El Tiempo/GDA
Las personas cada vez más buscan alimentos que les permitan mantenerse saludables y ver mejoría en muchos aspectos para tener una vejez en la que no sientan quebrantos en su salud.
Hay varias semillas, frutos secos, vegetales y frutas que pueden proveerle al cuerpo humano, nutrientes que contribuyen a mejorar la salud y las funcionalidades de cada uno de los órganos.
La chía, por ejemplo, es de esas semillas que la gente está consumiendo por los varios estudios que se le ha realizado para determinar qué es lo que puede hacer en el organismo.
De acuerdo con la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, la chía es considerada un superalimento, puesto que esta semilla está siendo incluida en la alimentación, como complemento para dietas balanceadas, por sus propiedades para reducción del apetito, bajar los triglicéridos y controlar los niveles de azúcar en la sangre.
La chía está compuesta principalmente por fibra, proteínas, calcio, fósforo, zinc y ácidos grasos omega-3, que pueden ayudar con estas y otras funciones del cuerpo humano.
Cabe aclarar que no solo la chía por sí sola va a alcanzar mejorar los niveles de glucosa en sangre, regular el apetito y ayudar a adelgazar.
Este es un complemento para su dieta en la que se debe incluir otros alimentos como frutas y verduras, proteínas magras, así como también ayudarse con la actividad física regular y un buen descanso diario.
Otro de los beneficios que puede otorgar la chía es el mucílago que se genera cuando se deja las semillas en agua, yogur o bebida vegetal de un día para otro.
Este se ha relacionado con el descenso de los niveles de colesterol malo en el organismo y una regulación de la actividad digestiva, ocasionando también la reducción en picos de glucosa y la sensación de saciedad.
No obstante, tenga presente que no solo con el consumo de la chía se va a alcanzar el ser saludable, se ha comprobado que sus beneficios son efectivos si esta semilla se incluye en una alimentación balanceada en el que se ingieren vegetales que complementan sus funciones.
Ningún alimento ni producto por sí solo es milagroso, recuerde que estos hacen parte de hábitos de vida saludable.