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El temor de un padre se hizo tragedia

Carrasco. Mató a su hija de un balazo, en su propia casa, pensando que era un ladrón

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DIEGO CASTRO

Un hombre de 52 años mató a su hija de 24 en la madrugada del lunes, creyendo que era un delincuente que había ingresado a su hogar, en Carrasco. En la madrugada del 30 de octubre la misma familia había sufrido un copamiento.

Eran más de las dos de la madrugada cuando en la vivienda de Schroeder y Potosí la familia, padre, madre y dos hermanos, descansaba. En determinado momento sintieron ruido en las afueras de la casa.

El padre y la madre bajaron para ver qué pasaba, alertados por la situación vivida algunas semanas atrás, cuando habían sufrido un copamiento.

El hombre bajó con un arma en la mano. Según fuentes policiales, una pistola calibre .357, y salió al patio de la casa. Le pidió a su esposa que subiera y se quedara arriba. No vio nada en el patio, pero escuchó un grito de su esposa, por lo que volvió a entrar a la vivienda, que estaba totalmente a oscuras.

Entre la oscuridad observó una sombra que se movía y disparó hacía allí. Cuando encendieron la luz se encontraron con el cuerpo, ya sin vida de su hija, Federica Alonso, de 24 años de edad.

Fuentes policiales, allegadas al caso, dijeron que la joven recibió un disparo a la altura del esternón y que la bala salió por la espalda dejando un agujero en la pared.

El padre de la joven quedó en estado de shock tras el hecho. A pesar de ello, logró hacer declaraciones ante la Policía, en las que manifestó que, al salir al patio de la casa, observó que su perro avanzaba de forma amenazante, hacia el portón, según informaron a El País fuentes policiales.

Las autoridades policiales que investigan el hecho decidieron derivarlo a un sanatorio privado, para su atención, ya que durante parte del interrogatorio estuvo a punto de desvanecerse producto del shock emocional sufrido tras el trágico hecho.

En ese lugar permaneció hasta que, próximo a las tres de la tarde se presentó a declarar en el despacho del Juez Penal de 3er turno, Pedro Salazar. El magistrado confirmó a El País que el hombre permanecía en estado de shock, casi doce horas después de los hechos, pero que igualmente declaró en compañía de su esposa.

Salazar dijo que el hombre quedó en libertad, pero en condición de emplazado, es decir que puede volver a ser llamado a declarar. "Se mandaron pedir varias pericias a Policía Técnica, las cuales cuando lleguen, serán analizadas y se dispondrán nuevos interrogatorios", expresó el magistrado.

A su vez, fuentes policiales expresaron que, pocos minutos antes que se desencadenara el trágico hecho, un guardia de seguridad vio a dos jóvenes, en inmediaciones de la vivienda de la familia Alonso, quienes no justificaron su presencia en el lugar, obligándolos a que se fueran de allí.

"No me pegues que soy menor", dijo uno de los jóvenes, según la versión que el guardia brindó a la Policía cuando declaró.

Días atrás, más concretamente en la madrugada del 30 de octubre, la familia Alonso sufrió un copamiento, en momentos que el hermano de la joven fallecida llegaba a su casa de una reunión, cerca de las tres de la mañana.

Tres delincuentes armados lo sorprendieron cuando entraba a su domicilio, lo golpearon de un culatazo en la cabeza y lo obligaron a ingresar a la vivienda.

Lo maniataron a él y a su padre, en tanto que la madre permaneció en su cuarto, simulando estar dormida.

En aquella ocasión les robaron dinero en moneda nacional y dólares, una notebook, una cámara digital y varios celulares. Según la versión brindada en ese momento, los delincuentes cargaron todo en un automóvil y fugaron del lugar.

Luego de este hecho, el hermano de la joven propuso, a través de la red social Twit-ter un corte para protestar por la inseguridad en la avenida Rivera. "La inseguridad dejó de ser una sensación hace tiempo... mientras pasan estas cosas el gobierno qué carajo hace? Mujica, Bonomi, dónde andan?", escribió al día siguiente de los hechos.

armas en casa. "La gente no está preparada para manejar armas en su domicilio", dijo Gustavo Guidobono, directivo de Aludec (Asociación de Lucha para el Desarme Civil).

"El 53 por ciento de la gente que es víctima de un delito, está decidida a enfrentar a los delincuentes en el caso de enfrentarse a un nuevo delito", dijo Guidobono.

Pero además, manifestó que "el 26 por ciento de quienes sufrieron un delito, está dispuesto a enfrentarse a los delincuentes con armas".

"En el consenso de la sociedad uruguaya se está premiando el hecho de hacer frente a la delincuencia", comentó Guidobono, quien además informó que hay un arma cada tres uruguayos y que hay un aumento en la voluntad de utilizar esas armas.

"La gente no está preparada y tenemos estas consecuencias inmediatas", sentenció el directivo de Aludec.

"Una vez que entra el delincuente a un domicilio, si la vida no está en peligro, cerrá la puerta, trancá por dentro, llamá a la Policía y si querés quedate con el arma en la mano, pero no se puede tirar por tirar", sostuvo.

"El arma no es para la gente, el arma es para la Policía", argumentó.

El especialista opinó que en este caso "no se justifica la muerte de esta joven, porque no tenía sentido haber disparado. No había ningún riesgo de vida".

Por su parte, Guidobono llamó a la mesura y a la cordura. "No es este el camino", dijo. "Apoyemos a la Policía, exijamos al ministro que haga su trabajo, pero la justicia por mano propia no sirve", manifestó.

FEDERICA. La joven fallecida tenía 24 años de edad. Desde fines del 2006, hasta principios del 2008 trabajó en El País, en la sección Sociales. Luego viajó a Suiza. En la actualidad, tenía todo encaminado para casarse con José Pedro Damiani, hijo del presidente del Club Peñarol.

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