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"Mi vida ahora va por otros caminos"

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El País

Sebastián Auyanet

"Allá, ¿ves ahí? Allá está el Cubo del Sur, ahí está la playita chica..." Jaime Roos señala hacia un ventanal del hotel NH Columbia que da a la Rambla Sur y recorre con su mano un tramo de ella.

"Yo un día dije que al morir quería que me cremaran y que tiraran mis cenizas allí porque ese es mi pedazo de mar. Yo crecí ahí y jugué a la pelota ahí, y si se te escapaba la pelota y uno no tenía suerte se caía ahí. Y te digo más, ahora vivo a una cuadra de ahí, es mi lugar en el mundo".

La charla comienza con el título del nuevo proyecto de Jaime Roos y su génesis. Empieza hablando de la primera del disco Siempre son las cuatro ("si se quiere el más psicodélico de mi carrera"), uno de los más "escondidos" para el público que hoy acude en masa a ver conciertos como los de la gira del pasado 2007 al aire libre. Forma parte del nuevo ciclo de recitales que ofrecerá desde el miércoles próximo en el Solís y que incluirá otros el jueves 17 y el sábado 19.

La charla sobre aquella canción, sobre el tipo de narrador y de persona que Jaime era en ese momento, en cuanto el propio músico reconoce que cuando un artista hace algo sincero, eso se convierte en una foto de lo que es en ese momento de su vida. "Yo hoy no podría escribir Brindis por Pierrot. Escribí eso adentro de ese mundo. No lo hice mirándolo con un telescopio desde mi casa. Estuve dos años adentro de esos boliches para escribir. Y estoy contento de haberla escrito, pero ahora mi vida va por otro camino. Ahora escribí Tema del hombre solo, que jamás lo hubiera escrito en aquel momento".

-¿Qué clase de persona eras?

-Era un tipo que vivía en la miseria, que tenía la soberbia de pensar que estaba haciendo algo importante, que hipotecaba su vida, su bienestar, su propia familia, por llevar adelante su música. Tenía muy claro lo que quería hacer. Lo que decían las letras de las canciones era lo que me pasaba en ese momento. Yo en ese entonces hacía lo que fuera posible por llevar adelante mi música. Mis primeros cuatro discos me los pagué yo. Así que ahora cuando es- cucho a un joven que se queja porque no quieren producirle un disco, me hace un poco de gracia. Era muy bohemio, vivía apretando el acelerador. Con bastante velocidad, por decirlo de alguna forma".

En muchas canciones que no llegan a esas giras, existe un Jaime Roos distinto que hace años el cantautor quiere volver a mostrar. Confiesa que a partir de cierto momento, su música se volvió masiva, lo cual es algo positivo, "pero lo puede volver prisionero de esa popularidad". Pero aunque los discos empezaron a multiplicarse, dice que jamás hizo concesiones. En cambio, en los shows no corre la palabra `concesión`, sino que todo pasa por celebrar con la gente que va a escuchar un espectáculo con algo que disfrute todo el mundo. "A mí no me gusta subirme a un escenario a dar cátedra, a hacer canciones nuevas que no hayan sido previamente grabadas y digeridas por el público. Por otro lado, los hits se amontonaron, de 5 pasaron a ser 10 y de ahí a 20 y luego a 25. La gente empezó a pedir esas canciones, y al concierto va una enorme cantidad de personas. Y si me las arreglo para poner entre esas canciones alguna más reflexiva y escondida, no pasa de 4 ó 5 canciones. La tónica del concierto es la de los grandes éxitos".

CAMBIO. Como tantos otros, el proyecto de hacer un show "diferente" era uno más en una larga cola. Pasó una gira por los 19 departamentos y otros balnearios, seis Solís llenos, ocho MovieCenter, dos cruzadas del charco que separa Uruguay con Argentina y saltar otro más grande, el del Atlántico, para presentarse en España. "Después llegaba el invierno y estaba seguro de que íbamos a bajar un poco la intensidad. Así que pensé `okey, hagamos esto`", explica el compositor, que de todas formas se apura en aclarar que Contraseña seguirá activo durante 2008.

