Publicidad

"No vamos a proteger mejor al niño haciendo las cosas más rápido"

Compartir esta noticia

El Parlamento debate cambios al Código de la Niñez en relación al maltrato físico y abuso sexual de niños. El tema está al rojo en la opinión pública y los políticos quieren dar respuestas. Uno de los temas que está sobre la mesa es la celeridad de la intervención judicial y la rápida separación del menor de su agresor. Pero el tema es más complejo. La directora de la Clínica de Psiquiatría Infantil fue una de las expertas consultadas por el Senado y su experiencia muestra que, una vez asegurada la protección del menor, lo que cuenta es la calificación de quien evalúa la situación más que la celeridad de decisiones que pueden llevar al error en la solución.

Alejandro Nogueira

- Usted señaló en el Parlamento, a propósito de los cambios al Código de la Niñez en el tema del abuso infantil, que el 60% de las denuncias se comprobaban. ¿Qué pasa con el 40% restante? ¿Son denuncia falsas o no se comprueban por fallas en la investigación y evaluación de los casos?

- En general se señala a nivel mundial que un 30% de los casos se confirma, sobre otro 30% hay incertidumbre y otro 30 se descarta. El 60% que mencioné no es un dato epidemiológico, sino es la experiencia de nuestra clínica del Pereira Rossell.

La sospecha de abuso surge en muchas situaciones, ante alguna manifestación del menor que hace pensar que pasó algo. No es que el niño denuncia una situación de abuso, sino que algo le sucede que hace que un adulto piense que puede tratarse de un abuso sexual.

Por lo tanto muchas de estas situaciones se resuelven con el diagnóstico, que descarta que haya existido un abuso y muestra que el problema obedece a una patología claramente identificable.

- Por lo general el niño no denuncia el abuso…

- Hay muchas situaciones en las que el niño niega la situación de abuso y fue realmente abusado. Esto pasa porque tiene miedo a la reacción del abusador o de la familia. En adolescentes se ve más que temen a todo lo que viene detrás de la denuncia del abuso, la repercusión personal o familiar.

En otras situaciones el niño puede malinterpretar una acción de un adulto que no es abusiva, no tiene la intención de ser abusiva, aunque podamos decir que es una acción que no es adecuada. A veces otro adulto puede malinterpretar este tipo de situaciones.

Y también hay situaciones en las que se puede decir que el niño fue intencionalmente manipulado para denunciar un abuso cuando no lo hubo, aunque esto se da en un porcentaje muy menor. El niño puede estar presionado por una autoridad. Si a un niño se le reitera una pregunta, una y otra vez va a terminar de decir que sí para complacer al adulto y porque sospecha que hay algo que está mal en lo que está haciendo.

Por eso insistimos que las personas que tratan a los niños en esta situación tienen que conocer muy bien estos temas.

- La reforma del Código de la Niñez en lo que refiere al maltrato y el abuso parece centrada en la velocidad de la decisión judicial, especialmente en lo que refiere a separar al menor del presunto agresor. ¿Cómo ve este aspecto? ¿Es un problema de velocidad?

- En los hechos, nosotros separamos al niño desde el comienzo, lo dejamos internado, lo que da un tiempo de reflexión para todos. Los niños están en salas y son lugares de mucha protección.

La medida de protección al niño tiene que hacerse. El otro aspecto es qué tipo de medidas se adopten.

No obstante, quizá el punto más relevante es que una sola entrevista con el niño presuntamente abusado puede ser muy riesgosa. Es muy difícil descartar en una sola entrevista si hubo un abuso o no lo hubo. Se necesita más tiempo.

Si para establecer lo que pasó se necesitan más entrevistas o más opiniones, hay que poder recabarlas. La discrecionalidad del juez cuando solicita más de una pericia, no me queda claro por qué hay que cercenarla. La pericia es un informe de asesoramiento, es una opinión, y por eso esa opinión debe ser lo más calificada posible. Y el juez luego la acepta o no.

-¿O sea que usted no es partidaria de apurar estos plazos?

- No protegemos mejor al niño haciendo las cosas más rápido. Un experto belga -Jean Ives Hayez- que ha venido muchas veces y nos ha dado cursos y es uno de los coordinadores de los centros de protección al niño en su país, señala que se tiene que recurrir al juez cuando la familia no muestra ninguna señal de cambio, lo que es muy diferente a lo que hacemos acá.

Hayez plantea, en los casos de maltrato físico, que el niño debe seguir en la familia si ésta puede modificar su conducta. Si no puede modificarla, tiene que ser derivado al Poder Judicial.

En las situaciones de maltrato hay que analizar cada caso. La cantidad de niños que son quemados, golpeados y torturados es mínima y en estos casos es imposible que los padres modifiquen su actitud, hay saña, mecanismos muy perversos que se ponen en juego.

Pero la mayor parte del maltrato es el ocasional, el niño es golpeado, tirado contra una pared. En mi opinión, en estos casos hay que poder trabajar con las familias y evaluar cuáles fueron los desencadenantes que pueden ser modificados y ver si se pueden modificar formas de crianza abusivas.

