La última tanda de las diez películas nominadas al Oscar llega este viernes a Uruguay con el estreno de El ganador y de 127 horas. Ésta última tiene la particularidad de que fue dirigida por Danny Boyle, ganador del Oscar 2009 por ¿Quién quiere ser millonario? y de ser protagonizada por James Franco, un actor que, además de estar de moda en Hollywood, presentará la ceremonia de dichos premios.
La historia de la película es tan simple como dura: un joven se va a hacer senderismo solo, su brazo queda atrapado bajo una roca y lo deja contra el piso durante cinco días, hasta que se autoamputa el miembro. Y aunque suene a algo aburrido, lo cierto es que el film ha cosechado elogios en festivales aunque, como se puede intuir por su tema, no ha atraído multitudes.
127 horas se basa en la experiencia real que vivió Aron Ralston, quien en el 2003 quedó atrapado en el Cañón Blue John en Utah, y en su libro de 2004, Between a rock and a hard place. Boyle lo leyó y se sintió atrapado de inmediato, pero evitó los capítulos sobre la vida de Ralston y los procedimientos de las misiones de rescate. "Estaba alerta de los inconvenientes, pero la parte de la historia que me atraía más era la de contar qué se sentía al estar atrapado. Resolví que tenía que contarlo así y que la única forma de mostrar la amputación era literalmente incitarlo a hacerlo. Tenía que atrapar al espectador con él".
127 horas fue una película difícil de hacer, en parte porque Boyle insistió en un estilo de producción que equivalía a cortarse un brazo o al menos a atárselo a la espalda. "Sabía que no podía hacer esta película de una forma cómoda. Quería hacerla de una forma agotadora, comprimida y hasta pesada. Era la única manera en que podía hacerle justicia a la historia".
Eliminó la historia de fondo de Ralston, excepto por algunos fragmentos, cosa que significa que apenas aparecen otros personajes y el foco queda sobre Franco, en primer plano, casi todo el tiempo. Y aunque el Parque Nacional Canyonland, donde la historia se desarrolla, es hermoso, la película se apoya poco en los escenarios. Hay menos pintoresquismo del que tenía ¿Quién quiere ser millonario? "Es muy real en relación a lo que sucedió conmigo. En parte fue dramatizada, pero la ficción ayuda a entender aún más la agonía y la desesperación que sufrí durante aquellos cinco días", decía Ralston, el auténtico protagonista.