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Fragata dañada retorna al puerto de Montevideo

| Las dos fragatas fueron compradas al gobierno portugues y habían chocado entre sí en Sudáfrica.

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Las fragatas recién compradas a Portugal, que fueron protagonistas de accidentes, regresaron hoy a Uruguay. El último incidente no fue por impericia, sino por una mala maniobra de un pesquero brasileño que pescaba en aguas territoriales uruguayas. Una de las fragatas, recientemente compradas por la Armada a Portugal, sufrió con el barco la segunda colisión desde que tiene bandera nacional y antes de llegar a puerto uruguayo.

El ministro interino de Defensa, Jorge Menéndez, dijo a El País que el miércoles, a las 15.45, las fragatas Campbell y Uruguay, reparadas en astilleros sudafricanos luego de haber chocado entre sí cuando navegaban desde Madeira a Ciudad del Cabo en su viaje inicial, avistaron en aguas jurisdiccionales uruguayas del océano Atlántico a dos pesqueros de bandera brasileña que pescaban ilegalmente. Según relató Menéndez, las fragatas pusieron proa a impedir la maniobra. Uno de los pesqueros escapó hacia aguas internacionales mientras que el otro (Joao Víctor I) fue interceptado con tan mala fortuna, que en el procedimiento de aproximación para su abordaje impactó contra una de las fragatas produciéndole daños menores.

Ayer el jefe de la Armada, Juan Fernández, informó al ministro sobre el detalle de lo sucedido.

La tripulación y la merluza fueron transbordadas a una de las fragatas, mientras se intentaba evitar el hundimiento del pesquero, averiado seriamente.

Los diez tripulantes del pesquero brasileño -que quedó abandonado- quedaron a disposición del juez.

Hoy, tras amarren las fragatas en Montevideo, el jefe de misión, capitán de navío Ricardo Young, ampliará la información a Menéndez.

ANTECEDENTE. Este nuevo incidente de las fragatas traerá consecuencias políticas. El presidente de la comisión de Defensa de Diputados, Javier García, adelantó a El País que convocará "urgentemente" al ministro José Bayardi para que informe sobre el episodio.

El 14 de mayo, días después de que Uruguay cerró la compra de las dos fragatas a la Marina de Portugal por 15 millones de euros, que se abonan en seis cuotas, un error humano en una maniobra de rutina en plena navegación provocó una colisión entre las dos fragatas, registrándose importantes daños materiales cuya reparación se hizo en un astillero de Sudáfrica. La Marina contrató de forma directa a la empresa sudafricana Armscor para la reparación de las fragatas. Los informes técnicos elaborados en el puerto de Simonstown, determinaron que las reparaciones eran imprescindibles para realizar el cruce del océano Atlántico con destino al puerto de Montevideo. La reparación costó US$ 267.504.

Según la Armada, se realizaban ejercicios rutinarios de aproximación entre ambos buques -40 o 50 metros entre uno y otro- cuando, a causa del ingreso en una zona de baja visibilidad con bancos de niebla, el procedimiento derivó en un choque a la altura de las cubiertas principales, o de navegación.

El choque no provocó lesionados pero sí consecuencias en la interna de la Armada, dado que el jefe de misión, los comandantes de ambas embarcaciones y los oficiales que se encontraban de guardia en el momento del accidente fueron relevados y se le ordenó retornar inmediatamente a Montevideo. Fueron sustituidos por oficiales entre los cuales se halla el capitán Young, que hoy informará a Menéndez sobre el nuevo choque.

Viejos lobos marinos

Las fragatas Pedro Campbell y Uruguay costaron unos US$ 20 millones. Son consideradas material de segunda mano, botado hace 40 años por Portugal. Al servicio de la Armada lusa, las fragatas fueron utilizadas en misiones en África, integraron las fuerzas permanentes de la OTAN en el Atlántico, realizaron viajes de instrucción de los cadetes portugueses y participaron en misiones de búsqueda y salvamento.

En base a EL PAÍS

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