La lolita del pop "anglo" sale del pozo Britney Spears

Regreso. Su nuevo disco de estudio ya abrió un ciclo de especulaciones Apenas con aparecer en los últimos premios MTV reconquistó al público Los chimentos sobre su vida siguen siendo negocio

 20081129 600x439

SEBASTIÁN AUYANET

"Circus" se edita el martes

De la rapada al regreso triunfal con un disco que se edita este martes. De las clínicas de rehabilitación a los fabricantes de melodías chiclosas. Siempre hay más si se trata de la muñeca inflable preferida de la música de los EE.UU.

Basta con ver las fotos que acompañan la nota y haberse cruzado con algún video de la chica que se convirtió en icono "teen" y después con otro de típica secundaria norteamericana llamado Baby one more time, en 1999. Britney no es la misma. Y no necesariamente eso tiene que ver con la vejez.

Antes de seguir conviene hacer la aclaración: esta nota casi no hablará de música, sencillamente debido a que hace tiempo que eso no importa cuando Britney Spears es el objeto de la información.

El año pasado, Spears editó el no muy notorio Blackout, que fue el disco con mejores reseñas de su carrera. Pocos medios siguieron esa cuestión, ya que el público y los medios han estado atentos a la revolución televisada (y en vivo) de su ruina: su divorcio con un bailarín ignoto, sus salidas de tono frente a los paparazzi, la cabeza rapada y las internaciones.

La culpa no es de Britney. Hace menos de diez años, cuando le ganó a Christina Aguilera una apurada carrera para llegar al puesto vacante de Reina del Pop Norteamericano, eso tampoco importaba. Durante esos años, el pop sintético de las "boybands" dominaba al mundo de la música, en particular al planeta MTV, hoy extendido a "emos" y "floggers".

N´Sync y Backstreet Boys, grupos de chicos bien parecidos con videos carísimos de aeropuertos, temática espacial y otras caracterizaciones varias, tuvieron en Britney a su contraparte femenina. Se trataba de grupos conformados por chicos que, de niños, habían animado los programas del Club de Mickey Mouse (del Disney Channel) y que encontraron continuidad con su público objetivo, volviéndose figuras en la galaxia de los videoclips.

Todos esos artistas vendieron millones en un mercado que, en aquel entonces, se autosustentaba y necesitaba poco de recorrer el mundo. Eran los años de canciones como Oops! I did it again y de las primeras tapas en revistas como Rolling Stone (la sesión hecha por el conocido fotógrafo David La Chappelle está entre las pocas que se consideran clásicas por la revista). En 2001, Britney se consolidó y llegó a su apogeo.

Pero la cosa se complicó cuando ese ecosistema feliz del pop norteamericano se empezó a diluir en plena cresta de la ola. N´Sync se separó para probar tiempo después que el único de los cinco chicos lindos con chances de perseguir una carrera interesante era Justin Timberlake, algo que confirmó en trabajos como su último Futuresex/Lovesounds, que lo vinculó a productores del género rythm and blues y cambió su imagen.

Y además, la fórmula de los prodigios del pop residentes en Suecia como Max Martin (que además de a los "teenagers" estadounidenses ya había catapultado al éxito a extravagancias como los Ace of Base, consolidando a Suecia como potencia) comenzaba a convertirse en algo demasiado utilizado. El pop como género pedía un recambio urgente.

La Spears, convertida en una bomba sexual que paradójicamente seguía conservando la inocencia, por ejemplo en las entrevistas (fue de las primeras en popularizar el recurso de afirmar que se mantenía virgen), subiendo el voltaje erótico de sus intervenciones en cada aparición. En 2003, cuando la revista Forbes la señalaba como la celebridad más poderosa del planeta, ella coronaba el liderato bien cerca de Madonna con el popular beso televisado.

En algún momento la burbuja se iba a pinchar, eso también es parte del guión. En 2004, cuando su disco In the Zone incluso era mirado por la crítica con ojos amistosos, Britney anulaba un matrimonio de 55 horas contraído en una capilla de Las Vegas, al mejor estilo de las películas de Hollywood. En 2005 se casó con Kevin Federline -el bailarín de marras- en un evento que quedó registrado para el programa Britney & Kevin: Chaotic que también, claro está, pudimos ver por la MTV.

caída libre. Después llegó lo más reciente, que básicamente fue ver a Britney sumida en una vorágine de líos con fotógrafos, rumores y clínicas varias en las que se pasaba no más de 48 horas al mejor estilo Amy Winehouse. Convertida en lo que se preveía, la Spears comenzó a ser carne de tabloide hasta el día de hoy, cuando esos mismos diarios publicitan su retorno y, al mismo tiempo, consumen cualquier cosa medianamente relevante que pase en su vida, desde sus paraguazos a la prensa indiscreta hasta el juicio por la tenencia de sus dos hijos, hoy en custodia de Federline y la rigurosa tutela de su padre.

