Sonreír nos hace bien: alivia tensiones, mejora el ánimo y nos acerca a los demás. Sin embargo, por la fuerte presencia de ciertos cánones de belleza, para muchas personas su sonrisa es causa de vergüenza o angustia. De ahí que los diseños de sonrisa que tanto presumen las celebridades en redes sociales, el cine o la televisión estén, hoy en día, en auge.

El ‘diseño de sonrisa’ tiene la finalidad de optimizar la estética de la sonrisa, armonizarla y mejorar detalles. El procedimiento es sencillo y su metodología puede variar de una persona a otra. Entre los tipos de tratamientos más comunes se encuentran el blanqueamiento dental, que es un diseño de sonrisa no invasivo, y el diseño de sonrisa con carillas.

Las carillas dentales son láminas muy finitas de cerámica, resina o porcelana que se cementan a la cara externa del diente para corregir su forma, color o posición. Aunque éste no es el único tratamiento estético para perfeccionar la sonrisa, es uno de los más comunes en el mundo entero.

"Antes de someterse a cualquier intervención, es muy importante que un profesional realice un diagnóstico y un plan de tratamiento personalizado, nos explique detalladamente en qué consiste y que haga un seguimiento para comprobar que todo evoluciona correctamente", apunta la odontóloga Juanita Enríquez.

Asimismo, la experta señala que este tipo de procedimientos no tienen por qué ser el común denominador. Existen otros tratamientos que pueden ayudar a perfeccionar la sonrisa de un paciente sin comprometer su salud bucal y el contorno armónico y natural de su rostro. “A veces, los pacientes solo requieren un blanqueamiento o incluso ortodoncia, y con esos cambios pueden obtenerse resultados estéticos más conservadores y más duraderos en el tiempo”, dijo.

Especialistas aseguran que para este tipo tratamiento es mucho mejor optar por cerámica o porcelana porque suelen resistir entre 15 o 20 años, no cambian de color y su comportamiento es similar al esmalte de los dientes. Por otro lado, la resina, al ser un plástico, se pigmenta, absorbe agua y por ende olores, cambia de color y su durabilidad es de aproximadamente 5 años.

“Existe gente a la que no le gusta el tamaño y la forma de sus dientes y, en ese caso, hablaríamos de carillas que pueden ser de resina o porcelana. Por otro lado, a ciertas personas no les gusta el tamaño de sus encías, y en ese caso hablaríamos de una gingivectomía, que también puede considerarse como tratamiento estético dentro del área odontológica”, resalta Enríquez.

Para los expertos, los procedimientos estéticos, como un diseño de sonrisa, son tan solo un complemento de un buen cuidado dental. "En todos los casos siempre debe priorizarse la salud sobre la estética”, puntualiza la especialista.

(Por El Tiempo GDA)