Los argentinos Mike Tabaschek y Martín Rieznik comenzaron a estudiar las relaciones entre hombres y mujeres buscando tener más éxito a la hora de seducir. No imaginaban que quince años más tarde habrían creado la escuela LevantArt. En esta academia de seducción ya han dado seminarios a más de 1500 hombres en cinco años.
Tabaschek, que además es productor audiovisual y aspirante a fotógrafo, afirma que la intención de LevantArt es "comunicar una información que es fundamental para todo hombre". Rieznik, se dedica también a la dirección de cine, es parte de "Hermagos" –una dupla de magos que forma con su hermano- y es actor.
El 25 y 26 de enero darán un seminario intensivo en el Sheraton de Montevideo. La inscripción es previa y cuesta US$ 150. Cuentan que el promedio de edad que suele acudir a sus clases es de 30 años, aunque el rango que aceptan es de 18 a 50, y garantizan "discreción máxima". A unas semanas del comienzo del curso, los dos "maestros del levante" hablaron con EL PAÍS digital.
¿Los hombres sienten miedo antes de acercarse a las mujeres?
R: Si vos te imaginás el fracasado máximo, sí, es ese. No se anima acercarse, transpira cuando ve una mina linda. Pero esos son muy pocos de nuestros alumnos. Lo que hay es un montón de gente que no es que le va pésimo, sino que se mueve por la intuición, en la ignorancia, y cada mujer es empezar de cero. Nosotros damos información que todo hombre debería tener. No le puede hacer mal a nadie. Cuanta más información tengamos, a la hora de la seducción, más podemos elegir. Más libres somos.
T: Además, hablamos de hombres que capaz que dedican cantidades enormes de horas a desarrollar sus profesiones. Son abogados exitosos, médicos y a la hora de la seducción están en un terreno totalmente a ciegas.
R: Más allá de las habilidades profesionales que uno puede tener en la vida, entender las dinámicas de las relaciones es otra cosa. Hay gente que puede ser muy exitosa en su carrera pero no es exitosa con las mujeres y no es feliz. Nosotros creemos que los que son exitosos con las mujeres terminan trasladando eso al resto de su vida.
¿Hablan de un método?
R: Si… No decimos que sumás esto, más esto, más esto y te conquistás a cualquiera. Lo que tenemos es un gran conocimiento sobre qué es lo que hace atractivo a un hombre, qué hace atractiva a una mujer, cómo podemos potenciarnos. Es un conjunto de conocimientos que hacen que cada uno tenga su propio método. No seduce igual un abogado, que un mago, que un político. No se trata de tener la frase mágica y después ir y conquistar con la mentira. Porque después es un cascarón vacío. Es potenciar lo mejor de cada uno. No queremos que vengan con nosotros y nos paguen diez años. Para eso está el negocio de la prostitución. Lo nuestro es adquirir una habilidad que te quede para toda la vida y se la puedas enseñar a tus hijos el día de mañana.
¿Ustedes siempre tuvieron éxito con las mujeres?
T: Nos dedicamos desde los 15 años al estudio de esto y a los primeros que nos hicimos bien fue a nosotros mismos. Llegó un momento que nos dimos cuenta de que podíamos enseñarlo y éramos las principales autoridades en la materia.
R: Si nos interesamos por esto fue porque sentimos la necesidad. Tuvimos la suerte de sentirla a los 15 años. Lo que tiene de bueno es que transitamos el mismo camino que el tipo que nos contrata. Todos tenemos en el grupo de amigos uno que siempre le fue bien. Cuándo le preguntás cómo hace, no sabe transmitirlo. Porque él lo tiene de siempre, le nace. Maradona puede jugar muy bien, pero a la hora de transmitirlo, nada.
¿Mucho cachetazo en el camino?
R: No, cachetazo no, porque siempre somos muy respetuosos. Pero para saber ganar hay que saber perder.
