Publicidad

Los rostros de la Depresión

Compartir esta noticia
 20121010 542x600

HABLAR DE LA Guerra Civil española es hablar del miliciano de Capa; pensar de la captura de Bin Laden es recordar aquella foto de Obama y su equipo asistiendo compungidos en directo a su cacería. Si el período histórico que se nombra es la Gran Depresión estadounidense, una mujer con mirada de madonna, la mano sobre la cara y varios niños a su alrededor empezará a dibujarse ante los ojos. Es el famoso retrato Migrant mother de Dorothea Lange, la fotógrafa de la Gran Depresión.

Dorothea Lange (New Jersey, 1895- San Francisco, 1965) es una de las documentalistas imprescindibles en la historia de la fotografía. Sus instantáneas más famosas fueron tomadas en regiones rurales, mientras trabajaba para el departamento de Agricultura del gobierno registrando las migraciones laborales a los campos de algodón y de arvejas. Junto a su segundo esposo, Paul Taylor, publica An American Exodus, A Record of Human Erosion, que recopila imágenes tomadas durante la Depresión y testimonios recogidos por Taylor. Otro proyecto fue el registro de la recolocación en campos militarizados de los nisei norteamericanos -descendientes de japoneses, segunda generación- tras el ataque de Pearl Harbour. Durante muchos años estas fotografías no salieron a la luz, ya que podrían generar un problema ético al que el gobierno estadounidense no quería arriesgarse. El pequeño libro Dorothea Lange, de Mark Durden, es una de esas selecciones cronológicas de imágenes que hace Phaidon con lo mejor de los mejores.

EL LENGUAJE CORPORAL.

Comenzó retratando a las clases altas de la sociedad, pero fue tras el crack del 29 cuando su mirada se desplazó hacia quienes serían a partir de entonces los protagonistas de sus imágenes: los individuos y familias con menores recursos económicos. Personas que se destacan en la multitud para dejar de ser un número y volverse rostros individuales. Y que, aún en la miseria absoluta, conservan la dignidad y la actitud de resistencia. En alguna ocasión se ha apuntado a que los encuentros con Paul Strand en Taos (México) a finales de los años 20 fueron determinantes para este cambio de dirección artística. Ver a Strand en acción, trabajando en el documentalismo, terminó por convencerla de que ese camino era posible.

El primero de estos rostros fue White Angel Breadline, un hombre con una taza vacía y su sombrero calado que espera como otros muchos una ración de sopa de tomate. A diferencia de los otros, el protagonista de la imagen está de espaldas a la multitud y al lugar en el que debe estar el puesto de caridad. El pintor Maynard Dixon, primer esposo de Lange, definió esta nueva orientación fotográfica como la búsqueda del "hombre olvidado". Y sin embargo, no es el olvido lo que marca o destaca las imágenes de la fotógrafa, sino los gestos y expresiones en ese olvido.

Son las posiciones corporales, los primeros planos o los detalles en los retratos a través de los cuales se lee y se entiende la Gran Depresión. A los siete años Dorothea Lange contrajo poliomielitis, que le dejó una cojera en la pierna derecha y problemas de salud a lo largo de toda su vida. Esta dificultad probablemente le hizo desarrollar una conciencia corporal más profunda y despertó su capacidad para capturar el lenguaje no verbal, tanto como reflejo de los pensamientos individuales como de las relaciones entre los diferentes sujetos.

Hoe Culturees un "retrato" en el que no aparecen la cabeza, la mitad de las piernas del sujeto ni tampoco apenas el entorno. Porque lo único que Lange necesitaba era mostrar las manos y las ropas gastadas de este recolector de algodón. La frase de Lange completa la imagen: "Las mismas familias que producen el cultivo de algodón mundial a menudo tienen necesidades de productos básicos de algodón".

MUJERES DE FAMILIA.

En la tarjeta de visita de Lange estaba escrito "fotógrafa del pueblo", y como responsable de ese pueblo que se sentía, sus imágenes reclamaban el lugar que le correspondía a aquellos sectores de la población en desigualdad como las mujeres, los descendientes de japoneses o la población negra en el sur de EE.UU. Además de las instantáneas de denuncia más obvias -como el Negro Cementeryo el cartel "I`m an american" en una tienda de alimentación de un nisei-, esa reivindicación se observa en sus imágenes de grupos, en las tensiones que se observan entre los fotografiados.

La mujer es generalmente la protagonista de las imágenes en las que aparece. Grupos familiares en los que ella suele ser la que mantiene la mirada serena y soporta el peso psicológico del entorno. En muchas de sus imágenes el padre está ausente, como también estuvo ausente su padre durante su infancia, lo que configuró su modelo ideal de familia, que se basa en la relación materna. Cuando sí incluye a los hombres, estos parecen abatidos, convirtiéndose en otro de los niños y no en el "cabeza de familia" que socialmente debería ser.

Dorothea Lange fue la primera mujer en recibir la beca Guggenheim de Fotografía; fue confundadora de la revista Aperture y nueve de sus imágenes fueron incluidas en la exposición The Family of Man en el MoMA. Como Margaret Bourke-White -primera mujer corresponsal de guerra- Lange juega un papel determinante en la introducción igualitaria de la mujer en la fotografía; pero no sólo poniendo el foco en ellas, sino siendo su abanderada

DOROTHEA LANGE, de Mark Durden. Phaidon, 2011. Londres/Nueva York, 127 págs. Distribuye Océano.

Una tierra dura

JUNTO A LA fotografía Woman of the High Plains(1938) se incluye el testimonio de la protagonista, esposa de un emigrante laboral, sobre sus condiciones de vida:

"Hemos hecho buena plata sacando copos de algodón, cuando podíamos. Pero no hemos tenido trabajo desde marzo. Cuando lo perdemos, nos sentamos y comemos siempre lo mismo. Lo peor que hicimos fue cuando vendimos el coche, pero teníamos que venderlo para comer, y ahora no podemos irnos de aquí. Nos habríamos muerto de hambre si no hubiera sido por lo que mi hermana de Enid me envió. Cuando nevó el pasado abril tuvimos que quemar porotos para calentarnos. No podés tener ningún alivio hasta que vivís un año aquí. Esta tierra es una tierra dura. No van a ayudar a enterrarte aquí. Si te morís, estás muerta, eso es todo".

(Traducción de María Sánchez)

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad