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Colonia El Ombú, secreto pedazo de Alemania en pleno Río Negro

| El gobierno uruguayo los ayudó cuando llegaron en 1948. De aquellos 700 pioneros quedan hoy apenas 150.

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YOUNG | DANIEL SOSA

Las trágicas consecuencias bélicas de la primera mitad del siglo pasado con epicentro en Europa dejaron familias diezmadas, persecuciones políticas y especialmente religiosas. Estos fueron motivos valederos para una gran corriente emigratoria. El 27 de octubre de 1948, Montevideo recibió un primer contingente de 776 alemanes y polacos, niños, jóvenes y mayores de familias destruídas, que habían escapado en una primera etapa en un barco para ganado entre bretes y paja de trigo, para luego cruzar el océano Atlántico en tres semanas, en una nave mejor equipada para llevar personas.

CAMPESINOS. Hans Dück y Christa Warkentin tenían 4 años aquella mañana de octubre y arribaron a Uruguay con parte de sus familias, todos de origen campesino, productores de leche y pastoriles, a quienes la guerra perdida les arrasó vidas y pequeñas propiedades que ya no podrían disponer. Hoy, tras casi 6 décadas, estos dos ocasionales anfitriones de El País son matrimonio, alemanes que han trabajado en paz y libertad en Uruguay, más concretamente en su querida colonia "El Ombú" ubicada a 25 kilómetros de Young. "Vinimos mis padres y cinco hermanos, el primer barco era para ganado, entraban 1.000 personas pero pusieron cinco veces más para sacar la mayor cantidad de gente del horror", recuerda Dück. En ese viaje vimos como venían aviones a hundirnos. Pese a que tenía 4 años Dück recuerda que vio caer un avión por bombas tiradas desde su barco, debían viajar todos en la oscuridad, nadie en cubierta, rememora, resaltando que es ésta la parte de la historia que más le cuesta contar.

Los territorios alemán y polaco devastados por la guerra, tuvieron de sostén a la comunidad religiosa Menonita, creada por Menno Simons, grupo separado de la Iglesia Católica. Especialmente desde Estados Unidos les enviaban ayuda para salir de Europa. Dück y Warkentin pudieron llegar a América gracias a esta comunidad.

Quedan en el país unos 150 alemanes que vinieron hace 6 décadas, 100 en las dos colonias de Río Negro, Ombú y Gartental, y el resto en Delta en San José.

Hoy todos los alemanes de las tres colonias profesan en esta comunidad, mantienen además gran parte de sus costumbres, como comidas, hablan el alemán y lo estudian en enseñanza primaria. Muchos de las nuevas generaciones optaron por emigrar al país de sus mayores. "Nosotros visitamos familiares en Alemania, pero nos gusta vivir en Uruguay", reafirma Christa.

apoyo uruguayo. Dück se emociona y recuerda todo sobre este grupo de inmigrantes campesinos. Cuando llegaron a Uruguay los enviaron en tren a un campamento militar donde están las Termas del Arapey. Estuvieron allí hasta que el gobierno logró reubicarlos, unos fueron a Colonia y otros a Río Negro donde pudieron trabajar tierras con asistencias crediticias y apoyo que aceleraran la integración. En 1950 compraron la estancia "El Ombú" que tenía 1.200 hectáreas, cerca de Young, con la ayuda de su comunidad religiosa y apoyo del Instituto Nacional de Colonización, que quería que cada parcela asignada a las 60 familias fuera de 14 hectáreas, donde cada una hiciera su casita, se creó así la primera comunidad menonita en Río Negro. En 1951 llegó a "El Ombú" otro contingente de alemanes, incluso muchos familiares que se creían fallecidos. Hans como y Christa se manifiestan agradecidos a Uruguay, a los gobiernos y a su gente.

Tradiciones

Las tres colonias de alemanes en el país: Ombú, Gartental y Delta, mantienen gran parte de costumbres, hablan alemán y lo estudian en enseñanza primaria. Es clásica la cocina alemana con elaboración de comidas agridulces, las tortas "cargadas", los strudel dulces o salados o los "sauerkraut" con carne de cerdo.

Carne de cordero y todos los derivados de embutidos de cerdo oreados o ahumados completan una dieta muy rica en calorías.

Es notoria la presencia de todos los productos lácteos elaborados en el hogar o envasados de fábrica, consecuencia de ser un pueblo netamente productor de leche.

Industria alemana

En la década del 60 la incipiente producción de leche en las colonias El Ombú y Gartental llegó a niveles importantes que demandaban una concentradora del producto más cercana. Con idea alemana, con material humano alemán y el apoyo de créditos, en 1968 se inauguró la planta industrial Claldy, una cooperativa procesadora ubicada en las puertas de Young. Fue un fenómeno social, dinamizador y de asentamiento de la familia rural en el campo. Claldy ahora industrializa 60 millones de litros de leche por año.

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