Publicidad

Soldados cada vez más especializados

un rescate en somalia y la muerte de bin laden revelan el papel de las fuerzas especiales

Compartir esta noticia

Se lanzaron de noche en paracaídas, avanzaron tres kilómetros hasta su objetivo, mataron a nueve secuestradores, rescataron a los dos rehenes y salieron de la zona en helicópteros Black Hawk. Ningún herido ni muerto entre sus filas. Todo en una hora.

Así fue la operación encubierta del "Grupo Seis" de los SEAL (el mismo que mató a Osama bin Laden) que liberó al danés Poul Thisted y a la estadounidense Jessica Buchanan, secuestrados hace tres meses en Somalia.

Un ejemplo claro de la estrategia que a comienzos de año anunció el presidente Obama: fuerzas militares pequeñas, capaces de realizar ataques quirúrgicos en cualquier escenario. Y que acaba de ratificar el secretario de Defensa, Leon Panetta, al anunciar las nuevas prioridades dentro del prepuesto de su cartera: un aumento del 10% en fuerzas especiales en cuatro años (de 63.750 a 70.000 efectivos), como parte de la creación de comandos capaces de operar en toda clase de escenarios específicos de Asia, África o América Latina.

¿Pero qué los diferencia de los soldados tradicionales? Básicamente, operan en grupos reducidos (de cuatro a 12 integrantes), siempre tras las líneas enemigas, en cualquier clima; hablan idiomas, se adaptan a las condiciones de la misión (saltar en paracaídas, bucear), usan alta tecnología, manejan diferentes técnicas de combate y su precisión con armas es superior a la de un soldado promedio.

Durante la última década, guerras como las de Afganistán e Irak -con masivos despliegues de tropas y equipo militar- han tenido un altísimo costo en vidas y dinero. Por eso, grupos como los SEAL y los Boinas Verdes (ambos creados por Kennedy) o la Fuerza Delta (nacida durante el gobierno de Carter) han ido adaptándose a nuevas amenazas. (El Mercurio/GDA)

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad