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Advierten que legalizar venta no reduce consumo de pasta base

| Respaldan uso clínico pero consideran que habilitación merece una discusión aparte

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El País

Legalizar la venta de marihuana podría dar seguridad a quienes la consumen porque no tendrían que negociar con traficantes, pero no disminuirá el consumo de pasta base ni de otras drogas como aspira el gobierno, aseguró la catedrática de Toxicología.

La propuesta de la legalización de la venta de marihuana, oficializada ayer, volvió a plantear la discusión técnica sobre los efectos que tiene esta droga sobre la salud. Uno de los cuestionamientos a nivel público es si la marihuana es más o menos nociva que el cigarrillo.

Amalia Laborde, directora de la cátedra de Toxicología de la Facultad de Medicina, fue categórica: "Si uno piensa en la alteración de las percepciones que genera la marihuana, en el riesgo de desarrollar crisis de pánico y reacciones psiquiátricas agudas (y la implicancia que esto tiene para su salud y seguridad), sin ninguna duda es más tóxica que el cigarrillo".

La toxicidad es mayor cuanto más joven es la persona. El sistema nervioso se encuentra en desarrollo desde la etapa embrionaria hasta los 18 años. "Si se piensa en una embarazada o en una mujer en edad fértil que pueda haber concebido y no lo sepa, la marihuana es sin dudas más tóxica que el cigarrillo", comentó Laborde. En sí es considerada un "teratogénico", sustancia que altera la formación del feto.

En la misma línea, estimular o sobre estimular determinadas zonas del cerebro a un nivel extremo, aumenta el daño sobre las funciones cognitivas de adolescentes y jóvenes. Estos últimos, comentó la especialista, tienen una mayor tendencia a sufrir enfermedades psiquiátricas que se asocian con la alteración de los neurotransmisores del cerebro (ver infografía).

La técnica admitió que el nivel del daño aumenta según el contexto familiar del consumidor, cómo es su salud física y psíquica, con qué regularidad consume y cuántas son las dosis que recibe su cuerpo. Esto tampoco significa, advirtió Laborde, que el tabaco sea inocuo en la medida en que la persona suele fumar muchos cigarros al día, aumentando su exposición.

En cuanto a la pertinencia o no de la legalización de la venta de marihuana, la catedrática de Toxicología dijo que si bien podría aumentar la seguridad de las personas que la adquieren porque no tendrían que negociar con traficantes, no es una medida que pueda limitar el consumo de pasta base ni de otras drogas más duras, ni tampoco disminuir sus efectos a nivel social.

"Una cosa no está ligada a la otra. Que el consumidor no tenga que traficar con comerciantes ilegales lo pone en situación de más seguridad y limita el tráfico ilegal", subrayó. Pero "eso no quiere decir que vamos a evitar que un individuo consuma pasta base". En esto interviene un entramado de factores sociales que son más profundos.

Por otra parte, Laborde dijo que está demostrado a nivel internacional que la disponibilidad de marihuana no necesariamente aumenta su consumo en la población, otro de los aspectos que se discuten públicamente. Tampoco existe evidencia científica, comentó la especialista, de que las personas que consumen pasen indefectiblemente a ser adictas de drogas más fuertes.

Para Laura Viola, catedrática de Psiquiatría Infantil, la legalización de la venta facilitaría que una persona con vulnerabilidad familiares y psicológicas encuentre en la droga un refugio para sus problemas.

USO MÉDICO. En algunas zonas de Estados Unidos, como en el estado de California, la venta de marihuana está permitida para fines terapéuticos. Estudios internacionales han demostrado su uso para el alivio del dolor crónico en pacientes con cáncer. También ha sido utilizado para combatir las náuseas y los vómitos que sufren personas con sida en estado avanzado.

Para Laborde, quien dirige el Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico del Hospital de Clínicas, la discusión sobre los usos medicinales de la marihuana es un tema diferente al de la regularización del consumo y la venta a nivel público.

"Si existe la posibilidad de que pacientes se puedan aliviar mediante el uso de compuestos de la marihuana o incluso a través de fumarla en cigarrillos, yo estaría de acuerdo y favorecería todas las investigaciones porque me parece que las personas se lo merecen", enfatizó la toxicóloga.

Pero su aplicación para este uso, agregó, necesita ser abordado con la seriedad con que se discute una terapia médica. La morfina también es una droga de abuso y eso no significa que no se administre de forma controlada, subrayó.

Desde esta línea, Laborde consideró que regularizar la venta de la marihuana podría facilitar la investigación científica y el conocimiento de los consumidores. Regularizar la venta no implica aceptar el consumo, subrayó la técnica.

La sociedad se merece la discusión sobre los efectos de la medida a nivel público, "la marihuana va a seguir siendo igual de peligrosa sea legal o ilegal", concluyó la especialista.

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