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Memorial podría ser un error histórico

Caserío de Negros. Investigador de la Udelar confirma que no estaba en la planta de Ancap

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ANDRÉS LOPÉZ REILLY

Se presentó en el Palacio Legislativo el proyecto para crear un memorial a la esclavitud en un conjunto arqueológico ubicado en la planta de Ancap de Capurro. Nueva documentación confirma que se incurriría en un grueso error histórico.

Durante el simposio "Herencia africana en el Uruguay", realizado la semana pasada en el Palacio Legislativo, el director de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura, Javier Miranda, realizó un homenaje a Ramón Farías, hijo de la última esclava negra de la que se tienen registros en el país. Se anunció también, durante la jornada, la concreción del "Memorial de la esclavitud", en el marco del Año internacional de los Afrodescendientes, un hecho que fue saludado con beneplácito por el Colectivo Afrouruguayo.

Este memorial sería construido en el entorno de un conjunto arqueológico que se encuentra soterrado en la planta de alcoholes de Ancap, muy cerca de la bahía, aunque nuevas y documentadas investigaciones confirman que allí no se encontraba el llamado "Caserío de los Negros".

En octubre de 2007 se firmó un convenio entre Ancap, el Ministerio de Educación y Cultura y la Intendencia de Montevideo para la recuperación de este vestigio arqueológico, que también fue objeto de estudio por parte de la Facultad de Humanidades y Ciencias. Meses antes, este conjunto de habitaciones subterráneas, construidas en piedra, había sido declarado Monumento Histórico Nacional por el Poder Ejecutivo.

Como diera cuenta El País en su edición del 30 de setiembre, el investigador Carlos Camino advirtió que este tristemente célebre vestigio del tráfico negrero se encontraba, en realidad, en las actuales calles Juan María Gutiérrez y Capurro.

Camino dispone de tres reproducciones de planos históricos que señalan que el "Caserío de los Negros" -construido hacia 1787 para depositar a los esclavos "en cuarentena"- se hallaba sobre la barranca de Capurro, en una zona "alta", como lo marcan distintas crónicas históricas. Incluso, precisó el lugar exacto donde cree que se hallaban las ruinas: los terrenos que hoy ocupan la Escuela N° 47 y su jardín de infantes.

Pero a nivel científico otro informe asoma como concluyente: el elaborado por el arqueólogo Roberto Bracco Boksar, de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República (Udelar), que coincide con los estudios de Camino y desestima la posibilidad de que los vestigios del "Caserío de los Negros" se encuentren en la planta de Ancap, en los basamentos de la antigua Cervecería Germania (luego Instituto de Química).

INCONSISTENCIAS. Según Bracco, la ubicación del "Caserío de los Negros" en la planta de Ancap tiene grandes inconsistencias. En primer lugar, por la morfología del lugar, que se halla a tres metros sobre el nivel del mar. "Las características del sustrato determinan problemas de cimentación", advierte el experto. Y añade que la proximidad del mar lleva a que una construcción subterránea en ese sitio exija el empleo de materiales que no estaban generalizados en la época en la que se levantó el caserío de esclavos.

Por otra parte, no se descarta que las construcciones de piedra hayan estado vinculadas estructural y funcionalmente a la Cervecería Germania.

"Las paredes de los recintos semisubterráneos que se identifican como pertenecientes al `Caserío de los Negros` funcionan como cimientos del edificio de la cervecería. Para ello, debemos de admitir que un arquitecto o ingeniero del último tercio del siglo XIX hubiese retomado como cimientos para la edificación la de una planta industrial de tres pisos, las ruinas de una construcción civil del siglo XVIII. Tendrían que haberse dado entre el viejo y el nuevo proyecto, aunque más no fuera parcialmente, coincidencias en forma y dimensiones, al tiempo de cumplir las viejas y deterioradas paredes con exigencias estructurales para las cuales no fueron diseñadas", destaca el informe.

Por otra parte, en una vieja "Memoria descriptiva para la construcción de la parte adyacente al edificio de la cervecería", se detalla: "Este edificio destinado a servir de depósito y taller se compondrá: de un subterráneo; de un piso bajo y de tres pisos altos. Uno de estos tres últimos irá cubierto con el techo de fierro galvanizado. Las paredes del subterráneo serán construidas en piedra dura del país y mezcla de tierra romana y tendrán 0,80 metros de espesor. (…) El piso bajo tendrá tres metros veinte centímetros de altura y el primer piso alto, tres metros".

Según el docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias, quien presentó un proyecto para la revalorización del "Caserío de los Negros" junto a su colega José María López Mazz, "los recintos subterráneos para las factorías de fines del siglo XIX, que han adquirido la nueva modalidad de fabricar cerveza, son fundamentales".

En ellos -añade el investigador-, "el añejado se produce a baja temperatura y en forma eficiente, gracias a que (…) el aire frío, más pesado, se mantiene en los recintos más bajos y a la aislación que proporcionan las gruesas paredes de piedra y el suelo".

UBICACIÓN. Bracco advierte que hay varios planos de época -que reproduce en su informe- que sitúan los vestigios del caserío en la parte "alta" de Capurro. Y que el sitio de la cervecería "queda relativamente alejado del trazado de los principales caminos coloniales del siglo XVIII y comienzos del XIX", dificultando "tanto la obra de construcción como el funcionamiento de lo que se construyera". El arqueólogo reproduce testimonios del cronista Isidoro de María y deducciones de planos de época con las que concluye que el portón del caserío "daba al camino denominado José María Lagaño, hoy calle José María Gutiérrez", aunque también admite que -dentro del mismo terreno y lejos de la planta de Ancap- una representación de 1789 "muestra al caserío con un perímetro y orientación diferente".

Y concluye: "La arqueología tendría la última palabra".

El paso del tiempo y la "piqueta fatal"

Durante los dos sitios que sufrió Montevideo, entre 1811 y 1814, el "Caserío de los Negros" sirvió como asiento de tropas de la guarnición de la ciudad. Se utilizó también -según el cronista Isidoro de María- como alojamiento temporario para las tropas que evacuaron la ciudad en junio de 1814.

Tras una inspección realizada por el Cabildo en febrero de 1816, se constató que el estado del caserío era lamentable: las habitaciones habían sido destechadas, faltaban 40 puertas y ventanas con sus marcos y unas 8 puertas y marcos de las piezas de la azotea.

El investigador Carlos Camino agrega que entre 1831 y 1844 fueron vendidos los terrenos de la parte más baja del triángulo de tierra en el que se encontraba el caserío. Y posee documentos que señalan que en 1831, durante el gobierno de Fructuoso Rivera, fueron destinados a plaza pública. En 1844, en tanto, fueron vendidos los terrenos donde estaban las construcciones. En un ejemplar de la revista "Rojo y Blanco" de 1902 -en el que incluso se reproduce una imagen de las edificaciones- se señala que para entonces "no queda más que un montón de escombros y ruinas" del caserío. Ese año comienza el trazado de Capurro, con lo que los escasos vestigios quedaron sepultados.

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