- ¿Cree que eso es mejor que separar al niño de su familia y ponerlo bajo la protección del Inau?

- Creo que sí. En cambio otras veces el Inau es el cielo. Depende el caso.

- Ante sospechas de abuso, ¿quién debe manejar las entrevistas con el niño? ¿Quién debe diagnosticar la situación?

- Puedo explicar como lo hacemos nosotros en las Clínica de Psiquiatría porque el Pereira Rossell recibe, como hospital de referencia en pediatría, prácticamente todas las sospechas de abuso de la red periférica de atención, sea que al menor lo traiga la madre u otro familiar, la policía, una maestra, etc.

En la emergencia al niño lo ve el pediatra y el psiquiatra infantil y ante la menor sospecha de abuso, por banal que parezca, se interna al niño. Es una medida de protección. Se entrevista al niño, a los padres y vemos cuál fue la situación.

Si nuestros siquiatras consideran que hay sospecha de abuso o hay maltrato se hace un informe al juez. Y mientras el niño está internado se evalúan otras acciones, qué tipo de tratamiento necesita, si puede o no seguir en la casa y se empiezan a tomar otras medidas que también apuntan a la protección del niño.

Conviene aclarar que esto no supone una pericia. La pericia es pedida por un juez y es solamente para asesorarlo. El perito no trata al niño. Nosotros hacemos pericias en el marco de un convenio de la Facultad de Medicina con el Poder Judicial. Esto se hace en el Departamento de Psiquiatría Pediátrica Legal.

- Usted señaló en el Parlamento que el problema es cuando la evaluación de una situación de abuso o maltrato no es realizada por personas calificadas. ¿En qué casos sucede esto?

- No puedo hablar de la capacitación de otros. El Ministerio del Interior tuvo un centro de atención a las víctimas de la violencia y se hacían pericias. Hay denuncias que van a la Policía directamente y siguen otro derrotero, van al Instituto Técnico Forense y no pasan por el Pereira, que recibe las que necesitan abordaje médico y psiquiátrico.

- También en el Parlamento se esta debatiendo cómo desjudicializar estos casos. ¿Qué piensa de este aspecto?

- Esto tiene un punto: si lo sacamos de la órbita judicial ¿en qué órbita ponemos al niño? A mí esto no me queda claro. ¿Quién se hace cargo del niño? ¿Quién determina la medida cautelar o la pérdida de la patria potestad? No entiendo bien que quiere decir esto de sacar al niño de la órbita judicial.

Abuso: "La madre no siempre sabe"

- Se suele decir que en los casos de abuso "la madre siempre sabe" y consiente. ¿Usted qué piensa?

- Yo no pienso eso. Hay una idea pública de que la madre de alguna forma consiente el abuso o el maltrato. Esto es una generalización; habrá quienes lo consienten, pero hay muchas mujeres que no.

También se afirma que aquella mujer que ha sido abusada o maltratada en su infancia no puede defender a sus hijos o que los hijos de esas mujeres tienen mayor probabilidad de ser abusados o maltratados. Creo que hay que diferenciar la responsabilidad del que falla en la protección del niño y del que abusa o maltrata.

-También se afirma habitualmente que el abusador fue abusado de niño. ¿Es así?

- Es muy frecuente encontrar en los abusadores un abuso en su infancia.

El abuso se reitera generacionalmente por los mecanismos que se establecen. Si un niño de dos años se cae y llora y el padre o la madre lo levanta y lo sacude y reta porque lloró, el niño se forma la idea de que la repuesta frente al llanto es el golpe y el enojo. En cambio, si el niño se cae y le dan consuelo, tiene otra vivencia. Y esas dos vivencias repetidas a lo largo de los años estructuran distinto a las personas.

¿Esto quiere decir que de por vida esto se va a transmitir de generación en generación? No. Hay posibilidades porque las personas tienen capacidad reflexiva. La persona que fue maltratada o abusada puede reflexionar sobre esa experiencia y decir: "yo no voy a hacer lo mismo; sé lo que sufrí con eso".

Perfil

Nombre:

Laura Viola

Nació:

Montevideo

Edad:

57 años

Otros datos:

Es psiquiatra infantil y psicoterapeuta.

Dedicada a la salud mental

Es catedrática grado 5 y directora de la Clínica de Psiquatría Pediátrica de la Facultad de Medicina que funciona en el hospital Pereira Rossel. Además es coordinadora del área de Psiquiatría Pediátrica de la Asociación Española.

Se recibió de médica y luego de psiquiatra en 1985. Desde la Clínica de Psiquiatría Pediátrica realizó un estudio epidemiológico nacional del estado de la salud mental de los niños entre los 6 y 11 años que arrojó, entre otros resultados, que el 22% de estos menores presentaban trastornos emocionales y conductuales de tal entidad que requieren un diagnóstico.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad