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Noé se embarca en Argentina

Estreno. El director Juan Carlos Buscarini habla de sus proyectos

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Buenos Aires MATÍAS CASTRO

"El Arca", de Juan Pablo Buscarini, llegará a los cines en vacaciones con la nada sencilla tarea de competir con producciones estadounidenses. El director contó en su estudio cómo ha encarado este trabajo.

Fueron unas vacaciones incómodas con un perro a bordo lo que disparó en Juan Pablo Buscarini la idea para El Arca. Ocho años atrás, el productor y director de Condor Crux y El ratón Pérez, estaba de viaje con unos amigos, en un velero. Uno de ellos quiso llevar a su perro, lo que complicó bastante las cosas en tan reducido espacio. No imaginó entonces que las ideas que le provocaba esta experiencia le llevarían a hacer, años después, una película animada de casi tres millones de dólares.

El Arca retoma la historia del Antiguo Testamento y plantea en clave de humor qué ocurriría con la convivencia de todas las especies de animales, depredadores y depredados incluidos, dentro de un barco pilotado y construido por un hombre, Noé, criado en medio del desierto. Además de la dimensión humorística que tiene la historia, coescrita por el uruguayo Fernando Schmidt, Buscarini, un rosarino de 45 años, afirma que nunca dejó de tener en cuenta que también debía permitir otras lecturas. "Es una muy profunda metáfora, donde el arca funciona como lo que podría ser el mundo, un país, una empresa o un edificio. Es un lugar donde uno está obligado a convivir", afirma el director en su oficina de los estudios Patagonik.

COMPETENCIAS. Este es un buen año para la animación en Argentina. De acá a diciembre se espera el estreno de Isidoro, la primera película del famoso playboy y chanta de historietas, Plumíferos, una animación en 3D hecha con software libre, y Fierro, adaptación de Martín Fierro guionada por Fontanarrosa. En medio de éstas, Patagonik y Buscarini buscan continuar el éxito que el año pasado tuvo la versión animada del ratón que cambia dientes por plata.

De alguna manera esta empresa de producción ha funcionado como la misma arca de Noé, en lo que tiene que ver con sus proyectos. Fue hogar hace años de la serie Dibu y sus películas, también produjo la película de Patoruzito o El ratón Pérez, o El Aura de Fabián Bielinsky, y ahora lanzará entre otras El niño de barro, sobre la historia real de un asesino serial bonaerense de diez años de edad. El Arca sale de allí, poco antes de que lo haga La señal, proyecto del fallecido Eduardo Mignogna que terminó por codirigir Ricardo Darín.

"Para cualquier cinematografía que no sea la estadounidense es muy difícil ponerle el pecho a los estrenos de vacaciones y a los tanques. Entonces el hecho de haber conseguido un espacio con El Ratón Pérez, que hizo las mismas cifras que los tanques, nos ha ganado confianza de parte de los exhibidores y distribuidores", afirma Buscarini.

Los estudios de Patagonik, que fueron el sustento para esto, impresionan. Grandes espacios, muchos departamentos y personal activo por todos lados. Arriba, el área de animación con muchas mesas de dibujo, mesas de transparencias y algunas computadoras.

PROCESOS. Entre los que trabajaron en este estudio, más los contratados en oficinas de Rosario, La Plata y Tandil, la película ocupó a unos sesenta dibujantes a lo largo de un proceso de doce meses.

De forma similar a lo que le puede ocurrir a una producción menor o incluso a una uruguaya, el retorno de las boleterías locales no es suficiente para recuperar los costos, más allá de que el Instituto de Cine de Argentina aporta subsidios de entre 200 y 600 mil dólares.

Para que la película funcione solamente con la exhibición en Argentina, reconoce Buscarini, el presupuesto no podría exceder el millón de dólares. "Pero este costo máximo ocasionaría un estándar de producción que no compite en cines frente a las extranjeras, sobre todo si se trata de cine infantil. A este tipo de público no lo enganchás con el argumento de que se trata de una producción nacional o local".

Buscarini fue productor de la primera película de Patoruzito, que se estrenó en el año 2004 y cuenta que encontrar productores para esa película le costó mucho más trabajo que para El Arca o El Ratón Pérez. Por eso defiende el carácter universal o transnacional de los temas y argumentos de esas dos películas como parte de sus fortalezas y del atractivo que tuvieron para sus socios. "No porque uno haga estas dos películas de temática universal, la próxima tiene que ser así", responde a la pregunta sobre si se siente atado a estos parámetros de trabajo para futuros proyectos. Es que en pocos meses comenzarán a trabajar en la secuela de El ratón Pérez. Pero hay algo más. Sobre uno de los escritorios en su oficina hay un volumen de Perramus, una obra maestra de la historieta, dibujada por Alberto Breccia y escrita por Juan Sasturain. Uno de sus proyectos a largo plazo, confiesa, sería adaptarla a la animación. También cuenta que está trabajando con el escritor Pablo de Santis en adaptar la novela El inventor de juegos.

"Igual estoy confiado en que al generar la producción localmente, el producto siempre tiene una mirada o una lógica nuestra", agrega sobre la pregunta del carácter universal de sus trabajos. "El guión está escrito entre un argentino y un uruguayo, y al final de la película, donde podría haber puesto una canción pop, hay una murga escrita por Alejandro Dolina. El producto es absolutamente internacional, pero las cosas tienen un sello propio. Te ganás un espacio para que el día de mañana estos mismos que hoy te apoyaron con estas cosas, te vuelvan a apoyar con una idea menos universal. El tema es ganar esos espacios de confianza".

Uruguayo: El guión de la película fue coescrito por el libretista Fernando Schmidt

Los tres éxitos de Buscarini en taquilla

Dibu 3 | 2002

La tercera película del personaje que surgió de una serie televisiva fue la última. Buscarini y Patagonik lograron con estas producciones resucitar la industria de la animación en Argentina. El primer film de Dibu llegó a tener 1.3 millones de espectadores.

Patoruzito | 2004

Junto con Manuelita de Manuel García Ferré, esta es la única película argentina que solo en su país ha superado los dos millones de espectadores. Ningún filme con actores ha llegado a esta cifra. El hijo de la novia, por ejemplo, tuvo 1.5 millones.

El ratón Pérez | 2006

"Buscaba el espíritu de Montevideo para ambientar esta película", dice Buscarini. De hecho cruzó el río para buscar locaciones, aunque no logró encontrar nada que encajara con su idea, así que rehizo una ciudad ficticia con efectos digitales.

Palabras del cineasta

"En esta película hay una autoría compartida. Primero por los dos guionistas, luego por quien hizo el guión cinematográfico y yo".

"Si pudiera elegir, no pegaría tanto dos películas (El ratón Pérez y ésta). Me costó mucho esfuerzo físico e intelectual hacer las dos seguidas".

"No podemos dar mucho changüí en los estándares audiovisuales. No hay que gastar 100 millones de dólares: hay que gastar tres millones".

"Con Dibu, en el año 97, empezamos a entender que el cine de contenido infantil es una combinación particular de arte o talento e industria".

"Hay dos formas de hacer animación. Una es hacer escena por escena, lo que hace que los dibujantes estén siempre haciendo muchos personajes. Y la que nosotros usamos es darle a un animador un personaje. Así cada dibujante está con su personaje a lo largo de muchos meses".

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