Los amores imposibles son eternos

| Con la telenovela que Canal 12 estrena hoy la Globo se lanzó a la conquista de nuevos mercados

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"Hice muchos brasileños, ahora es el momento de hacer italianos". El veterano actor Raul Cortez disparó esa broma el día de presentación en sociedad de Terra Speranza, la telenovela que hoy estrena Canal 12 y que en Brasil se llamó simplemente Esperana. Ocurre que es la tercera vez que el actor debe componer a un italiano, aunque su nuevo Genaro no tiene nada que ver con el Berdinazzi de El rey del ganado y con el Francesco de Terra nostra.

Entre las tres telenovelas, de historias absolutamente independientes, hay otros elementos en común. El más importante es que fueron escritas por Benedito Ruy Barbosa, autor de otros sucesos públicos como Renacer y Pantanal. Se sabe que también es uno de los responsables de que en el elenco asomen nuevamente otros actores de la talla de Raul Cortez, como Antonio Fagundes, Ana Paula Arósio y Maria Fernanda Cândido. Finalmente, el nombre del director Luiz Fernando Cavalho es común a las producciones mencionadas.

Pero no debe pasarse por alto otra presencia en el elenco, porque Speranza cuenta con la formidable Fernanda Montenegro, la actriz que fuera candidata a un Oscar por Estación Central y que no aparece en la pantalla chica con la frecuencia que sería deseable.

Aunque los orígenes étnicos de los personajes y el sentido épico y romántico del relato tienden a vincular Terra Speranza con Terra nostra, no hay continuidades entre las dos producciones. Speranza se remonta hacia los años ’30, época de la Gran Depresión, cuando italianos, judíos, españoles y portugueses llegaban a Brasil buscando una nueva vida. El personaje principal es Toni (Reynaldo Gianecchini), un muchacho que bajo las influencias de su tío Giuseppe (Walmor Chagas), deja la casa familiar para venir a Brasil. No sin antes enfrentar la resistencia de su padre Genaro (Raul Cortez), los lamentos de su madre Rosa (Eva Wilma) y el amor hacia Maria (Priscila Fantim), a la que su padre (Antonio Fagundes) impide partir hacia el Nuevo Mundo porque la quiere casar con un hacendado (José Mayer) y porque odia a Genaro.

Cuando el joven emigrante llega a Sudamérica encuentra algo más que una tierra de horizontes amplísimos, abierta a los extranjeros, porque no demora mucho en enamorarse de Camili (Ana Paula Arósio), cuya condición judía agrega otros tropiezos sentimentales.

RODAJE. Las escenas iniciales se rodaron en Civita di Bagnoregio, a 150 kilómetros de Roma, en abril del año pasado. Benedito Ruy Barbosa debió apelar a todo su talento para llegar a tiempo con las historias que dos meses después irían a suplantar a El clon en el horario central de la Globo. Todo el mundo se planteaba si el autor podría conseguir un material lo suficientemente atractivo como para superar los puntos de "rating" conseguido por la telenovela que la precedió. La carga de responsabilidad era tan pesada que el propio Barbosa debió establecer límites que le permitieran sobrevivir. Primero fue elegante, al señalar que era mejor sustituir a un éxito que a un fracaso. Después el tono cambió y fue tajante al contestarle a un periodista de O Estado de Sao Paulo: "estoy escribiendo sin preocuparme con Ibope o con comparaciones. En verdad, no escribo para esas personas que no tienen cabeza para percibir las sutilezas de una buena trama", y también directo: "no estoy preocupado con la alta audiencia dejada por El clon. Esa fue la preocupación que dejé a varios autores que estrenaron después que yo. Además de eso, la novela no derrotó a Renacer, de mi autoría, que continúa teniendo el récord (de audiencia)".

Odiosas o no, las comparaciones fueron hechas. El primer capítulo de Speranza consiguió la misma audiencia que el inicial de El clon, estimada en unos dos millones doscientos mil hogares.

Lo que fue incomparable fueron los varios accidentes registrados durante el rodaje de la telenovela que ocupará el próximo año y medio de emisión de Teledoce. Más de diez personas del elenco sufrieron accidentes, en su mayoría pequeños. Lo más traumático, empero, fue el abandono de la historia realizada por su escritor. Benedito Ruy Barbosa solicitó licencia a mediados de noviembre para atender a problemas familiares que aparentemente lo angustiaban. Primero se habló de la salud de su madre, luego de que tenía un enfisema pulmonar y más tarde de que había existido un entredicho con ejecutivos de la Globo, por lo que se le nombró un "colaborador": el dramaturgo Walcyr Carrasco, que debió trabajar junto a las dos hijas de Benedito que habitualmente leen el material escrito por su padre, un hombre que responde a los varios dígitos que le pagan por sus obras con una capacidad de trabajo infernal, que no reconoce feriados y solamente se detiene cuando el Sao Paulo juega un partido.

Con una perspectiva más "picante", según apreciación del director Luiz Fernando Carvalho, Carrasco condujo la historia hasta su desenlace, a sabiendas de que se trataba de una trama ajena sobre la cual no convenía introducir demasiadas alteraciones. Carrasco no es conocido en Uruguay aunque en Brasil han tenido buena cosecha sus telenovelas A padroeira y O cravo e a rosa.

Con el mundo por delante

Detrás de los recuerdos europeos que avivan varios personajes de Terra Speranza hay algo más que una búsqueda emocional. Cuando la Globo comenzó a articular planes expansivos que permitieran capitalizar elogios y altos ratings en países del primer mundo, se empezó a diseñar temas y personajes que volvieran aún más permeables a esos mercados. Los tanos de Terra nostra, que entusiasmaron en Italia y llevaron a que la Rette 4 impulsara una continuación, dejaron paso a emigrantes de varias nacionalidades. No es casualidad. Tampoco lo es que dos galanes europeos se colaran en el elenco de Speranza: el portugués Nuno Lopes y el italiano Massimo Ciavarro.

De esta manera la Globo comenzó a pasear la calidad y conocimiento de sus realizadores por caminos más ambiciosos. Hace menos de un mes, la empresa comunicó que apostará todas sus fichas a la telenovela Celebridades, que será transmitida a partir de octubre, en la que contará con la participación de estrellas como los músicos Paul McCartney, Alanis Morrisette y Rod Stewart.

Celebridades, cuyas primeras escenas ya fueron filmadas en París y Londres, espera convocar a la gran audiencia brasileña en el horario central de las 21, en la que contará con la presencia de artistas pop como el español Alejandro Sanz y la cantante de jazz Diana Krall.

Según adelantó O Globo, los artistas extranjeros invitados se interpretarán a sí mismos, a raíz de que la trama girará en torno de una productora de shows nacionales e internacionales, encarnada por la actriz brasileña Malu Mader.

La apuesta de la emisora se extiende más, ya que el director de la novela, Denis Carvalho, estudia la posibilidad de que las estrellas invitadas graben pequeños shows especiales para Celebridades. El autor de la telenovela, Gilberto Braga, abordará en la historia los hechos entre bastidores, concesiones y sacrificios de aquellos que esperan hacerse de un lugar en el mundo del "showbusiness".

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