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Lagartos en verano: qué hacer si se presenta esta compañía incómoda

Experta en cría y rescate de reptiles afirma que aparecen más que antes en zonas semiurbanas

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Lagarto overo
Alternatus Uruguay

María de los Ángeles Orfila

Cada día, al menos una de las llamadas que recibe el Centro Educativo de Cría y Rescate de Reptiles Alternatus Uruguay (Piriápolis, departamento de Maldonado) corresponde a lagartos (aunque a Irasema Bisaiz, su codirectora, le digan que vaya rápido porque hay un cocodrilo o un dragón de Komodo en el patio de la casa). “Se han intensificado las consultas. Cada vez se encuentran más lagartos en zonas semiurbanas”, señaló a El País.

No se trata ni de cocodrilos ni de dragones de Komodo ni de iguanas ni de yacarés (de estos últimos sí los hay en las plantaciones de arroz, por ejemplo), sino de lagartos overo (Salvator merinae), un exponente de la fauna autóctona.

“La gente se hace la película con que es un animal súper peligroso”, bromeó Bisaiz.

Si bien hay pocas chances de ataques de magnitud (sí de reacciones), el overo impone respeto: es el lagarto más grande de Uruguay (puede llegar a medir 1,30 metros) y, además, es “el reptil más inteligente”.

Inteligencia.

Las consultas y solicitudes de rescate a Alternatus Uruguay aumentan en verano porque también lo hace la interacción con estos animales que practican una suerte de patrullaje para buscar alimento en las casas de locales y turistas durante las horas de mayor insolación (de 10 a 16 horas).

“Se ven desde que empieza la primavera, cuando ellos dejan de brumar –periodo de dormancia–, hasta que empieza el frío del otoño”, explicó Bisaiz.

¿Y por qué dice que es el reptil más inteligente? Por su capacidad de adaptación a los humanos. Los lagartos overo aprenden los horarios de aquella persona que les da de comer. Al hacerlo la relaciona con la fácil obtención del alimento y, en consecuencia, pierden el miedo natural que los ayuda a sobrevivir. “Modifican su naturaleza y confían. Si les das comida, van a pedirla como cualquier perro; si tú no estás, se van a quedar para pedírsela a otra persona del mismo lugar. Se van a acercar sin miedo y la gente les teme”, agregó la experta.

Por eso, muchas llamadas a Alternatus Uruguay se refieren a lagartos plantados en el borde o incluso dentro de las piscinas o acostados tomando sol en la cucha de las mascotas. Respecto a estas, el reptil se les “impone” y, si es atacado, les pega coletazos. También sucede que comen pollitos y huevos (una de sus comidas favoritas) de los gallineros.

“Se dan estas situaciones en las que el lagarto, más que hacer daño, lo que hace es incomodar con su presencia. Es muy raro que ataquen”, dijo la codirectora del reptilario. No obstante, advirtió que pueden reaccionar si se sienten atacados –muchas veces la gente les tira agua o se les pega con algo para asustarlos para que huyan– y pueden dar coletazos o incluso tirar mordidas.

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Lagarto overo
Alternatus Uruguay

Precauciones.

Bisaiz no tiene registro de “lesiones grandes o mínimas” pero recordó que el overo puede llegar a atacar si se ve amenazado y, en ese caso, la mordida tendría una “presión muy fuerte” (además, una vez que cierra la boca es difícil volver a abrírsela).

Sí conoce el caso de un lagarto que le arrancó un sándwich de la mano a una niña en su propia fiesta de cumpleaños. Fue en la casa de una familia que acostumbraba a alimentar a varios lagartos. Con todo, la especialista aseguró en diálogo con El País que la primera precaución es no darles de comer (y si ya se hace, dejar de hacerlo inmediatamente) porque eso no los motivará más a ingresar a la vivienda.

“El animal no va a hacerte nada si no tomaste la iniciativa de hacerle algo. No debemos atacarlo de ninguna forma. Lo que hacemos nosotros (en el reptilario) y que funciona es tocarles la cabeza con los pelitos de una escoba. Eso les genera una cosquilla que no les gusta y se van para atrás”, recomendó Bisaiz.

Al no obtener alimento de las casas, el lagarto volverá a cazar, manteniendo el equilibro natural del ecosistema que la urbanización rompió en primer lugar: volverá a alimentarse de serpientes, pequeños mamíferos, arañas, insectos y caracoles.

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