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"No pido permiso a Casal"

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Veinte años después, Juan Carlos Scelza ve la foto que publicó Sábado Show en 1989 y la memoria lo regresa al lugar (un estudio que usaba Telenoche 4, "el de antes") y al momento ("recién había empezado Teledía, o sea, recién empezaban los informativos al mediodía") y hasta los detalles del traje que estaba usando ("pie de pool, con algo de celeste"). En ese momento, Scelza estaba en Estadio Uno y Telenoche, ambos de Canal 4, además de realizar relatos para Radio Oriental.

Hoy, ha regresado a esa radio y es también el comentarista principal de Tenfield, empresa cuestionada por muchos. En 1989 vivía en Barrio Sur y hoy, "después de pasar por muchos barrios", reside en Carrasco, aunque conserva los amigos de aquel rincón montevideano. De estos y otros cambios, Scelza se anima a enfrentar al archivo y a sus recuerdos.

-En aquella entrevista decías "Siempre tengo metas a las que voy llegando despacito". ¿Qué metas alcanzaste desde entonces?

-Ser respetado y tenido en cuenta. Ocupar un sitio que hoy creo es de privilegio en el área periodística, pero sobre todo eso, ganarte el respeto por lo que es tu trayectoria.

-"Tratar de ganarme un lugar, lograr que me respeten aunque soy joven". ¿Costó?

-Soy un agradecido a los que me dieron oportunidades y a la vida que me las dio en momentos en que de repente otra persona llena de virtudes, seguramente más que yo, puede pasarse años esperándolas y nunca llegan. Yo tuve siempre oportunidades, de joven, en Telenoche, en esa foto.

-¿Hubo portazos también?

-Portazos, no. Puertas que se cerraron después de un proceso similar a una relación de pareja o de amistad, en la que uno debe saber valorar que puede no gustarte y por algo te fuiste, pero siempre teniendo un compás de espera para darte cuenta de que antes hubo una etapa en el cual estuviste bien, te abrieron las puertas y te trataron bien.

-Hoy estás en Tenfield, empresa que no es bien vista por todos los periodistas deportivos. ¿Cómo lo ves?

-Es la empresa que me ha hecho sentir más profesional, no sólo por lo que pueda ganar sino por cómo me tratan (...) Lo que a mí nunca me cerró fue esa idea de que los buenos están de un lado y los malos del otro, porque son frases hechas, como que todos los políticos son malos... Hay buenos y malos de los dos lados y como yo no soy extremista en ningún aspecto de mi vida, no creo en los que se van a los polos. Lo que sí digo es que hay buenos y malos periodistas, entonces yo en esa división puedo entrar, el que quiera hacerla que la haga, que me ponga donde quiera porque eso es subjetivo, si soy bueno o si soy malo, si tengo trayectoria o no (...) Aquel que piensa que los que estamos en Tenfield tenemos que pedir permiso a Casal para decir tal o cual cosa es porque ellos supondrán que a la hora de que los llamen por un trabajo lo primero que tienen que preguntar es qué pueden y qué no. Yo nunca le pregunté a nadie. Trabajo en Radio Oriental, que pertenece a la curia, y sin embargo, nadie me obliga a ir de sotana.

-¿El cuadro por el que hinchás sigue siendo reservado?

-Sí, en un país al que le gusta escuchar mentiras. Si vos sacás el carné de socio de un cuadro chico por el que nunca pasaste ni por la puerta ni pagaste una cuota social, sos un fenómeno. Y vos de repente decís que sos hincha de un grande, de los cuales el 95% de este país lo es, de uno o de otro, ya te tildan de esto o de lo otro.

-Y así y todo, el periodismo deportivo es la única rama del periodismo en la que se permite la no objetividad, la constante opinión.

-Sí, hasta excesiva a veces. Uno mismo a veces, en eso me pongo yo en primera fila, no solamente a los colegas. Como que nos tomamos la atribución, ya no te digo el derecho. `Como opino del partido, opino del fútbol, opino de la medicina deportiva y de si se tienen que abrir o no los estadios, y terminamos opinando de la epidemia`.

-¿Tiene amigos en el periodismo deportivo?

-Algunos. Pero yo separo lo que es amigo de compañero.

-¿Relato o comentario?

-Lo mío es periodista por casualidad, comentarista por casualidad, porque un día me regalan un grabador y me voy al estadio a grabar un partido, si no lo hubiera hecho sería un loquito más que se encerraba en el baño a idearse partidos y quedaba en eso, hubiera seguido jugando los domingos con sus amigos. Sin ese grabador, quizá nunca hubiese aparecido una llama interna. Hasta eso le agradezco a la vida, hay gente que se pasa buscando la vocación y no la encuentra, y uno tiene la suerte de haberla hallado de adolescente. Iba a ser médico, por suerte terminé siendo periodista deportivo.

FAMosos enfrentados al archivo

Hoy... igual que ayer

1990

En 1989, fecha de la primera foto, Scelza se declaraba "soltero con proyectos". Al año siguiente, se casa.

1992

El pasaje de relator a comentarista en Radio Oriental.

1993

Se va de Canal 4 y Radio Oriental y acuerda con Canal 10 y Carve. "El 28 de diciembre me fui y el 29 arreglé con el otro".

1996

Fallece su la madre, lo que lo marca profundamente.

1999

Inicio en Tenfield y alejamiento de Estadio Uno, de Julio Sánchez Padilla.

2000

Destino Fútbol, en Canal 10: "Un programa que duró muy poco pero que para mí fue precioso". También comienza Locos por saber: "Una de esas cosas raras, lindas, diferentes".

2003

Arranque de Punto Penal , de Canal 10 y nacimiento de Guillermina, su primera hija. Tres años más adelante en el tiempo, en 2006, nacerá Francesca, la segunda niña que traerá al mundo.

2007

Se aleja de Punto Penal, cuya conducción queda desde entonces a cargo de Roberto Moar.

2008

Se va de Subrayado, lo último que hizo en TV abierta. En paralelo, vuelve a Radio Oriental y publica el libro Fanáticos, un texto de relatos ficticios que giran sobre su mayor pasión: el fútbol. Hoy, sigue siendo el comentarista principal de Tenfield y participa del ciclo Pasión.

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