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Casa presidencial esteña en la picota cada 5 años

Residencia. Mujica dijo que venderá finca en la Roosevelt

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MALDONADO | MARCELO GALLARDO

Ya es un clásico cada vez que se produce un cambio de gobierno: ¿qué hacer con la residencia presidencial de la Avenida Roosevelt de Punta del Este? Para muchos matrimonios presidenciales es un inmueble inútil cuyo destino quieren cambiar.

Aún la casa de la Avenida Roosevelt sigue siendo un patrimonio del Poder Ejecutivo.

La senadora y futura primera dama, Lucía Topolansky, adelantó que la casa presidencial en la capital departamental no tendrá ninguna utilidad y ayer el presidente electo, José Mujica, anunció que la va a vender. Lo dijo en el marco de las señales de austeridad que emite el nuevo gobierno, asociado a la polémica cuestión de quién paga el acto del 1° de marzo (ver nota en página A 6)

"La casa de Punta del Este para la legislatura de Pepe es algo completamente inútil, no sé cuál es la forma jurídica de esa casa"; respondió el miércoles Topolanski al periodista Emiliano Cotelo durante una entrevista concedida al programa En Perspectiva radio El Espectador de Montevideo.

"No"; respondió la futura primera dama interrogada sobre si tenía definido sobre el uso que se dará a la polémica vivienda a partir del próximo 1º de marzo. En cambio, Topolansky habló maravillas de la estancia presidencial San Juan de Anchorena. "Y tiene una serie de condiciones (N. de R. referida al legado para su uso presidencial); el presidente tiene que ir tantos días al año. Eso se seguirá haciendo así; hay un emprendimiento interesante que es un tambo, y también tiene ovejas y áreas sembradas. Pepe va a continuar todo eso, tiene intención de darle un poco más de espacio al parque público, y va a utilizar la estancia para reuniones de trabajo, es un lugar muy bueno para juntar el Consejo de Ministros, la bancada", adelantó.

USO DESPAREJO. La famosa casa de la Roosevelt no fue utilizada ni por Jorge Pacheco Areco, ni por Juan María Bordaberry, ni por Alberto Demichelli, ni por Julio María Sanguinetti en su respectivas presidencias. Otros mandatarios sí la disfrutaron.

Pacheco residió en casas de amigos cuando iba al balneario. Bordaberry optaba por vivir en la casa de su esposa ubicada en la calle 24 de la península incluso después que se transformó en dictador.

En junio de 1976 Bordaberry fue echado por los militares y su sucesor, Alberto Demichelli, ni apareció por la avenida Roosevelt.

En cambio, el doctor Aparicio Méndez, dictador hasta el año 1981, fue un habitué de la casa. Todos los fines de semana del año, inclusive en invierno, Méndez llegaba a la casa luego de hacer una parada en la Avenida Gorlero y la calle 28 para comer algo en la pizzería Di Pappo, ubicada donde hoy se encuentra La Pasiva.

Su sucesor, el teniente general Gregorio Álvarez, le dio escaso uso y si iba a la zona prefería las unidades militares,

Sanguinetti, primer presidente electo tras la recuperación democrática, ni siquiera la usó. El líder colorado siempre aseguró que la casa no servía para descansar para lo que prefería la estancia San Juan de Anchorena.

En cambio, quien le siguió en el mando presidencial, Luis Alberto Lacalle, optó siempre por la casa, no sólo para descansar durante todo el verano, sino también para recibir a autoridades extranjeras. Mientras tanto, su casa en La Barra, el famoso chalet "Blue", se alquilaba en cada temporada.

SIN DESCANSO. Sanguinetti volvió al mando presidencial el 1º de marzo de 1995. Semanas antes, a principios de febrero, unas declaraciones formuladas por Sanguinetti levantaron una gran polvareda entre los operadores turísticos de Punta del Este. El aún presidente electo aseguró a la revista Gente que no usaba la casa porque en Punta del Este no podía descansar. Inclusive, manejó la posibilidad de vender el inmueble, donado en 1948 al entonces presidente Luis Batlle Berres por el empresario Mauricio Litman tras el éxito de su desarrollo inmobiliario de Cantegril.

El lío fue tremendo y obligó al mandatario electo a tratar de explicar lo que había dicho. Y no vendió la casa. De esa época data el enorme muro construido alrededor de la finca.

El cuarto presidente electo luego de la dictadura, Jorge Batlle, fue un residente frecuente de la finca, tanto en invierno como en verano.

