JORGE REBELLA
El centro de desarrollo global en Uruguay está orientado a atender los negocios en los mercados externos. Aquí se complementa tecnológicamente el respaldo que, desde India, Tata Consulting Services (TCS) provee a sus clientes estadounidenses y europeos, sobre todo de los sectores financieros y de seguros, explicó Subramaniam Ramadorai, CEO y director gerente de TCS, el brazo informático del Grupo Tata que es uno de los mayores conglomerados industriales de India. El entrevistado, que visitó Montevideo recientemente, ha desempeñado un rol fundamental para que la firma se convirtiera en una empresa global en desarrollo y servicios de software con ingresos de US$ 5.700 millones en el último año fiscal. A continuación un resumen de la entrevista concedida a ECONOMIA & MERCADO.
-¿Cuál ha sido el objetivo del grupo indio Tata, que tiene presencia en seis continentes en áreas tan diversas como acero, automotriz, energía, hospitales, té, etc., al crear Tata Consultancy Services?
-TCS se fundó en Mumbai (ex Bombay) en 1968 con el propósito de atender al mercado tecnológico de India. Seis años más tarde inició sus operaciones internacionales y en 1979 ingresó al mercado estadounidense. A partir de mediados de la década del noventa, se aceleró su expansión global, habiendo alcanzado los niveles más altos en términos de ingresos, personal y presencia internacional. Desde entonces, la estructura de la empresa ha tomado nuevas formas al contar con más de cincuenta centros de desarrollo alrededor del mundo.
-¿Qué nichos de mercado ha descubierto TCS para crecer con tanto dinamismo en los últimos años?
-Sin duda ese crecimiento se explica por su especialización en outsourcing y offshoring (N.del R.: tercerización y exportación de servicios globales) para el sector de las tecnologías de la información. Esas tareas iniciadas en India nos diferenciaron desde un principio del resto de la competencia y la posterior instalación de centros de desarrollo en seis continentes nos ha convertido en líderes mundiales en servicios informáticos.
-¿Cuáles son las dificultades más serias que enfrenta TCS para continuar hoy creciendo?
-Nuestra preocupación principal son las políticas de proteccionismo laboral existentes y que podrían intensificarse en el futuro. En este sentido, nos perjudica que algunos gobiernos nieguen el otorgamiento de visas para el ingreso de los técnicos de TCS que van a trabajar en forma temporaria en un determinado proyecto.
El otro problema de importancia se refiere a la lesión de los derechos de propiedad intelectual. En muchos países se permite la reproducción del software sin el debido consentimiento de sus dueños, quienes invierten tiempo y dinero en I+D. TCS no puede aceptar en ningún lugar del mundo esa política que viola los principios éticos empresariales.
-¿En qué medida ha afectado la actual crisis internacional a los negocios de TCS a nivel global?
-Este torbellino económico ha impactado negativamente a toda la industria y no sólo a TCS. El gasto se ha restringido drásticamente en todas las compañías en los últimos doce meses y, por consiguiente, hemos tenido que cuidar los costos de nuestras operaciones y buscar una mejora de la productividad. Sin embargo, nuestros clientes han continuado apoyando los proyectos que habíamos emprendido antes de estallar la crisis global y, recientemente, hemos advertido un aflojamiento de los controles sobre el gasto y el comienzo de una mayor demanda de servicios.
-TCS opera intensamente con servicios de outsourcing con Estados Unidos. ¿No teme que las políticas de la administración Obama que procuran crear más puestos de trabajo en ese país reduzcan el volumen de negocios de TCS?
-No lo creo porque, además de sus servicios de outsourcing, TCS tiene presencia física en todo el mundo. Nuestra empresa ha instalado tres centros de distribución en Norteamérica. Dos están en Ohio y New Jersey, Estados Unidos, y el otro en Canadá. Como el compromiso de TCS con las comunidades en donde opera se ha ido cimentando durante los últimos treinta años, nuestro modelo de trabajo es absolutamente compatible con las necesidades de los clientes.
Recursos humanos
-¿Cuántas personas trabajan para TCS?
-Nuestra empresa cuenta con 143.000 profesionales, de los cuales 85.000 trabajan en India y los otros 58.000 en el resto del mundo, con un nivel técnico de excelencia y, sobre todo, con enorme capacidad para solucionar problemas en una vasta gama de sectores. A pesar de la crisis económica actual, a fines de este año habremos reclutado 18.000 empleados más para atender nuestros negocios globales.
