FABIAN MURO
Guillermo Francella está apurado. Al pasar por Montevideo para promocionar su más reciente película, Papá se volvió loco, uno de los estrenos cinematográficos de mañana, el actor da la impresión de estar estresado.
Posa para las fotos con una amabilidad formal y algo impostada, pero rechaza cualquier intento de sacarle una foto mientras habla con el o la periodista de turno. El brevísimo tiempo estipulado por el productor y el distribuidor no alcanza para tratar de superar la poca predisposición que el actor exhibe durante la entrevista. Aún así, Francella es un artista con una larga trayectoria y una vez que se sienta a hablar del buen momento profesional por el que atraviesa, lo hace con serenidad y cortesía.
Luego de un año, el pasado, en el cual Francella mordió el polvo de la derrota —se fue de Telefé para hacer una comedia con Brandoni que fracasó y tuvo que volver al canal de las tres pelotitas— el intérprete disfruta de la mieles del éxito: la sit-com Casado con hijos siempre obtiene buenos puntajes de rating, su primera obra de teatro en cinco años —Los productores— factura 4.000 entradas por semana y Papá se volvió loco ha enfrentado a producciones como Star Wars y El Sr. y la Sra. Smith y ganado. "Para derrotar a Batman todavía nos falta un poco, pero seguramente le ganemos también", expresa con orgullo el protagonista.
"Es cierto que estoy viviendo un período muy exitoso y le agradezco a la gente que prende la televisión o va al cine a verme. De todas formas, uno nunca sabe cómo va a resultar tal o cual proyecto en el que se embarca. En este caso en particular, la dirección de Ledo fue fundamental para que aceptara rodar durante dos meses esta película. El me dio mucha libertad, no me sentí nada atado. En otras películas que he hecho, otros directores me han ‘sujetado’ más, como Juan José Jusid (Papá es un ídolo) y Juan Bautista Stagnaro (Un día en el paraíso). Ojo, no me quejo, porque opino que una película es de su director, no mía. En Papá se volvió loco, además, trabajamos con muchos planos secuencia, para poder meter un gag atrás del otro. Eso, para un actor, es muy gratificante", afirma.
Francella sabe que su nombre es taquillero, pero eso no le genera problemas de presión a la hora de estar a la altura de sus antecedentes como imán para el público: "Siempre me baso en mi intuición, no creo que haya fórmulas a seguir. De todas formas, no siento que tenga que llevar tanta cantidad de gente al cine o que un determinado número de personas prendan el televisor cuando estoy yo".
SIT-COM. Actualmente, Francella alterna entre la televisión y el teatro. Para Telefé, protagoniza Casado con hijos, un traslado de la Married with children, (protagonizada por Ed O’Neill y Katey Sagal), elogiada comedia de situación de los años ochenta.
El protagonista de la serie sostiene que quiso hacer el papel del sufrido jefe de familia porque admira la serie original. "Sí, esa comedia me gusta mucho. Claro que también entendí que no podía hacer de Al Bundy. Tenía que tener algo más, porque al repasar los capítulos de los originales vi que ese tipo de humor, tan ácido y agudo, no iba a funcionar con la audiencia televisiva argentina, más allá de lo que podría significar para un reducido grupo de personas, seguidores del original. Tuve que llevar al personaje a terrenos más conocidos para nuestra idiosincrasia. Fuimos, creo, de menos a más. Al principio, tal vez estábamos medio rígidos, pero cuando calentamos motores le encontramos la vuelta, a mi entender. Lo que hay que tener en cuenta es que el género ‘sit-com’ es complicado. Hay que respetar el texto al pie de la letra y los tiempos son muy ajustados, milimétricos".
En Casados con hijos, Francella vuelve a trabajar con Florencia Peña, una asociación que había dado espléndidos resultados en el ciclo Poné a Francella. "Me encanta trabajar con ella. Es linda, es buena, es joven... tiene todo. Es una actriz sin pruritos, siempre al servicio del personaje. Si se tiene que afear para interpretar un personaje, lo hace. Ese tema es bastante sensible para una actriz, pero ella no se hace problemas".
Su regreso a las tablas también le produce satisfacciones. "Estoy con Enrique Pinti y nos está yendo muy bien, por suerte. Me puedo dedicar a la obra porque arreglé que sólo grabaría Casado con hijos dos veces por semana, si no, no podría. Los productores es una versión de una comedia musical escrita por Mel Brook, —un cómico que me gusta mucho— que también tuvo una versión en el cine, hace muchos años", dice el actor antes de dar por concluida la entrevista.
A veces ser responsable aleja a las tentaciones
n La nueva película de Francella lo tiene como protagonista de una historia en que interpreta a un hombre, Juan, con deseos de vivir una aventura amorosa. El señor está satisfecho con su matrimonio y su familia, pero siente que necesita algo más.
Todo comienza, empero, con la intención de Juan y su esposa Ana (Lucía Galán), de revivir la llama de la pasión con un viaje a un paradisíaco destino en el Caribe, en esta oportunidad un "resort" en la República Dominicana. Sin embargo, una vez que el matrimonio arriba al hotel, Juan descubrirá la lujuria cuando deposite su vista en el cuerpo de la morena Dolores (Yahaira Guzmán)
La caribeña enloquece a Juan, quien se decide a seducirla. De ahí en adelante, los gags y los enredos serán la tónica predominante en el film, que se apoya principalmente en el histrionismo de su protagonista, las curvas de varias de las integrantes del elenco y la aparición de caras famosas, como pueden ser los casos de la propia Galán, el notable actor chileno Patricio Contreras, la modelo Ingrid Grundke y la vedette Ileana Calabró, entre otros.
La película ha sido un tremendo éxito en Argentina, superando en taquilla a varios "tanques" de Hollywood como Star Wars y Batman inicia. Aún cuando el film no ha recibido la aprobación de los críticos —para muchos de estos el apellido del comediante no es precisamente sinónimo de calidad— el gran público ha acompañado esta comedia de enredos, dirigida y guionada por Rodolfo Beledo y coproducida por Carlos Mentasti. Algunos atribuyen el éxito de Papá se volvió loco a la repetición de fórmulas ya probadas anteriormente —incluso por el mismo Francella— y en lo aceitado de la colaboración entre el actor y el equipo de producción: esta película significa la colaboración número once entre el cómico y el productor Mentasti.