Se afirma que las negociaciones más duras celebradas entre el gobierno uruguayo y los cuatro bancos estadounidenses dueños del luego fundido Banco Comercial se concretaron en esa casa en pleno verano.

PARA LOS NIÑOS. El primer presidente electo por el Frente Amplio, Tabaré Vázquez, también tuvo algo que decir sobre la finca oficial puntaesteña. Antes de asumir el mando, en el verano del 2005, aseguró que no usaría la casa. Dijo que ésta sería empleada por el Inau para que vacacionaran niños pobres del Interior del país que no conocían el mar.

Esto finalmente no ocurrió: Vázquez residió en la finca en más de una oportunidad, no sólo para pasar algunos días con su familia sino también para hacer incursiones en su hobby favorito: la pesca. Muchas figuras cercanas a Vázquez emplearon la casa estos años.

"Pena" por la noticia en los empresarios turísticos del Este

El anuncio de la venta de la residencia presidencial de Punta del Este no cayó bien en los agentes turísticos de la zona. El titular de la Liga de Fomento de Punta del Este, Héctor Araújo consideró "una pena" esta venta. "Está indicando que no piensa venir a Punta del Este. Todo esto es asombroso, no lo pude asimilar todavía", dijo. "No entiendo porqué quiere vender la casa y no se le da otro uso", agregó. A su juicio es un mensaje contradictorio: "Se le dice a los inversores que vengan para invertir en Punta del Este y, al mismo tiempo, la máxima autoridad del país resuelve vender la casa", razonó.

De forma similar se expresó el titular de la Cámara Uruguaya de Turismo y empresario inmobiliario local Luis Borsari. "Este tema no es algo ideológico. Por lo tanto, no hay ninguna ideología que se vea herida o no porque alguien venda", señaló. Agregó que Mujica es "superpragmático" y "asombró positivamente el otro día en el almuerzo del Conrad". Borsari propuso que en vez de vender la casa haga lo contrario: "usarla intensamente" en reuniones con inversores promovidas por el Ministerio de Turismo. "Mujica debería darle la llave al ministro Lescano", apuntó

En una línea similar el presidente de la Cámara Empresarial Maldonado-Punta del Este, José Zubillaga propuso que se mantenga la residencia para recibir a autoridades extranjeras que se inviten al balneario.

El ex presidente de la Liga de Fomento, Mario Costa, expresó: "Como vecino de Punta del Este me da lástima este anuncio".

Usos y costumbres

Aparicio Méndez

Presidente de facto

El sucesor de Alberto Demichelli y antecesor de Gregorio Álvarez era habitué de la residencia de Punta del Este, en verano y en invierno. A su llegada al balneario recalaba en una pizzería de Gorlero a comer algo.

Julio M. Sanguinetti

Dos veces presidente

Nunca le gustó ir a Punta del Este. Dijo que allí no descansaba, lo que irrito a los operadores turísticos del balneario. Manejó vender la casa, pero desistió. Hizo construir el muro que actualmente rodea la finca

Luis A. Lacalle

Presidente nacionalista

Utilizó la residencia de Avenida Roosvelt de manera frecuente como casa de descanso y recibió allí a personalidades internacionales. Durante su mandato puso en alquiler su chalet Blue de la Barra de Maldonado.

Tabaré Vázquez

Presidente saliente

Antes de asumir dijo que la iba a destinar a los niños del Inau, especialmente del Interior, para que conocieran el mar. Esto no se concretó. Utilizó la finca esporádicamente, especialmente si salía a pescar.

Manzana 459, en Maldonado

La residencia presidencial de la avenida Roosevelt se levanta en la manzana catastral 459 delimitada por las calles Isla de los Ceibos y Patria Vieja. En rigor se ubica en la jurisdicción de Maldonado y no en Punta del Este. El predio, de 120 metros de frente, tiene unos cinco mil metros cuadrados. La casa principal es de dos plantas, de unos 400 metros cuadrados y no se destaca por su lujo. Hay, además una casa destinada a la custodia presidencial y otra para los edecanes. La manzana está rodeada por un muro de más de tres metros de alto. El amplio parque que la rodea cuenta con unos veinte frondosos árboles. En una esquina hay una piscina de medianas dimensiones. La casa cuenta con custodia policial permanente y con un casero. Su parque es atendido por un jardinero y la limpieza está a cargo de personal contratado.

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