Para las personas con trastorno de ansiedad social, también conocido como fobia social, las interacciones diarias causan inseguridad, nerviosismo y vergüenza. Esta afección de salud mental puede afectar el trabajo, la escuela u otras actividades.
La timidez o incomodidad en ciertas situaciones no son necesariamente signos de trastorno de ansiedad social; especialmente, en los niños. El nivel de comodidad en las situaciones sociales varía y depende de los rasgos de la personalidad del individuo y sus experiencias de vida. Algunas personas son reservadas por naturaleza y otras son más extrovertidas.
Sin embargo, a diferencia del nerviosismo diario, el trastorno de ansiedad social comprende miedo, ansiedad y evasión. Según Clinica Mayo, los signos y síntomas del trastorno comprenden:
- Temor a situaciones donde podría ser juzgado
- Angustia por sentirse avergonzado o humillado
- Temor intenso de interactuar o hablar con extraños
- Temor a que los demás noten que está ansioso
- Temor a tener síntomas físicos que puedan causarle incomodidad, como sonrojarse, sudar, temblar o que le tiemble la voz
- Dejar de hacer algunas actividades o hablar con ciertas personas por miedo a sentirse avergonzado
- Evitar situaciones donde pueda ser el centro de atención
- Miedo intenso o ansiedad durante las situaciones sociales
- Después de una situación social, analizar su desempeño e identificar fallas en tus interacciones
- Esperar las peores consecuencias posibles de una experiencia negativa en una situación social
En el caso de los niños, es posible que exterioricen la ansiedad al interactuar con adultos o pares a través de llantos, berrinches, aferrarse a los padres o negarse a hablar en situaciones sociales.

Por otro lado, los síntomas físicos pueden ser enrojecimiento, latidos rápidos del corazón, temblores, sudoración, malestar estomacal o náuseas, dificultad para respirar, mareos o aturdimiento, sensación de que su mente se quedó en blanco y tensión muscular.
Algunos ejemplos de lo que las personas con este diagnóstico suelen evadir son:
- Interactuar con personas desconocidas o extraños
- Asistir a fiestas o reuniones sociales
- Ir al trabajo o la escuela
- Iniciar la conversación
- Hacer contacto visual
- Tener citas
- Entrar a una habitación donde los demás ya estén sentados
- Devolver artículos a una tienda
- Comer frente a los demás
- Usar un baño público
Los síntomas del trastorno de ansiedad social pueden cambiar con el tiempo. Consulte con el médico si teme o evita situaciones sociales normales porque le causan incomodidad, angustia o pánico.
El Tiempo/GDA
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