Subir, bajar, volver a subir y finalmente bajar de peso en un círculo vicioso que parece no terminar es algo usual. Estas fluctuaciones no son nada saludablespara el cuerpo.
Las consecuencias de subir y bajar de peso constantemente.
Sin un adecuado plan nutricional, el sube y baja de peso puede ocurrir. Y cuando esto sucede, el cuerpo se “resiente” y se recuperan algunos kilos de los que ya bajamos. Entre ese periodo la persona puede presentar:
Frustración: Esto ocurre por creer que el bajar de peso fue en vano, ya que se logra recuperar igual o más del peso de antes.
Estrés: Nos producen más deseos de comer alimentos con calorías, azúcares y grasas.
Menos saciedad y mayor almacenamiento de grasa: Debido a cambios hormonales, del aumento de peso.
La relación con la comida se altera: Esto puede ser perjudicial para sufrir algún trastorno de la conducta alimentaria. A ello se le agrega el temor por volver a engordar.
Deshidratación y pérdida de masa muscular: Esto modifica la estética del cuerpo negativamente. Aparece la flacidez, las estrías, etcétera. Todo esto puede agravarse si no comemos bien o elegimos dietas “mágicas” para adelgazar. Esto nos hace más vulnerables a las deficiencias nutricionales.
Pueden incrementar el riesgo cardíaco: Debido a la acumulación de grasa y a la pérdida de esta abruptamente.
¿Cómo evitar cambios frecuentes de peso?
La mejor solución para evitar el sube y baja en el peso es intentar cambiar y sumar hábitos saludables a nuestra vida.
Evitar las dietas milagrosas, de moda o estrategias que requieren mucho sacrificio: Todo plan alimenticio debe hacerse con el apoyo de un experto en nutrición.
Realizar ejercicio con regularidad: Esto es clave para mantener el metabolismo sano y activo. También ayuda con mantener el peso adecuado.
Tener paciencia: Los cambios no se producen de un día para otro, sino que de forma gradual y conforme el cuerpo avance. Recordá que no todas las personas funcionan de la misma manera.
El Comercio / GDA