Publicidad

Tres museos inauguran relevantes exposiciones

| De Viera se podrán ver obras muy poco conocidas de acervos de particulares

Compartir esta noticia

A partir de hoy coinciden en el circuito montevideano tres exposiciones destacables de artistas nacionales: Petrona Viera, Fernando Varela y Pablo Uribe. Abrirán, respectivamente, en el Museo Zorrilla, en el Museo Nacional de Artes Visuales y en el Museo Blanes.

La muestra de la notable Petrona Viera incluye sus dibujos, crayolas y óleos, provenientes de colecciones privadas y en especial del acervo de la Galería Latina. Muchas de estas obras son desconocidas para la mayoría del público.

Viera era sordomuda desde su infancia, y lo que expresó en su obra parece compensar esa carencia. Hoy la escuela 210, ubicada en la última casa en la que ella habitó, se ocupa de niños y jóvenes con capacidades diferentes, y recibirá donaciones a partir de esta muestra.

El padre de Petrona fue el doctor Feliciano Viera, ex presidente de Uruguay. Ella era la mayor de once hermanos, y la enfermedad que la dejó sorda se manifestó en el período en que aprendía a hablar. Ese fue el punto de partida de una vida en la que su comunicación como artista se daría a través de su familia. Sus obras reflejaron estas vivencias y ese microcosmos en el que se vio casi encerrada. Se caracterizan por grandes pinceladas de color sin modular, luminosidad y cromatismo. Los motivos que tomó, mayormente plasmados en óleos, fueron muy variados y también seriados: retratos familiares, juegos infantiles, paisajes y una serie de desnudos.

Su formación artística estuvo a cargo, al comienzo, del pintor Vicente Puig. A diferencia de otros artistas del mismo período, nunca viajó al exterior y ni siquiera fue a las clases del Círculo de Fomento de Bellas Artes.

Luego de que Puig se radicó en Buenos Aires, pasó al taller de Guillermo Laborde, donde muchos coinciden en que se dio su consolidación pictórica. Este nuevo período abarcó unos 20 años; la mitad de una carrera artística de cuarenta. Entró a la denominada "corriente planista" junto con Laborde. Esta línea de trabajo había sido introducida por José Cúneo, y fue tomada por casi todos los pintores jóvenes de las décadas del 20 y el 30. En Petrona se mantuvo unos diez años más.

Según reseñan las críticas, las obras de este período están entre las mejores de toda su producción. Durante el período planista, que duró aproximadamente hasta 1943, Viera utilizó técnicas muy diversas, como el óleo, la acuarela, los grabados sobre madera y metal, muy apoyada por el pintor Guillermo Rodríguez. Su trayectoria continuó hasta su muerte en 1960. Y la importancia que tuvo se manifestó en su periódica participación en exposiciones del Círculo de Bellas Artes y en muestras colectivas en Buenos Aires y París.

Esta muestra en el Museo Zorrilla irá hasta el 4 de junio, todos los días de 14 a 18 horas.

otros dos. La muestra armada por el artista Pablo Uribe (Montevideo, 1962) también se abre hoy pero en el Museo Blanes. Se trata de una selección puesta en un "montaje muy original", según adelantan en el Museo.

El nombre de la muestra, Entre dos luces, corresponde al título de un cuadro de Blanes, y cae en el marco de una serie de exposiciones que seguirán a artistas jóvenes que durante seis meses revisarán las obras que forman parte del acervo del lugar.

La muestra de Uribe se integra por obras paisajísticas de 35 artistas de la colección del museo, pero cuyos nombres no se han dado a conocer ni siquiera en la página web, donde el programa del museo llega hasta el año 2004 y no tiene actualización.

Mientras tanto en el Museo Nacional de Artes Visuales quedará abierta una muestra de Fernando Varela. Titulada La palabra callada, entre otras cosas tiene la particularidad de que pertenece a un artista uruguayo que reside desde hace 30 años en la República Dominicana.

Angel Kalenberg, director del Museo, desde el prólogo del catálogo afirma que "Varela encontró en República Dominicana un vital resevorio de imágenes precolombinas y coloniales... Sin embargo su obra, dada su circunstancia transcultural, prolonga la tensión que Torres García ejemplificara con el mapa al revés entre el hemisferio Norte y el hemisferio Sur.

Durante la última década Varela ha producido de forma incesante y con la característica de ser obras seriadas. La mayoría de sus pinturas usan una paleta de colores baja, "se diría uruguaya", según Kalenberg, y una composición que recurre a la medida áurea, predicada por Torres García.

Las obras expuestas son parte de un período nuevo en su carrera, iniciado en 2003. Esta serie de La palabra callada tiene letras hechas en pinturas con altorrelieve y en las esculturas con bajorrelieve. Toda la superficie en estas obras está invadida por centenas de letras que se disponen en cualquier orden.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad