz— podrían tener mayor riesgo de desarrollar depresión y pensamientos suicidas.

El hallazgo, liderado por el doctor Joaquín Galvañ del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, en Madrid, plantea que las señales visibles en la piel podrían funcionar como un indicador temprano de un peor pronóstico psiquiátrico. Según Galvañ, “después de cuatro semanas de seguimiento, los pacientes con afecciones cutáneas mostraron niveles más altos de depresión y riesgo de suicidio”.

Resultados que llaman la atención

El estudio evaluó a 481 personas que atravesaban su primer episodio psicótico, caracterizado por pérdida de contacto con la realidad, alucinaciones y delirios. De ese total, el 14,5 % presentaba algún síntoma dermatológico al inicio del tratamiento, con mayor prevalencia en mujeres (24 %) que en hombres (9,8 %). Todos recibieron medicación antipsicótica durante un mes y luego fueron evaluados en distintos parámetros de salud mental.

Los resultados fueron contundentes: solo el 7 % de quienes no tenían problemas en la piel reportaron pensamientos o intentos suicidas, mientras que uno de cada cuatro pacientes con síntomas cutáneos sí los presentó. Además, estas condiciones se asociaron con mayor depresión y menor bienestar general al final del seguimiento.

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Mujer angustiada.
Foto: Archivo El País.

Un vínculo biológico entre piel y cerebro

El origen de esta relación podría remontarse a las primeras etapas del desarrollo humano. Tanto el cerebro como la piel provienen del mismo tejido embrionario, el ectodermo, lo que ha llevado a explorar posibles rutas biológicas compartidas entre ambos sistemas.

“Se sabía que entre el 30 % y el 60 % de las personas con enfermedades dermatológicas presentan síntomas psiquiátricos. Nosotros quisimos verlo desde el otro lado: si los pacientes con trastornos mentales muestran alteraciones cutáneas y qué información podrían aportar”, explicó Galvañ.

El estudio sugiere que los síntomas en la piel podrían reflejar una mayor severidad del trastorno y peores resultados clínicos al inicio de la psicosis. Si se confirma, esta información permitiría personalizar tratamientos y detectar tempranamente a los pacientes más vulnerables.

Suicidio en jóvenes

Perspectivas y próximos pasos

“La razón exacta de esta conexión todavía no está clara”, advierte Galvañ. La hipótesis del equipo apunta a que los sistemas cutáneo y neurológico comparten vías inflamatorias, aunque se requiere más investigación. Además, el estudio es pionero en vincular síntomas dermatológicos con psicosis, y podría abrir la puerta a exploraciones similares en otros trastornos como bipolaridad, TDAH, ansiedad o depresión.

El profesor Eric Ruhe, especialista en depresión resistente de la Universidad de Radboud (Países Bajos), destacó que los hallazgos son “interesantes” y merecen investigaciones adicionales. Según Ruhe, entender la relación biológica entre piel y cerebro podría incluso permitir el uso de células cutáneas para estudiar tratamientos más efectivos.

Aunque aún preliminar, este trabajo impulsa una mirada más integral de la dermatología en la práctica psiquiátrica, considerando la piel no solo como reflejo del cuerpo, sino también como ventana a la mente.

En base a El Tiempo /GDA

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