Mon Laferte charló con El País sobre el momento de su carrera y la canción que va a estrenar en el Antel Arena

Es la cantante chilena más escuchada, la que cantó con Jorge Drexler en “Asilo” y participó del unplugged de Los Auténticos decadentes, por nombrar solo dos ejemplos. Más allá de su carrera, de sus conocidos álbumes, sus premios Grammy y sus giras, Mon Laferte dice que hoy se siente liberada.

El viernes, la cantante participó de una rueda de prensa con medios internacionales, El País incluído, y habló de esta nueva etapa de su carrera, de su nuevo sencillo, “Obra de Dios”, y la gira Autopoiética Tour que la traerá a Montevideo cinco años después de su primer show en Uruguay. Estará el 2 de abril en el Antel Arena y las entradas están en venta por Tickantel desde 2.450 pesos.

“Me siento libre”, dice Laferte ni bien ingresa al zoom y al intentar definir el momento de su carrera. “Me da una sensación de libertad no tener un contrato que me amarre discográficamente con alguien. Eso está cool. Me emociona ver qué pasa en esta etapa, haciendo música relajadamente, con menos compromiso y con menos expectativas también, supongo”.

Es su primer album sin una discográfica que la apañe, y su primer tour luego de ser madre.

“La última vez que salí de gira, mi bebé tenía tres meses y todavía me sentía como mamá, no como Monserrat”, dice la intérprete y comopositora frente a la cámara, mientras su larga y azabache cabellera parece indomable, como esta nueva etapa de su vida.

Por eso, no duda en afirmar que tiene ganas de salir de gira, de mostrar sus canciones y su álbum. “Tengo ganas de comerme el mundo”, resume la cantante de “Tu falta de querer”.

Dice que su nuevo álbum, Autopoiética fue creado en una computadora, y que al estudio fue solamente para grabar algunas cuerdas.

“No fue como antes, de crear con guitarra en mano”, comenta.

También que la gira que la llevará a recorrer América y la traerá a Montevideo fue mutando. De su idea original de viajar solo con una batería, fue sumando instrumentos y terminó incorporando bailarines, algo que nunca había presentado. También habrá una pasarela para que desfilen músicos, bailarines y también el público que vaya vestido “autopoiéticamente” para la ocasión.

Sobre las canciones que interpretará en esta gira, Mon Laferte dice que siempre la emocionan las nuevas.

“Las que más he cantado, no me aburren, pero como que ya está. Hay algunas que empiezan a cansar. Y como tengo ocho discos, puedo ir moviendo el repertorio. Pero intento darlo todo siempre, cantarlas con la mayor honestidad posible”, dice y adelanta que “Obra de Dios” no faltará en la gira.

El germen de esa nueva canción surgió con su nueva etapa de autoaceptación. “Aceptarme con todas mis contradicciones. No soy una buena persona, a veces miento, no como bien, y anque cada día me digo de ser una mejor persona, no lo soy. Soy una simple mortal. Y eso está bien. A veces lo paso mal, he estado en la oscuridad, y está bien también. Tengo mis días maravillosos de luz, y otros que no, y en un día me pasan mil cosas”, dice. “Soy una ‘obra de Dios’ y merezco darme cosas buenas”, resume.

—En la canción “Metamorfosis”, también de Autopoiética dices que ‘ser fiel a una misma vale oro’. ¿Cuándo sentiste que no eras fiel a ti misma y cómo fue el camino para encontrarlo?

—Que bueno que me preguntes por esa canción, creo que es mi canción favorita del disco. Me siento muy identificada porque me representa mucho. Es una canción que si la escuchas a la primera, es bailable pero tiene mucha profundidad, muchas capas. Es una canción divertida, electrónica, vintage. Es una lambada muy noventera. Pero habla justamente de estos cambios profundos y de las mujeres poetas. La canción dice ‘todas íbamos a ser reinas’, que es de un poema de Gabriela Mistral. Y dice, ‘bailo con la Lucila y la Soledad’, que son mencionadas en el poema. Y al final hay un poema de una poeta del sur de Chile que habla de transitar su transformación. Ella es una poeta trans. La canción no habla necesariamente de ser trans, pero sí de estos cambios profundos que todos tenemos día a día. Que podemos ser fieles a nosotros, a nosotras, y por encajar, porque todos queremos encajar y que nos quieran; por encajar dejamos de ser eso que nos hace ser felices. Lo de ‘serle fiel a una misma es oro’ refiere a que en el camino en la vida, a veces uno se pierde y después regresa, pero habla de estos cambios y estas metamorfosis profundas. También de que la vida no es tan importante y está bien equivocarse pero también está bien encontrarse y aceptarse.