PROYECTO

El espacio de entretenimiento del hospital está cerrado porque los juegos son inseguros.

El Hospital Pereira Rossell es una pequeña ciudad dentro de Parque Batlle. Y, como tal, le faltaba una plaza accesible para las decenas de niños que todos los días llenan las salas de espera de la emergencia. La Fundación Jazmín pretende impulsar un proyecto que promete “alegrar” el tiempo de permanencia de padres e hijos.

Si bien esta plaza ya existe, hoy se encuentra cerrada, ya que hay juegos que están "deteriorados" y su uso representaría "un riesgo" para los niños.

La idea fue acercada a la fundación por una organización no gubernamental que opera dentro del hospital.

Los directores de Fundación Jazmín están cerca de cerrar un acuerdo con una compañía que garantizará el dinero para llevar adelante el plan. De acuerdo a lo recaudado, se definirá cuáles y cuántos serán los juegos que se instalen en el área. Un estudio de arquitectos irá hasta el lugar y definirá lo necesario para su implementación.

“Sabemos que necesitan un espacio donde sentarse y estar al aire libre. Es un lugar que servirá para muchas familias, que vienen desde lejos y reciben malas noticias”, asegura Nadia Dib, presidenta y creadora de la fundación. Fabián Kopel, esposo de Nadia y también fundador de la organización, está muy entusiasmado con el proyecto ya que cree que impactará en la salud de los niños y de los padres.

Será un sitio para muchos momentos. “Este es un espacio donde el niño podrá jugar y ser contemplado por su padre. A él también le servirá para reflexionar sobre el tratamiento del niño. Es un lugar para descomprimir un momento. Es importante la medicina y también la parte psíquica. Muchas veces en medicina se atiende solamente el cuerpo humano y estas cuestiones se dejan de lado”, agrega Kopel.

Según la información que dispone, no existe algo igual en centros asistenciales de Uruguay. “Ni siquiera los hospitales privados lo tienen. Sería un buen impulso para que repliquen la idea”, dice.

Jazmín es el nombre de la hija de Fabián y Nadia. Su neuropatía y la dificultad para movilizarse por la ciudad los estimuló a abogar por la accesibilidad en plazas y parques.

“Lo más importante es que luego de cuatro años en los que empezamos a trabajar es que ya no se concibe hablar de un espacio de juego de niños que no sea inclusivo y accesible”, comenta el padre de Jazmín a El País.

El del Pereira Rossell será el tercer espacio que intervendrá la fundación. Ya lo han hecho en la Plaza Portugal, inaugurada en 2017, ubicada en las calles Monte Caseros y Mariano Moreno, en La Blanqueada.

La refacción de este sitio demandó varios meses de trabajo. Una de las fases implicó un concurso de ideas en la Facultad de Arquitectura que tuvo el objetivo de estimular la educación de los nuevos arquitectos sobre accesibilidad. Hubo 33 propuestas de deseosos de ser artífices de una transformación en un lugar público para la diversión de niños.

También se realizó una intervención en la plaza de Villa Biarritz, en Vázquez Ledesma y Benito Blanco, que antes era utilizada para pernoctar por personas en situación de calle. Hoy es un lugar de niños.

El Parque de la Amistad es el “primer parque inclusivo de Montevideo con accesibilidad universal”, informa la Intendencia de Montevideo. Los lunes está abierto de 14:00 a 20:00, martes a viernes de 17:00 a 20:00 y fines de semana de 10:00 a 20:00 horas.

El predio ubicado en Vázquez Ledesma y Benito Blanco era ocupado por personas en situación de calle. Tras varias denuncias de vecinos por ruidos molestos y episodios de inseguridad, el sitio fue intervenido por la Fundación Jazmín.

La Plaza Portugal, ubicada en Monte Caseros y Mariano Moreno, fue la primera obra impulsada por la Fundación Jazmín. Permitió que estudiantes de la Facultad de Arquitectura presentaran sus propuestas y recibieran formación sobre accesibilidad.