Hermano te estoy hablando es una canción de corte reflexivo, personal y hasta con cierto ánimo no reconocible en el cantante si el acceso a su música ha sido sólo a través de discos en vivo y antologías. Jaime pensó en llamar a este ciclo "Canciones ocultas" o "Canciones escondidas", pero ninguno de los adjetivos aplicaba. En la lista de temas del nuevo proyecto, había un nombre con la suficiente contundencia como para expresar con precisión el espíritu de este show frontal e íntimo. "Este show es `Hermano te estoy hablando`. No es `Muchachos, quiero cantarles una canción`. Te estoy diciendo cosas ahí arriba del escenario. Es entre vos y yo", dice, enfatizando el tono de su voz con la seriedad que implica el asunto.

El espectáculo no hace un corte temporal ni tampoco estilístico en la carrera de Roos, y como ejemplo puede aparecer de nuevo la Rambla Sur. La canción que da nombre al concierto fue escrita hace 26 años. Pero en Fuera de ambiente, su último disco, la Rambla Sur vuelve a asomar con unos candomberos que la recorren durante la canción Vida número dos, que es la canción elegida por Jaime para cerrar estos nuevos recitales.

"Cierto grupo de amigos, de fanáticos o de eruditos musicales, me reclaman hace tiempo un show donde se puedan escuchar las canciones que tienen un perfil más individual y reflexivo, sin que aparezcan las que tienen un mayor tinte social o global. Desde ya te digo que yo no reniego de esas canciones ni pienso que estas, que son más `de culto`, son superiores a las otras. Hay de todo. Pero para mí representa una especie de toque de orgullo poder subirme al mismo escenario donde hice 30 temas hace un año con 26 temas distintos".

LA COCINA. Tres músicos de Contraseña recibieron un disco de versiones originales armado por Jaime. Uno para Nicolás Ibarburu, uno para Gustavo Montemurro y otro para Hugo Fattoruso, junto a sus correspondientes partituras en el caso de que fuera necesario. "Muchachos, llévense esto y vayan sacándolo", fue lo que dijo Jaime, que también se fue a su casa a trabajar esas canciones. "Nos llevó un mes más de lo que pensamos (tres y medio, en total). Incluso me pasó que a Nicolás le marqué algunas canciones para el bajo, no para la guitarra, porque quería que tocara ese instrumento. Así que las primeras sesiones de ensayo fueron como jugar a la gallina ciega. Al tratar de sacar los primeros arreglos nos dimos cuenta de que algunas cosas eran irrealizables. Otras sí se podían hacer y de a poco fuimos sacándolas. Se puede decir que las versiones están inspiradas en los arreglos hechos por mí y después en las pautas que tiré a los músicos. Luego hubo un gran desarrollo de parte de ellos, siempre sometiéndolo al acierto o error, al funciona o no funciona, al fluye o no fluye".

¿Hermano te estoy hablando es una recopilación de canciones "raras"? Se podría decir que se trata de 26 canciones trabajadas por una banda de cuatro músicos que en algún caso sumó, restó, o dejó tal cual eran las composiciones seleccionadas por su impulsor. "Se armó cada canción tomando como base que el sonido tenía que ser conocido. Hay partes del arreglo que son piezas fundamentales de una canción. Por más que esté la letra y la melodía, si no está esa parte del arreglo, no es la canción. En ningún caso eso sucede".

Las ganas de Roos de tocar con un grupo más pequeño, que explore las posibilidades de cada instrumento hasta llegar a lo que se suele hacer con no menos de diez personas arriba de un escenario. "Los tres instrumentistas hacen maravillas porque tienen que tocar el doble o el triple de lo que tocan habitualmente en los conciertos que hacen".

