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La reina Isabel II de Inglaterra celebró este martes su 83 cumpleaños con una cena "frugal" para no ofender a la población británica que enfrenta la peor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial.

En lugar de un banquete en los salones dorados del Palacio de Buckingham o en el Castillo de Windsor, la monarca optó por una cena "humilde" en la vivienda de su hijo menor, el príncipe Eduardo.

Según informó hoy el tabloide inglés The Sun, Isabel II rechazó personalmente una comida de gala "para evitar acusaciones de estar fuera de contacto" con la dura realidad económica de Gran Bretaña.

"Ella (y su esposo) el príncipe Felipe cenaron el martes por la noche con 16 amigos y familiares en Bagshot Park, en Surrey", escribió el periódico londinense.

La "cena modesta" incluyó pechuga de pollo rellena con morrones y de postre un simple creme brulee.

Por su parte, una fuente real afirmó que la Reina "estuvo determinada a mantener la cena con un bajo perfil de acuerdo a los estándares reales".

"En total eran 18 comensales e incluso algunos no bebieron alcohol", agregó.

"La Reina también ha dejado en claro que no quiere exagerar con la celebración oficial de su cumpleaños, en junio próximo", subrayó la fuente real.

Aunque Isabel nació el 21 de abril, su cumpleaños oficial suele festejarse en junio, cuando el clima suele ser más favorable, con un colorido desfile militar por el centro de Londres.

"En el tradicional (desfile) Trooping of the Colours, Su Majestad quiere mantener las cosas muy simples. Ella sabe perfectamente cuán importante es evitar hacer sentir mal a la gente en momentos tan difíciles como estos", concluyó. (ANSA)