Tuberculosis: enfermedad subestimada en Uruguay

Riegos. "Estamos jugando con fuego", dice coordinador de la Lucha Antituberculosa

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Una de cada tres personas en Uruguay y el mundo está infectada por tuberculosis. Si le bajan las defensas se enferma, contagia y puede morir. Sin embargo, médicos, docentes y usuarios de la salud en Uruguay subestiman esa realidad.

¿Si usted tiene tos con flemas durante 15 días puede tener tuberculosis? Lo peligroso no es que usted no lo piense, lo peligroso es que su médico tampoco lo sospeche. Así lo entiende Jorge Rodríguez de Marco, coordinador general de la Comisión Honoraria para la Lucha Antituberculosa.

Rodríguez señala que es entendible que si la tuberculosis no impacta en la salud como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer, los clínicos no la prioricen al momento de atender al paciente.

"Pero de todas formas estamos jugando con fuego. Hoy no es un problema pero si seguimos así va a serlo y eso va a llevar vidas y calidad de vida".

Vidas como la del hermano de Érica Chivel, un joven de 19 años de quien se supo que tenía tuberculosis cuando falleció. Otra hermana había estado al borde de la muerte.

Entonces sí, se estudió a la familia y se supo que Érica tenía los bacilos (microorganismos que provocan la enfermedad). Siguieron la cadena de sus contactos, estudiaron a los niños de la escuela Nº 338 y encontraron a cinco infectados.

Pasado el verano y de vuelta en las clases volvieron a estudiarlos. Los bacilos se habían reproducido en el cuerpo de cinco niños más.

Fue el foco detectado en Punta de Rieles semanas atrás. "No sé por qué tomó estado público pero de estos focos ocurren dos o tres por año", comenta Rodríguez, médico internista. A raíz del foco se supo que en los últimos tres años los casos de niños con tuberculosis se triplicaron y que entre la población general solo en 2011 hubo un aumento del 17% en los casos detectados.

"La preocupación por el diagnóstico de la enfermedad entre los integrantes del equipo de salud tiende a disminuir y, a su vez, la detección de los casos tiende a retardarse".

La cita no es de Rodríguez sino de un documento elaborado en 2007 con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud con motivos de los 25 años del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis. La advertencia se hizo realidad.

Para el coordinador general de "la lucha", como se conoce en el ámbito médico a la comisión, la gente se olvidó de la enfermedad porque en la década del 80 los casos bajaron y en los años 90 y 2000 se estancaron.

Hoy hay al menos tres ámbitos donde este olvido se volvió problemático, según el técnico. En la facultad de Medicina, donde en su opinión los docentes enseñan la enfermedad con "criterio enciclopédico", sin presentarla como un problema a estar atento; en la enseñanza, donde los docentes no reciben formación a cerca de la tuberculosis ni hablan de ella a los alumnos; y en las policlínicas.

"La lucha" tiene oficinas en todos los hospitales del país; con algunas policlínicas tiene contacto, pero no con todas. Y es allí, en el llamado primer nivel de atención, donde los usuarios consultan si tienen tos. Y donde puede detectarse si en 15 días no se les ha ido.

Una forma de resolverlo, según el médico internista, sería incorporar a la atención cotidiana de las policlínicas un programa de búsqueda de casos de tuberculosis. Si hay sospecha, se podrían indicar exámenes como se hace para otras enfermedades de forma rutinaria.

En la periferia de Montevideo, donde la mayoría de los usuarios se atiende en policlínicas, es donde se registran la mayor cantidad de casos. Si hubiera un seguimiento exhaustivo, en opinión de Rodríguez de Marco, evitarían los estados avanzados de la enfermedad.

Muchos pacientes son detectados después de seis meses con síntomas, cuando tienen comprometidos los pulmones y hasta su vida.

Como parte de toda esta realidad desde hace años "la lucha" tiene a su cargo el Programa Nacional de Vacunación y debe satisfacer la demanda de atención de ambos programas con la misma cantidad de funcionarios. Para Rodríguez de Marco "este no puede ser un problema solo de la lucha".

Les pagan

Como forma de incentivar la constancia en el tratamiento de la tuberculosis, el Estado dispone mensualmente de más de medio millón de pesos. Solo por tener la enfermedad cada paciente tiene derecho, por ley, a recibir unos 700 pesos por mes y otros 400 por cada hijo que tenga, además del pago de los boletos para retirar la medicación. Teniendo en cuenta los 800 pacientes que la padecen y sin contar lo que reciben por cada hijo, la cifra asciende a $ 560.000 por mes; $ 6.720.000 al año. Algunos no lo aceptan pero la mayoría los recibe.

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