-¿Qué tipo de profesionales procura contratar TCS?
-Nuestra empresa se caracteriza por crear equipos integrados por expertos de diversas ramas del conocimiento, que cuenten con experiencia en su especialidad, con una formación excelente en tecnologías de la información y con capacidad para trabajar coordinadamente con otros profesionales. Además de necesitar ingenieros y analistas en informática, nos interesa contratar arquitectos y administradores de empresas, así como expertos en banca, finanzas y seguros, técnicos en telecomunicaciones e ingenieros industriales. Se trata de personas que puedan asumir responsabilidades como gerentes de proyectos para mejorar la calidad de los trabajos asignados, preparar presupuestos equilibrados y cumplir con las entregas en tiempo y forma.
-TCS busca profesionales talentosos al igual que otras empresas que desarrollan programas informáticos. ¿Cuánto incide esa competencia en procura de "materia gris" en los costos salariales?
-En los últimos años los salarios de los profesionales de TCS crecieron entre 15% y 25% anualmente debido a la fuerte puja por contratar talentos en diferentes áreas. Sin embargo, los efectos de la actual crisis han cambiado las condiciones del mercado, a diferencia de lo que ocurría hasta no hace mucho tiempo cuando la demanda laboral excedía por lejos a la oferta de técnicos. Ahora los aumentos son, a lo sumo, de un dígito y, por lo general, están asociados a una mayor productividad en el trabajo.
TCS en Latinoamérica
-¿Qué actividades desarrolla TCS en América Latina?
-Nuestra presencia en esta región, así como en otras partes del mundo, tiene varios objetivos. En primer lugar, procuramos acceder a los mercados latinoamericanos para ofrecer servicios informáticos que permitan incorporar soluciones al soporte tecnológico de clientes potenciales. En segundo término, prestamos servicios offshore a las compañías internacionales a través de las ventajas de las redes de comunicación. Tercero, nos interesa desarrollar las capacidades de nuestros servicios de consultoría y de procesos de negocios debido a la importancia que Latinoamérica reviste para nuestros clientes globales, especialmente de España, Portugal y Estados Unidos.
-¿Cuántas unidades de servicios tiene TCS en América Latina?
-Operamos en siete países de esta región. El primer centro de desarrollo global se instaló en Uruguay en 2002. Luego se han ido agregado centros en Chile, Brasil, México, Ecuador, Colombia y, desde hace dos años, en Argentina. En Buenos Aires, acabamos de abrir un centro de excelencia en el polo tecnológico de Parque de los Patricios, desde donde prestaremos servicios de consultoría y tercerización. También se realizarán trabajos complementarios de los proyectos que se llevan a cabo en nuestras unidades de Uruguay y Brasil. Para ello, hemos comenzado a operar con una plantilla de 250 empleados, que pensamos ir aumentando hasta llegar a los 1.400 de acuerdo con el crecimiento de la demanda.
Centro en Uruguay
-¿Cómo evalúa el funcionamiento del centro de desarrollo global de TCS en Uruguay con respecto a sus similares de la región?
-TCS se instaló en Uruguay hace siete años porque nos sorprendió gratamente el interés de los uruguayos en contar con una unidad de desarrollo de soluciones informática. Antes de decidirnos, comprobamos los niveles de excelencia de los profesionales locales. Esa primera impresión se vio plenamente confirmada por el compromiso, la capacidad y el muy buen desempeño demostrado por los 750 empleados que trabajan en nuestro centro de desarrollo global en Montevideo.
-¿Cuáles son las principales actividades que desempeña TCS desde Uruguay?
-El centro de desarrollo global en Uruguay está orientado a atender los negocios en los mercados externos. Aquí se complementa tecnológicamente el respaldo que, desde India, TCS provee a sus clientes estadounidenses y europeos, sobre todo de los sectores financieros y de seguros. Esta unidad se especializa en diseñar programas para operar en la Web, e incluso cuenta con una locación para el testeo de los mismos. Además, si el gobierno uruguayo lanza algún trabajo relacionado con las tecnologías de la información, queremos ser un centro capaz de motivar y apoyar esas iniciativas. Recientemente hemos observado proyectos interesantes en Uruguay; por eso, estamos invirtiendo en un team que buscará oportunidades localmente.