Dice que lo suyo no es una relectura total sino un aggiornamiento de sonido. Las nuevas versiones no quedan igual que en una compilación de originales, lo cual le resulta interesante como idea. "Aquí hay un hilo conductor que se da por el sonido. Con la misma estética, los temas pasan a tener una unidad que no tuvieron antes entre sí", añade el cantante, que no tiene problemas en adelantar más títulos: va a tocar siete temas de La Margarita ("quise esperar a poder hacerla entera en un show, pero me salía de la vaina") y dos más de Fuera de ambiente: Postales para Mario y Por la mirada.

Prensa porteña elogia recitales realizados con sala colmada

Anoche mismo Jaime Roos estaba haciendo "Hermano te estoy hablando" en Buenos Aires. Allí cumplió con un ciclo de recitales (todos a sala llena) en La Trastienda, donde juega de locatario porque ya llevaba contabilizadas 33 presentaciones en ese escenario.

La prensa porteña reaccionó de manera muy positiva ante la propuesta que el músico traerá el miércoles al Solís. El crítico de La Nación ayer comentaba que "lo llamativo es que pareció haber algún hit colado (Postales para Mario, por ejemplo, todo un cantito futbolero) y varias piezas por las que más de uno se habrá preguntado: ¿Por qué Roos no las incluye habitualmente en los recitales? Ya en los primeros minutos se descargó con la pintura adolescente de Quince abriles y con la oscura Chalaloco que representan, sin duda, dos joyas ocultas de su producción".

Los elogios del crítico se extienden hacia el grupo que "se mueve fluidamente" dentro de un repertorio que no se escucha en los recitales del músico y que, dice el cronista, es muy grato escuchar fuera del CD.

Un deseo compartido con NTVG

Entre los muchos rumores que suelen circular en torno a Jaime Roos hay uno que habla de un posible show o algún otro proyecto con el grupo No Te Va Gustar.

Jaime lo reconoce pero prefiere definirlo como un mutuo deseo. Para él es algo sanguíneo: estar con gente nueva, de la misma manera que en su momento le causó una fuerte emoción estar al lado de artistas de gran reconocimiento, como Rada, Mateo, los hermanos Fattoruso, o grabar con Los Olimareños, El Sabalero y los viejos murguistas. Lo nuevo tampoco le es ajeno y prueba de ellos es que cuando los Ibarburu empezaron a tocar con él, tenían 19 años.

"No Te Va Gustar es una banda que suena muy bien. Me gusta su cantante, me gusta su postura, su ideología musical. Entonces creo que puede llegar a ser una gran diversión hacer algo juntos. De ahí a poder hacerlo no sé, tenemos una agenda tremenda ambos. Primero no pude yo, después no pudieron ellos… Capaz que pasa como con este nuevo proyecto que se durmió como diez años (risas). Pero por ahora es un deseo en común", dice.

i Hermano, te estoy hablando Dónde. Teatro Solís. Cuándo. 16, 17 y 19 de julio. Entradas. Por redes UTS, Pagos y boletería del Solís.

Temas con otros ángulos

Los conciertos que comienzan el miércoles en el Solís, pueden ser una buena punta para redescubrir parte de la discografía del músico.

Roos está de acuerdo con que puedan ser vistos de esa manera. Recuerda que hay una diferencia muy grande entre hacer recitales con temas nuevos y hacerlos sobre canciones que el público ya digirió. No puede olvidar ciertas prácticas en sus tiempos de beatlemaníaco, cuando, a pesar de adorar al cuarteto de Liverpool, necesitaba escuchar cuatro o cinco veces una canción para descubrir lo maravillosa que era, aunque su creador fuera un genio como John Lennon.

La experiencia que recorrerá ahora se refugia en parte en la memoria de su público, pero asegura que se encontrarán con un ángulo distinto de su música y arriesga a decir más: encontrarán a un Jaime Roos diferente al que habitualmente ven sobre un escenario.

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