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Recesión democrática

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Larry Diamond, experto en democracia de la Universidad Stanford ha publicado un ensayo titulado “Enfrentando la recesión democrática”. En el mismo dice: “Alrededor del 2006 la expansión de la libertad y la democracia en el mundo sufrió un prolongado frenazo.

Larry Diamond, experto en democracia de la Universidad Stanford ha publicado un ensayo titulado “Enfrentando la recesión democrática”. En el mismo dice: “Alrededor del 2006 la expansión de la libertad y la democracia en el mundo sufrió un prolongado frenazo.

Desde 2006 no ha habido una neta expansión en el número de democracias electorales, que ha oscilado entre 114 y 119 (alrededor del 60 por ciento de estados del mundo)… El número de democracias electorales y liberales empezó a declinar después de 2006 y luego se acható. Desde 2006 el nivel de libertad en el mundo también se ha deteriorado levemente”.

Diamond agrega que desde el año 2000 ha contado 25 fracturas de democracias en el mundo, “no solo a través de palmarios golpes militares o ejecutivos sino también a través de degradaciones sutiles en derechos democráticos y procedimientos… Algunos de estos quiebres ocurrieron en democracias de baja calidad, y sin embargo en cada caso un sistema de libre y justa competencia electoral multipartidaria fue desplazado o degradado hasta un punto bien por debajo de los estándares mínimos”.

Pocos días después, Thomas L. Friedman en “The New York Times” se hizo eco de las palabras de Diamond. Considera que la Rusia de Vladimir Putin y la Turquía del presidente Erdogan son abanderados de esta tendencia junto con Venezuela, Tailandia, Botswana, Bangladesh y Kenya. Agrega que los observadores de “Freedom House” han verificado que en el lapso 2006-14 muchos más países declinaron en sus niveles de libertad que los que mejoraron.

¿A qué se debe esta tendencia? Diamond piensa que los autócratas actuales aprenden rápido y se adaptan, habiendo desarrollado y compartido “nuevas tecnologías de censura y estrategias legales para restringir los grupos de sociedad civil y coartan la asistencia internacional dirigida a ellos.” Asimismo, viejos hábitos de corrupción y abuso de poder quedaron relegados durante los años Noventa y comienzos del siglo actual, cuando estaba en ascenso la democracia post-Guerra Fría. Pero ahora, autócratas corruptos sienten que pueden comportarse tan desagradable y codiciosamente como quieran. Adicionalmente, dice Friedman, China, que no tiene estándares de democracia ha desplazado a Estados Unidos com el más valorado proveedor de ayuda extranjera en Africa. A esto se agrega que la guerra contra el terrorismo ha suplantado la promoción de la democracia como la primera prioridad estadounidense.

Estremecimientos que se sienten también en países sudamericanos donde los titulares del Poder Ejecutivo censuran la prensa y pretenden asfixiar a los otros poderes del Estado. Cosas que en días recientes han encontrado formas de evidenciarse en, por ejemplo, Ecuador, Venezuela o Argentina.

Pero Diamond empuja a los demócratas a no perder la fe, ya que la democracia estimula la imaginación de los pueblos como ningún otro sistema, siempre y cuando siga manteniendo un modelo perceptiblemente digno de ser seguido. Como cierta vez dijo Winston Churchill: “Nadie pretende que la democracia sea perfecta u omnisapiente. En realidad se ha dicho que la democracia es la peor forma de gobierno si se exceptúan todas las otras formas ensayadas de tiempo en tiempo.”

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Álvaro Casal

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