-¿Qué planes tiene TCS para su centro de desarrollo en Uruguay?
-Acabamos de ampliar nuestras oficinas en el centro de Montevideo que complementan las actividades que realizamos en Zonamerica. Esto nos permite ampliar la capacidad locativa, garantizar la operación continua al operar dos centros separados y proporcionar a nuestra gente espacios de trabajo modernos y adecuados. De cara al futuro, proyectamos seguir incrementando las destrezas del personal para aplicarlas en operaciones de apoyo tecnológico, tanto al gobierno uruguayo como a clientes privados, que se irán desarrollando en conjunto con nuestros centros en México, Brasil, Europa e India. Al respecto siempre nos hemos sentido apoyados por la comunidad empresarial de Uruguay y estamos ahora abocados a nuevos proyectos que nos permitirán ofrecer soluciones de clase mundial al mercado local.
-¿Cuáles son las fortalezas y debilidades que tiene Uruguay como sede de un centro de desarrollo global de TCS?
-Su mayor capital es sin duda el talento de los profesionales locales, que pueden incorporarse rápidamente a los equipos de TCS y atender a los clientes en cualquier parte del mundo. Esto lo hemos comprobado desde que desembarcamos en este país y desarrollamos nuestra marca a partir de cero en Latinoamérica. Sin embargo, el crecimiento de nuestro centro de desarrollo global en Uruguay está limitado por la disponibilidad de personal dada su cantidad de habitantes, sobre todo si la comparamos con India, donde uno de nuestros centros emplea a más de 10.000 personas.
Dinamismo de India
-En pocas décadas, India se ha convertido en un país emergente muy dinámico. ¿Cómo ha podido su economía crecer con tanto ímpetu?
-Atribuyo ese logro fundamentalmente al espíritu emprendedor de su pueblo y al recurso más abundante de India que es su capital intelectual. Este patrimonio cultural se ha ido acrecentando gracias a los progresos del moderno sistema universitario que surgió a partir de la independencia en 1947. Cada año se gradúan unos 10 millones de estudiantes universitarios y de cursos de postgrado, de los cuales 800.000 egresan como ingenieros. Además, un número muy importante de profesionales, sobre todo en las áreas de ingeniería y administración de empresas, complementan sus estudios en el exterior. Los universitarios indios se mantienen vinculados con los centros científicos de más alto nivel de Estados Unidos y Alemania, lo que les permite tener conocimientos actualizados y les facilita su comunicación con clientes extranjeros.
-Muchos países emergentes intentan replicar el éxito económico de India. ¿Cuáles son sus recomendaciones al respecto?
-Deben tener en cuenta que la apertura de los mercados es uno de los requisitos básicos para el progreso económico. En India, cualquier extranjero puede abrir un negocio en muy poco tiempo y recibir el mismo tratamiento que un empresario local, ya sea para funcionar independientemente, para asociarse con una compañía india, etc. Es necesario poder acceder con facilidad a un sistema de telecomunicaciones eficiente y económico para que empresarios y académicos puedan estar en contacto permanente con el mundo. Para la radicación de inversiones, es conveniente diseñar programas que alivien la carga tributaria de las nuevas empresas y contar con un marco regulatorio muy claro que facilite la implementación de los proyectos.
-¿Recuerda algunas medidas tomadas por el gobierno indio para acompañar la apertura económica de su país?
-Una de las medidas más interesantes fue la creación de las zonas económicas especiales, que otorgan una exoneración impositiva de quince años a las empresas que se radiquen allí, y de los parques tecnológicos, que exoneran a los usuarios de todo tipo de tributos durante diez años. Por ejemplo, hay varios centros de desarrollo de TCS instalados en dichas zonas económicas. También el gobierno ha empezado a dar subsidios a las empresas que capaciten a su personal, utilicen fuentes solares para la generación de energía eléctrica o reduzcan la emisión de dióxido de carbono en sus fábricas.
La apertura económica requiere políticas sostenibles
-¿Qué aspectos de las empresas latinoamericanas pueden compararse con los de la India?
-Quizás la similitud más importante se halla en el capital intelectual, que es el activo más valioso de los países emergentes. Algunas empresas latinoamericanas han logrado índices muy buenos de capacitación de sus recursos humanos, sobre todo en materia informática. Sus profesionales no sólo cuentan con un sólido bagaje de conocimientos teóricos, sino que también han adquirido destrezas que les permiten desempeñarse sin ninguna clase de dificultades para resolver problemas que se les presentan a empresas internacionales.
