El Tiempo/GDA
El ataque o accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando hay una interrupción del flujo sanguíneo al cerebro. Puede deberse a un vaso sanguíneo bloqueado (ACV isquémico) o a la ruptura de un vaso sanguíneo (ACV hemorrágico). En ambos casos, las células cerebrales comienzan a morir en cuestión de minutos, lo que puede provocar discapacidad permanente o incluso la muerte.
En este sentido, resulta importante reconocer un ACV lo antes posible. Organizaciones mundiales adoptaron el acrónimo Be Fast (por sus siglas en inglés) como una guía útil para identificarlo:
- Balance: pedirle a la persona que se levante. Podría ser un ACV si pierde la coordinación en sus movimientos
- Eyes (ojos): pedirle que vea los dedos de tu mano. Si tiene visión doble o pérdida de visión en un ojo, podría ser una señal
- Face (rostro): pedirle que sonría. Si un lado de su rostro cae, podría indicar un ACV
- Arms (brazos): pedirle que levante ambos brazos. Podría ser un indicativo si uno de los brazos cae o no puede levantarlo
- Speech (habla): pedir que repita una frase simple. Si tiene dificultades para hablar o entender, se deberá llamar a la emergencia de inmediato
- Time (tiempo): recordar el tiempo en el que comenzaron los síntomas. Cada minuto cuenta cuando se trata de un ACV
“Es importante reconocer los síntomas porque de esta forma los pacientes tendrían la capacidad de consultar en las primeras horas y hacer una trombólisis con la ayuda de un medicamento adecuado que permita despejar la obstrucción del vaso cerebral. Con esto se logra disminuir en gran medida la posibilidad de una discapacidad alta o incluso de perder la vida”, resaltó Jorge Holguín, médico neurólogo.
Los ACV causan más muertes que el cáncer y enfermedades por farmacodependencia, y estas muertes y secuelas son potencialmente evitables si el paciente recibe atención durante las primeras horas, de acuerdo con el experto. "Los nuevos estudios han demostrado que se puede hacer manejo de los pacientes hasta 24 horas después de ocurrido el ACV", puntualizó.
Otros síntomas pueden incluir: dolor de cabeza intenso, mareos repentinos y, confusión, problemas para ver en uno o ambos ojos y dificultad para caminar.
Tratamientos para las secuelas del ACV
En la actualidad, la innovación permite disminuir drásticamente la alta discapacidad que provocan los accidentes cerebrovasculares. El procedimiento conocido como trombectomía mecánica, puede representar, para el sobreviviente de un ataque cerebral, la diferencia entre ser independiente y tener que depender de otros toda la vida.
Según estudios, la trombectomía mecánica en combinación con fármacos trombolíticos duplica las posibilidades de recuperación y calidad de vida posterior a un ACV. Durante el procedimiento, el especialista introduce un catéter a través de una arteria de la ingle hasta llega al lugar de la obstrucción cerebral. Un segundo dispositivo es introducido a través del catéter para ser desplegado en forma de red (stent-retriever), y lograr "atrapar" así al coágulo. Finalmente, el médico retira cuidadosamente el dispositivo.