COLECCIONABLE
Tras el lanzamiento de la Colección Susana Olaondo de El País, la escritora e ilustradora habla de su proceso "anárquico" de trabajo
Susana Olaondo dice que desde que tomó por primera vez un lápiz, nunca ha parado de dibujar. Dice también que sus hijos fueron fundamentales para que se embarcara en el viaje que la convertiría en la autora de libros para niños más popular y más vendida del Uruguay. Y dice, mientras contesta vía mail a El País apenas algunas de las varias preguntas enviadas, que no le gustan las entrevistas porque a menudo se siente “invadida”.
“Al contrario de lo bien que me hace dibujar y crear para niños, o en esculturas, pinturas, etcétera, no me sucede lo mismo al tratar de explicar un proceso de creación que siempre es anárquico”, señala a través de un correo electrónico.
Seguir la anarquía de la creación le ha dado a esta escritora, ilustradora y docente uruguaya de 68 años una carrera que supera los 30 años y acumula premios, reconocimientos por sus ventas (o sea, varios Libros de Oro), adaptaciones teatrales y sobre todo, decenas y decenas de libros publicados. Y por publicar.
Quince de esos conocidos libros integran ahora la Colección Susana Olaondo, que desde el 16 de enero sale cada domingo con El País, más cupón más 190 pesos. El que se editará hoy será Los patos no tienen ombligo (Alfaguara); ya se lanzaron, en las primeras semanas, Clorofila y Ramona. Los ejemplares se consiguen llamando al 29004141, o contactando a su canillita de confianza.
Los cuentos de Olaondo conforman un mundo propio habitado por animales, personajes carismáticos y, en muchos casos, historias que parecen imposibles y que terminan llegando a buen puerto a través de la imaginación y la fantasía.
“Me atrae la increíble capacidad de hacer posible lo imposible a través de los libros”, dice la autora al respecto.
En otros casos, como en el de Los patos no tienen ombligo, lo que prima es el mensaje importante decodificado a través de un argumento sencillo. En el título de hoy, por ejemplo, un niño y un pato llevan años de amistad y nunca, hasta ahora, se habían dado cuenta de lo que los distinguía.
“Me atrae la increíble capacidad de hacer posible lo imposible a través de los libros”
“Siempre estuve interesada en el arte, la artesanía, la pintura, la escultura...”, dice Olaondo a El País. Con estudios en dibujo, cerámica, fotografía y lenguaje visual; con experiencia en las artesanías en papel maché, el arte textil y la jardinería, la autora publicó su primer libro para niños en 1990. Fue La tía Merelde, que construyó alrededor del nombre que había inventado uno de sus hijos y que se convertiría en uno de sus grandes clásicos. Y desde entonces nunca más se detuvo.
“El impulso para escribir e ilustrar llegó a través de la experiencia con mis hijos, cuando empecé a leerles cuentos. Sin darnos cuenta, un día nos encontramos creando nuestras propias historias”, recuerda.
Mucho de eso es lo que forma parte de este nuevo coleccionable. Además de Clorofila, Ramona y Los patos no tienen ombligo, la serie de El País incluye a Olegario, Una pindó, Julieta, ¿qué plantaste?; ¿Y la pelota?, Violeta, ¡Por un color...!, Violeta y los paraguas, Si vas a dibujar..., Un mago, Una botella azul, El lapicito verde y Una luna. Llegarán en ese orden, de forma semanal.
Olaondo, por su parte, mira hacia adelante y asegura: “Voy a seguir escribiendo y dibujando para niños siempre que los niños sintonicen en mi frecuencia. Hasta ahora he sentido que eso sucede, pero no tengo una fórmula mágica para toda la vida. Por suerte tengo muchas cosas que me interesan tanto como los libros para niños”.