T: Igual, se tienen mucho menos rechazos cuando uno sabe qué es lo que está haciendo. Hay personas que se pasan toda la vida chocándose contra la misma pared. Y ahí se generan muchos prejuicios: que las mujeres son histéricas, que los lugares son una mierda, que no se puede salir más de fiesta, que billetera mata galán. Todo eso es mentira. Es simplemente un hombre que se resignó. A nosotros nunca nadie nos enseñó esto. Ahora se puede empezar a leer, estudiar, tener un coach, un guía.
¿Cuándo se dieron cuenta que se podían dedicar a esto de una manera profesional?
R: Hace cinco años, cuando decidimos empezar a enseñarlo. Primero hicimos una prueba piloto con nuestros amigos. Salió bien y lo lanzamos.
T: No era algo nuevo, porque hace 20 años se enseña en Estados Unidos y las principales ciudades de Europa. El punto inicial fue cuando fundamos la academia y el primer mes estuvimos llenos. Incluso para nosotros fue sorprendente. Porque nos dimos cuenta que lo que estábamos haciendo entraba justo en un momento de romper con el tabú. Más en Argentina. Porque en Argentina está el langa, el chamullero, la histérica… Situaciones muy despectivas de la relación entre géneros que no van a ningún lado.
¿Cómo reaccionan las mujeres cuando les dicen a qué se dedican en LevantArt?
T: Les encanta. No suelen tener tabúes en cuanto a lo que es compartir conocimiento para ser mejores. Los hombres son gano yo y vos perdés. Nuestras novias siempre nos han apoyado. Y las que no, hemos tenido alguna discusión y lo hemos resuelto.
R: No es lo único que hacemos. No es lo que define nuestras vidas. No hablamos solo de esto con las mujeres.
¿Tienen pareja?
R: En este momento, no…
T: Prefiero guardarme esa información.
¿Hay más competencia entre los hombres que entre las mujeres entonces?
T: Las mujeres se pelean cuando una hace algo que va en contra de lo que es socialmente aceptado entre ellas. Solamente en ese momento. Y es cuando nos llama la atención, porque se están peleando. Nosotros nos cagamos a trompadas todo el tiempo. En la calle, el tráfico, la oficina, la cancha, los boliches. Hay mujeres para todos. Hay un código entre hombres, sí, pero el que está ahora no implica compartir.
R: Las mujeres tienen sus revistas donde comparten cuestiones. Y tienen un montón de pavadas, pero tienen muchas notas reales con información. Vos comprás una revista para hombres y son culos y tetas.
¿Qué es lo que hace que a unos hombres les cueste más que a otros?
R: Nos interesa verlo más como algo sociológico. Hay ciertos tabúes que se han ido derribando, y otros que no. Por ejemplo, hoy es más fácil hablar de cómo ponerse un preservativo que de cómo seducir a alguien. Lo que es seguro es que, como sociedad nadie le ha dado una respuesta a quienes no les surge naturalmente la facilidad para seducir.
T: Además, nos vendieron que solo los jugadores de fútbol, los famosos… Lo que hay que entender es que eso es mentira. Si uno puede mostrar su personalidad y desarrollar una personalidad atractiva, puede tener las mismas minas que un campeón del mundo. A partir de ahí destapamos la olla, abrimos la caja de Pandora.
R: Las mujeres se interesan en un 80% por la personalidad. A partir de eso, cualquiera sea tu capacidad física, podés mejorar un 80% tu capacidad de seducir. También es cierto que los hombres tienen fantasías alocadas que la mayoría no cumple. Y si a la mujer le dan un consejo de cómo conseguir marido, está bien. Pero, si al hombre le dan consejo sobre cómo hacer un trío, ¡ah, qué chabacano! ¿Por qué no puede disfrutar de eso?
T: Hay técnicas para terminar en un jacuzzi con tres mujeres. Hoy en día, decenas de miles de personas en el mundo comparten esta información. Ahora lo que hay que hacer es mover ciertos cimientos de la sociedad y dejar que la gente tenga acceso. Dentro de 20 años, como pasó hace 20 años con la educación sexual en los colegios, vos podrás decir "yo, en ese momento, hablaba con gente que estaba a la vanguardia de empezar a romper el tabú de que la seducción es solo para eruditos y poetas".
¿Qué diferencias ven ustedes entre las mujeres argentinas y las uruguayas?
