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Los varios niveles de una ficción

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España 2014. Dirección y guión: Roberto Castón. Foto: Juan M. Azpiroz. Intér- pretes: Roberto Álamo, Cuca Escribano.

En una escena de la inminente La piel de Venus de Roman Polanski, que al igual que este film español juega a la "ficción dentro de la ficción", la protagonista Emmanuelle Seigner se queja, autoparódicamente: "¡Esto es un clisé!". Por supuesto que lo es, y uno de los favoritos del cine "intelectual", pero ese no es en sí mismo un problema, y Polanski lo sabe. Toda la ficción es en definitiva clisé (o más estrictamente convención), y hace rato que se dice por ahí que hay solamente diez historias, todas han sido contadas, y el resto son solo variaciones. El talento (o la falta de él) de un artista consiste en hacer interesante su clisé.

Es el caso del director y guionista Roberto Castón, que aquí usa la convención del grupo de actores y su director que se reúnen para un ensayo. Bajo las indicaciones del director ficticio (Roberto Álamo), los actores-personajes interpretan diversas situaciones, las modifican, las inventan. Y, de alguna manera, también se revelan a través de ellas: en más de un momento el juego de máscaras se desmorona, y los agonistas enfrentan sus respectivas verdades.

Película de presupuesto mínimo y producción demorada, Los tontos y los estúpidos exhibe un aire aparentemente desaliñado que es también otra máscara: hay todo un esmero en su aparente improvisación, y hay varias dosis de sensibilidad en la dirección y el elenco para enfrentar al espectador con la humanidad de sus criaturas.

CINE - CRÍTICA

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cinecríticaGuillermo Zapiola

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