-¿Cuáles son las lecciones claves que los latinoamericanos deberían aprender del éxito de las empresas tecnológicas de la India?
-Recomiendo que los gobiernos alienten la creación de empresas tecnológicas y desarrollen políticas de estabilidad macroeconómica dentro de un marco de apertura económica que contribuya a aliviar la presión tributaria, fomentar el empleo y capacitar a la fuerza laboral. Eso no se consigue sólo con la aprobación de un paquete de medidas, sino que requiere políticas sostenibles y continuas en el tiempo. Cuanta mayor facilidad exista para crear empresas y concretar negocios en base a una legislación clara y libre de ambigüedades, más atractivo será el país para invertir.
Por otra parte, el sistema educativo tiene que fomentar la formación de ingenieros informáticos a efectos de que el número de graduados pueda satisfacer la demanda creciente de la industria global.
-¿Cree que la prosperidad de América Latina dependerá de su desarrollo tecnológico o de la explotación adecuada de sus abundantes recursos naturales?
-Va a depender de ambos aspectos. No se puede apostar a la mera extracción de los recursos naturales porque un producto terminado o semiterminado tiene mucho más valor que una materia prima. Por eso, se deben utilizar tecnologías cada vez más eficientes para obtener mayores utilidades en la minería, los cultivos, la forestación y la ganadería, al igual que en las cadenas de producción y distribución. Además, la progresiva industrialización de los recursos naturales de América Latina va a requerir el desarrollo acelerado del sector servicios, que actualmente es el que genera más empleos. No basta con fabricar productos; se necesitan profesionales que contribuyan a crear marcas propias y posicionar a los productos latinoamericanos en el mercado internacional.
Buenas universidades, capitales de riesgo y emprendedores
-¿Qué papel desempeña la innovación en el esquema de negocios de TCS?
-Si no invertimos en innovación, nuestra compañía no podrá sobrevivir en un mundo donde la tecnología juega un rol cada vez más importante. Por eso, el grueso de nuestras inversiones se destina, primero, a la capacitación de nuestro personal; segundo, al desarrollo de nuevas tecnologías; y, tercero, a la aplicación de esos programas en la resolución de problemas informáticos. En la medida que podamos cumplir esas tres tareas, nos mantendremos como líderes en el mercado mundial.
-Hace un tiempo se conoció que TCS tenía intenciones de crear en Uruguay un laboratorio de innovación en tecnologías de la información. ¿Qué novedades hay al respecto?
-Comenzamos con la creación de un centro de innovación en Chile. También hemos montado en Uruguay dos centros de excelencia: uno para tecnologías Web y otro para procesos y prácticas de testeo porque siempre estamos buscando la posibilidad de innovar en informática. Cabe aclarar que esas tecnologías ya se han creado, es decir ya han sido inventadas, y están disponibles en el mundo. Justamente la labor de nuestros laboratorios de innovación, donde hoy trabajan más de 500 personas, consiste, por un lado, en la investigación en ingeniería de software y, por otro, en encontrar respuestas concretas a una cantidad de problemas que se les pueden presentar a nuestros clientes al aplicar esas tecnologías en diversas áreas.
-¿Existen condiciones en Uruguay para desarrollar proyectos innovadores?
-Cualquier país que aspire a ser innovador debe contar con tres pilares: un buen nivel de educación superior, fuentes de capital de riesgo y emprendedores. Es esencial contar con un sistema universitario que fomente la combinación del conocimiento teórico con su aplicación práctica. A su vez, la sociedad debe hallar los mecanismos que promuevan la creación de fondos de riesgo, públicos y privados, que generen las condiciones para el desarrollo de emprendimientos semillas. Para ello Uruguay tendría que elegir algunos instrumentos como, por ejemplo, mayores incentivos fiscales para las inversiones en I+D, una legislación más eficiente para proteger la propiedad intelectual, etc. Asimismo, es imprescindible estimular al máximo las potencialidades de los profesionales para que se vuelquen hacia ese tipo de emprendimientos. Al respecto nos da mucho orgullo poder apoyar organizaciones como Endeavor que procuran fomentar nuevos emprendedores de alto impacto.