R: Creo que nosotros tenemos la ventaja de vivir en el país de las mujeres más difíciles. Nos ha dado como un entrenamiento intensivo para ir a cualquier otro lado. Al ser el hombre argentino tan banana, tan chamullero, las mujeres argentinas han hecho como un escudo de protección. Vas a otros países a donde los hombres no son así y las puertas están más abiertas.
T: En Uruguay, las mujeres y los hombres tienen relaciones más sanas pero el uruguayo tiene los mismos problemas que el argentino a la hora de seducir.
¿LevantArt apunta a enseñar a "levantar" una mujer para una relación de una noche o apuesta a que se transforme en una relación duradera?
T: El techo te lo ponés vos. Hay gente que entra acá con la idea de seducir a una mina, o a una exnovia, y en el camino conoce a tantas mujeres que termina cambiando de idea.
R: Nosotros damos las herramientas para una habilidad y vos la usás como quieras. Está el que te dice que quiere sexo desenfrenado y después lo ves enamorado, de la mano de una. Incluso hay gente que viene y que está casada y te dicen "quiero sentirme bien, no quiero pensar que si mi mujer me deja es la única mujer que pude conquistar en mi vida" o "si la quiero dejar quiero saber que tengo otras posibilidades".
¿Reciben críticas?
T: Las críticas son sociales. Es el tabú que habla.
R: Como todo planteo nuevo va a recibir críticas.
T: En Buenos Aires, cuando empezamos hace cinco años, la gente no entendía de qué iba esto. Después de cinco años, hoy en día nos contratan como consultores o nos llaman para ver qué se puede hacer o no.
¿Qué tanta efectividad tienen sus clases?
R: Cada uno tiene su techo. No los podemos seguir. Nos han invitado a casamientos y otros están viajando por el mundo, living la vida loca. La vida los potencia en todos los ámbitos. Si vos estás preocupado por las mujeres, por más profesional que seas, capaz que pasás la mitad del día pensando en eso, preocupándote, haciéndote mala sangre. Si tenés eso solucionado disponés de una cantidad enorme de tiempo para hacer lo que quieras. .
¿Cómo se hace para enseñarle a jóvenes y veteranos?
R: Es todo supervisado y segmentado. No seducen igual uno de 18 que vive con sus padres que uno de 55 que tiene su propia empresa.
¿Qué pasa con los que van y quedan disconformes?
T: Jamás, nadie nos pidió que le devolvamos dinero ni nos dijo que no les gustó. Nadie. Y eso que sí lo esperábamos. Hay que entender que ya no somos el hombre protector, el hombre proveedor. Cuando entendemos nuevos paradigmas vemos que se puede ser atractivo.
¿Cómo es la modalidad de las clases?
R: Al ser una habilidad práctica se necesita ir a ponerla en acción. Son clases teóricas, pero no acartonadas como en una universidad. Y hay clases prácticas en las que salís con un coach que te sigue, más o menos de cerca.
T: Hay misiones y niveles. A medida que uno avanza las misiones aumentan en su dificultad.
TIPS
Los expertos advierten sobre qué NO hacer al acercarse a una mujer para seducirla
No demostrar interés sexual en el acercamiento. "Ni directa ni indirectamente".
No hacerse el amigo. "Caer en zona de amigos es una tontería y es algo que hace mucha gente como estrategia".
No hablar directamente con la mujer que a vos te gusta. "Si entendiera que no le tiene que decir nada sino entrar al grupo en el que está ella, se evitaría una ansiedad muy grande".
No fichar. "Cuando fichás ya estás muerto. Si vos miraste, la mina te miró, y vos no hiciste nada, perdiste. Perdiste ahí. Si fichaste, tenés tres segundos para acercarte. Si no, sos un tipo que ladrás pero no mordés. Eso a las mujeres no les gusta".
El alcohol es como cualquier droga. "El abuso no ayuda. Sobre todo en algo que tenés que tener atentos todos los sentidos. Entendamos que lo que tenemos delante es una mujer, que piensa distinto a nosotros. Tenemos que tratar de entender cómo se siente. Si estamos en otro planeta, por el alcohol, se complica mucho más".