Sobre eso, en el programa Britney: for the record, otro contenido de la cadena de videos con entrevistas y vivencias con Spears, la cantante explotó: "Me siento una prisionera. Si vas a la cárcel sabes que un día vas a salir, pero en mi situación esto nunca termina. Si no es-tuviera bajo las restricciones que vivo, me sentiría liberada. Cuando hablo de cómo me siento es como si me oyeran, pero no están escuchando".

En una reciente entrevista con la revista Rolling Stone, declaró: "Me siento como una persona mayor. Me voy a dormir sobre las 9:30 cada noche y no salgo ni nada".

La Britney recatada y reprimida que en 2009 quiere volver a hacerse un lugar con nueva música, comenzó su regreso con bastante gloria si se atiende a sus cifras de venta. Circus, el disco que saldrá el próximo martes en coincidencia con su cumpleaños número 27, ya tiene en la canción Womanizer -que en su primera semana vendió 286.000 descargas- una cifra récord desde que el mercado musical se mueve con las mediciones del sistema Sound-Scan para detectar las cantidades de canciones descargadas con pago previo.

Circus parece un tiro seguro. Tras la música del nuevo trabajo vuelven a aparecer productores como Dr. Luke o Max Martin, el productor sueco que desde la primera vez que Britney llegó a los estudios Cheiron se puso a componer las canciones que la volvieron una estrella.

La restauración de la ex reina pasó también por lo físico. La Britney que había hecho el ridículo el año pasado actuando en una premiación de la MTV, no podía volver.

Entonces, Britney se sometió a una restauración de su figura, al menos vía Photoshop. Los medios de todo el mundo comenzaron los chistes sobre la nueva imagen de Britney con un notorio lifting y una figura bastante más estilizada que lo último que se vio de ella hace un tiempo.

El guión de Britney señala que ahora llega la curva final del arrepentimiento, antes de la gran vuelta esperada por aquellos que gustan de los grandes finales hollywoodenses.

"¿En qué estaba pensando?", se pregunta la chica nacida en un pueblito de Louisiana, sobre sus escándalos, su rapada de pelo y los tratamientos psiquiátricos que la tuvieron durante dos años alejada de la cordura y los grandes escenarios. Será cuestión de que las canciones de Circus triunfen y la MTV nos transmita en vivo y en directo el ascenso después de la miseria personal de una Britney Spears emancipada, arrepentida como toda chica modelo de familia estadounidense, limpia y reformada para la ocasión. A partir de ahí a bailar, prender la tele y esperar a que venga la próxima carnicería.

Una de las pocas que arañó la corona del pop

Fanática declarada de Madonna, Spears logró su sueño al ser recibida sobre un escenario por la Ciccone durante los premios de la MTV en el año 2003. La señora de Michigan recibió a la chica de Louisiana y a Christina Aguilera, quien ya había tomado un camino más sólido dentro de la música. Madonna definió su preferencia estampándole un beso en la boca a Spears, y a partir de ahí se volvió una de sus madrinas. En reiteradas ocasiones, Madonna pidió a la prensa que dejara tranquila a Britney.

En su última gira mundial, la verdadera reina del pop utiliza en sus proyecciones algunas imágenes de una Britney Spears encerrada, como haciendo una declaración de intenciones. En su momento de fama más importante, la Spears llegó muy cerca de la chica material.

En tiempos de crisis, más rentable que un "commodity"

Según la revista Portfolio, el fenómeno Britney pone en los bolsillos de otros (managers, discográficas, titulares de derechos y un largo etcétera) entre 110 y 120 millones de dólares anuales. Todo esto cuando no está de gira.

Además, Britney se embolsa unos US$ 737.000 al mes (alrededor de nueve millones al año) y tiene una fortuna estimada en 125 millones de dólares, según los documentos revelados durante la batalla legal contra su ex, Kevin Federline. Además, Britney es una de las tapas más rentables dentro del mundo del espectáculo. Entre enero de 2006 y julio de 2007, apareció en las portadas de People, U.S. Weekly, In Touch, Life & Style, OK! o Star unas 175 veces en total. Los datos comprueban que una tapa con ella asegura un 33% más de venta. En Internet, Britney encabezó el ranking de búsquedas en Yahoo, sólo siendo desbancada en 2004 por Paris Hilton. Las búsquedas en 2008 estuvieron vinculadas a su rapada de pelo y a los "check-ins" en las clínicas.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar