Publicidad

Gremio denuncia mal estado de los hogares de la Colonia Berro

Diagnóstico. Deterioro, insuficiencia de baños, cisternas que son armas

Compartir esta noticia
 20090408 600x464

EDUARDO BARRENECHE

Paredes agujereadas, un baño para 35 menores, puertas que no tienen trancas, instalaciones sanitarias desbordadas por el exceso de usuarios y tableros de luz de fácil acceso para los jóvenes, pautan la situación edilicia de la Colonia Berro.

"Varios edificios son muy antiguos y no están preparados para alojar a menores infractores. Inclusive alguno de ellos tiene los tableros de luz dentro y los jóvenes dejan a los funcionarios a oscuras antes de iniciar un motín", según un diagnóstico del gremio de la Colonia Berro.

El Hogar Piedras -donde se alojan 20 menores con medidas privativas de libertad- tiene perforaciones en las paredes tras el motín ocurrido en octubre del año pasado. A través de las mismas, los menores pasan "puntas" (cuchillos artesanales) y drogas. Ese sistema les permite, además, neutralizar las requisas de la Policía.

En este hogar, las cámaras sanitarias se tapan a menudo. "El baño está en el primer piso. Las aguas servidas lo inundan y luego caen por la escalera. Eso pasa una vez por semana", dijo a El País la presidenta de la Mesa Intersindical de la Colonia Berro, Claudia Montenegro.

El edificio del Hogar Hornero -posee un sistema de internación abierto para 17 adolescentes- no brinda seguridad, según los trabajadores. Además de ser una construcción antigua, algunas de sus habitaciones fueron hechas de bloques. Estas se han agrietado en varias oportunidades y obligaron a reparaciones de mantenimiento.

La Casona es otro hogar abierto de la Colonia Berro. Posee una puerta de metal que carece de picaporte. Allí se alojan 12 menores infractores. Solo en el mes de marzo, este hogar registró 33 fugas.

En el Cerrito tampoco hay puertas enrejadas. Este centro posee un dormitorio común con 12 camas. Como allí se encuentran 16 menores, cuatro de ellos duermen en el suelo, según Montenegro.

El Hogar Ariel -un sistema intermedio de alojamiento de adolescentes infractores- sí posee rejas y buenas trancas en sus puertas. Sin embargo, sus instalaciones sanitarias están muy deterioradas y se tapan en forma frecuente.

Allí funciona una sola ducha y tres water para 24 jóvenes. En los baños, las cisternas son accesibles, lo que permite a los internos apoderarse de las varillas para confeccionar "cortes carcelarios". O en la previa de un motín, cisternas son usadas como armas para golpear a los funcionarios.

El Hogar SER está destrozado en su mayor parte. El Estado invirtió allí miles de dólares y tenía todo para ser un centro modelo de reclusión de menores. Sin embargo, fue inaugurado pese a que el material que recubría las paredes aún no se habían secado. Los adolescentes lograron destrozarlo. Hasta las rejas fueron dobladas. En este momento funciona solo el Sector 1 -una especie de semi sótano- y dos habitaciones del antiguo Sector 3, las cuales albergan a 11 adolescentes. Una de sus puertas está inhabilitada porque no cierra.

El Ituzaingó es un hogar que cuenta con buenas medidas de seguridad. Este edificio, que ha recibido mantenimientos, también tiene problemas en sus baños. Su cañería es antigua. Posee una ducha para 35 internos. "Eso provoca conflictos permanentes entre los adolescentes cuando se van a bañar. Los funcionarios sienten gritos y deben intervenir para evitar violaciones. Nada se sabe de las que los menores no denunciaron", dijo Montenegro.

El año pasado, tras una denuncia del sindicato del INAU, una inspección del Ministerio de Trabajo concurrió a los hogares de la Colonia Berro y constató irregularidades en las condiciones laborales. Los trabajadores, por ejemplo, carecen de vestuarios o un lugar donde dejar sus pertenencias.

Cansancio: funcionarios "no agarran horas extras"

Cada vez que la televisión muestra la situación interna de las cárceles, los funcionarios que realizan guardias en los hogares de la Colonia Berro comentan que lo que observan es similar a lo que viven allí, relató la presidenta de la Mesa Intersindical de esa repartición del INAU, Claudia Montenegro. "Los servicios se mantienen por las horas extras que hacen los funcionarios de los escalafones más bajos y por el régimen de dedicación total de los mandos medios", expresó.

Montenegro dijo que el INAU ofrece más horas extras o dedicación total para suplir la falta de personal, pero los trabajadores "no las agarran porque están agotados". Agregó que otra vez suena el rumor sobre que el gobierno podría decretar la esencialidad del servicio. "Eso no cambiará nada. Debemos atender las necesidades de los chicos", dijo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad