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En Colonia la historia brota hasta de abajo del agua

Hallazgo. Cañones portugueses suman riqueza submarina

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2007-08-16 00:00:00 430x400

Colonia Pedro Clavijo

Dos cañones de 1818 encontrados frente al puerto de Colonia suman un nuevo atractivo a la ciudad, reconocida como Patrimonio de la Humanidad, y abren un nuevo frente histórico con interés turístico: el de los tesoros submarinos.

La primera sorpresa fue el lunes. La draga de Hidrografía que limpia el fondo del antepuerto de Colonia se topó con algo pesado. Demasiado pesado. Los funcionarios que operaban la máquina no podían creer lo que vieron cuando extrajeron limpiamente un lustroso cañón que evidentemente llevaba un par de siglos bajo el agua. Las inscripciones en el objeto hacen suponer que pertenecía a una embarcación portuguesa. Dice: "5T2 Portugueza" y luce la grafía de una corona. En esos tiempos, Colonia estaba ocupada por los portugueses, cuya corte se encontraba radicada en Brasil, donde se había exiliado desde la Europa convulsionada por Napoleón.

Al otro día, cuando en Colonia el comentario del hallazgo se empezaba a hacer popular, los funcionarios de Hidrografía se encontraron con otra pieza de artillería en el fondo del agua.

Esta vez se trató de una culebrina, un arma tan antigua como la primera, que se supone perteneció al mismo barco. El material y el estilo son parecidos. Y además porque las dos piezas aparecieron muy cerca una de la otra, a una profundidad de 2,50 metros.

Los descubrimientos dejaron en evidencia que algo había allí abajo ya que no era una casualidad que dos objetos de semejante porte fueran extraídos un día si y al otro día también. Así, se tomó la decisión de suspender temporalmente el dragado en el puerto.

Se estima que pueden haber más piezas en la misma zona.

Notables joyas. Los entendidos en temas submarinos y los historiadores coinciden que se trata de un hallazgo importante, de gran valor histórico.

"Son joyas que tienen un significado notable", dijo Christian Pos, director de museos del departamento. "Se trata de una pieza muy importante, sobre todo por el estado de conservación que tiene", comentó Diego Lascano, conocido historiador de Colonia, en referencia a la preciosa bombarda extraída el lunes.

Agregó que es lo más probable, como esa pieza de artillería está fechada en 1818 y tiene esas inscripciones, haya pertenecido a una embarcación portuguesa. Las primeras versiones indicaron que se trataría de la fragata Keen Mann IV, que curiosamente tiene nombre inglés. De todos modos, ninguno de los historiadores consultados por este país reconocieron este nombre, y a varios les llamó la atención el bautismo anglo para una embarcación que supuestamente perteneciera a la flota imperial de Portugal.

destino. Ayer la draga fue trasladada al muelle viejo del puerto de Colonia. Con la ayuda de un remolcador grúa y un pontón, se logró bajar la bombarda con sus 300 kilos.

"Debemos tomar todas las precauciones, para no cometer errores", dijo una persona que trabajó en el lugar; la culebrina es más pequeña y maniobrable entre varias personas. Los funcionarios de Hidrografía se fotografiaron el martes sosteniéndola entre cuatro.

Las piezas se colocaron en la caja de una camioneta y fueron llevadas hasta la Prefectura. Estarán ahí hasta que se decida su destino, sumergidas en tanques con agua de río para estabilizar su conservación.

Representantes de la Comisión Nacional de Patrimonio, llegaron a Colonia e iniciaron una serie de estudios sobre ambos bienes, aunque aún no se han brindado detalles de los mismos.

Para la coordinación de museos y para el Consejo Ejecutivo Honorario del Barrio Histórico, "lo lógico" es que las piezas se queden en alguno de los museos del departamento.

"Hay un sentir de la comunidad de que debe ser expuesto en los museos de la ciudad", dijo Eduardo Caballero, integrante del Consejo.

También se iniciaron estudios legales, sobre jurisdicción, ya que el buscador de tesoros Ruben Collado tiene un contrato con el Estado para trabajar en la misma zona donde fueron encontradas las dos piezas (ver nota aparte).

"Es para la búsqueda y rescate en esa zona; de un barco o varios barcos, porque si usted encuentra más tiene derecho también", dijo Collado.

Collado y su equipo están interesados en rescatar el Lord Clive, reflotarlo y armar un museo temático en Colonia.

En Punta del Este, Collado tuvo un museo en el que expuso buena parte de sus hallazgos submarinos. Pero cerró, y ahora hay unos inversores españoles interesados en reabrir esa muestra en Colonia, afirmó.

Por ahora el cuidado de las dos piezas halladas está en manos de la Prefectura y de Patrimonio Histórico.

"Por supuesto que cualquier hallazgo de barcos hundidos (o de tesoros enterrados) o cualquier asunto que espolee la imaginación tiene gran valor turístico. Por eso es importante que los objetos que se extraigan del fondo del mar se exhiban en un lugar acondicionado. Esto provocaría visitas de turistas, que siempre están interesados en estos temas", comentó Juan Antonio Varese, escritor y conocedor de naufragios en la costa uruguaya.

Las cifras

100 son, por lo menos, los barcos hundidos en las cercanías de Colonia, donde el río tiene un fondo rocoso y está lleno de islas.

6 es la cantidad de embarcaciones que, según una investigación de Ruben Collado, estarían hundidas en la zona de los hallazgos.

Culebrina y bombarda

Culebrina

Es una pieza de artillería popular en los siglos XVI y XVII. Tiene un largo tubo que llega a medir hasta 35 veces su calibre. Se usaba tanto en tierra como para artillar navíos, y se distinguían varios tipos. Esta pieza tiene una boca pequeña y está fundida en cobre. No tiene ningún tipo de inscripción. Existieron distintos tipos de culebrina: la doble culebrina, la media culebrina o "verso", tercio de culebrina o "sacre", y cuarto de culebrina o "falconete". Los nombres dependían de los calibres de cada pieza. A mediados del siglo XVII la culebrina fue sustituida por el cañón, que gastaba menos pólvora.

Bombarda

Está considerada como el arma portátil más antigua de todas y la precursora del cañón. Eran de longitud de ánima muy corta y disparaban como proyectil una pelota de piedra toscamente labrada, que luego fue sustituida por una pelota de fierro colado. Mide 84 centímetros de largo y 27 de diámetro. Pesa unos 300 kilos. Tiene una identificación: dice "5T2 Portugueza" (si, con "z"), y dibujos como por ejemplo una corona. Sorprendió el buen estado de conservación que tiene la pieza. Después de que fue retirada, se colocó en un tanque con agua de río, para que se mantenga en las mismas condiciones.

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