Conectividad coreana en la mira para usarse en el Plan Cardales

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No está claro si Uruguay logrará incrementar su "potencia" de Internet a través de la conexión con Argentina o si los hogares de menores ingresos tendrán los aparatos, -computadoras, televisores, teléfonos- para hacer uso del Plan Cardales, pero en un intento de avanzar en la concreción del programa, se prevé que en mayo el gobierno firme un memorando de entendimiento con Corea para que esta le provea de tecnología para mejorar la conectividad a cambio de alimentos.

La realidad es que el 70% del territorio coreano tiene montañas, además de 700.000 soldados en la frontera en guerra, y la falta de tierra para cultivar alimentos es grande, explicó a El País el director de la Oficina de Planeamiento, Martín Dibarboure, que llegó de ese país asiático el fin de semana pasado junto al ministro de Industria, Raúl Sendic, y el futuro subsecretario de dicha cartera, Edgardo Ortuño de Corea.

El gobierno planteó a las autoridades coreanas la posibilidad de intercambiar alimentos por tecnología de forma de mejorar la conectividad dando mayor alcance y velocidad a los servicios locales aplicados al Plan Cardales y al Plan Ceibal.

"Nos plantearon que hay tecnologías que permiten instalar una antena en un lugar despoblado y ofrecer internet inalámbrico con lo cual llegaríamos a las zonas más remotas sin necesitar de cableado al menos en varios kilómetros a la redonda de la antena", dijo Dibarboure en referencia al sistema WiMax.

Entre marzo y abril llegará una misión de Corea -empresarios y representantes de la Korea Communications Commission (símil de la Ursec)- para reunirse con los técnicos de Antel y definir cuáles son las necesidades de Uruguay en materia de tecnología.

Luego en mayo, se firmará un memorando de entendimiento dentro de una alianza de cooperación para el intercambio de tecnología por alimentos.

"Nosotros podemos vender a cambio carne, quesos, arroz, cítricos, vino porque ellos necesitan de todo esto", indicó Dibarboure.

De todas formas todavía no está claro cómo se venderán los productos locales, si se hará un pool entre las empresas o una licitación o se dejará el compromiso a que Corea compre y se facilitarán los negocios con los privados.

"Hay que ver temas de precios y de competitividad para saber si a ellos les sirve o no", dijo Dibarboure.