Más de quince mil espectadores asistieron a las primeras funciones de la 27º edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que comenzó el sábado pasado y culmina mañana, cuando se dará a conocer quiénes fueron premiados.
No hay ficciones uruguayas en concurso en Mar del Plata, aunque sí un documental, y varias personalidades uruguayas en algunas de las películas que se exhiben.
En la apertura se exhibió El muerto y ser feliz del español Javier Rebollo, película en competencia protagonizada por José Sacristán acerca de un personaje que enfrenta su inminente muerte en la Argentina. "No es un thriller, no es una `roadmovie`, no es una comedia", ha explicado su director. "Tiene todo eso y es mi particular visión de la Argentina, es un pretexto para irnos con Pepe Sacristán de viaje y vivir una novela de caballería moderna en la que, como en todas las películas de carretera, la velocidad será proporcional al olvido y la lentitud al recuerdo".
Rebollo dedica su trabajo a la Cinemateca Uruguaya (existe "gran relación de amistad", dice), y lo anuncia con su propia voz en "off" al inicio de la película. Pero no es la única relación del film con Uruguay. La coprotagonista, en una interpretación para el aplauso, es la uruguaya Roxana Blanco, y en un pequeño pero gran papel está el crítico Jorge Jellinek.
"Es una película que tiene muchas cosas de Uruguay, yo soy amigo de Javier y me invitó a sumarme a su película tras verme en La vida útil, y lo que tenía pensado como una participación en una escena se convirtió en una especie de villano y creció mucho. Para mí fue maravilloso por el hecho de trabajar con él y porque tuve que filmar en varios lugares del norte de Argentina que no conocía. Eso le dio un aspecto de descubrimiento y de aventura", contó Jellinek a El País, agregando que fue "un honor y un disfrute" trabajar junto a Sacristán.
COMPETENCIA. El Bella Vista de Alicia Cano, seleccionada para la Competencia Latinoamericana es la única película uruguaya presente en el festival. El documental muestra un enorme e interesante trabajo de investigación y un ejemplo de etnografía fílmica que acaparó la curiosidad y el aplauso del público.
Ágil, divertido y con una particular mirada de autora, se ocupa de una disputa ocurrida en Durazno sobre la sede del Bella Vista Fútbol Club, que devino prostíbulo travesti, y en los intentos de una influyente figura local para recuperar la perdida gloria del lugar. "Soy de Salto y allí los espacios donde se pueden expresar las fantasías, temores y pasiones son la iglesia, el club de fútbol, el bar o el burdel, y me pareció interesante poder retratar eso. El solo hecho de haber sido seleccionada y que se exhiba es un premio", dijo Cano.
La joven documentalista, quien trabajó y estudió en Italia, señaló que su interés por la historia surgió tras leer una nota al respecto en El País. La película, que cuenta con un excepcional trabajo de edición (Fernando Epstein) y sonido (Daniel Yafalian y Rafael Álvarez), fue preestrenada en la propia plaza de Durazno a comienzos de este año y llegará oficialmente a las salas uruguayas en 2013.
Hay también un componente uruguayo en Venimos de muy lejos del director argentino Ricardo Piterbarg, que adapta al lenguaje cinematográfico la obra teatral del mismo nombre que desde hace 21 años representa el Grupo de Teatro Catalinas Sur, impulsor de la movida del teatro comunitario en la Argentina, que fue creado por integrantes de la comunidad de La Boca en 1983 y desde sus inicios es dirigido por el actor uruguayo Adhemar Bianchi.
La película, que no compite en ninguna de las categorías, es una memoria en movimiento de la inmigración en la Argentina. Su director la define como "un homenaje a los inmigrantes a través de lo que planteó esa obra comunitaria". Tras casi siete años de tenacidad, es un ejemplo de que se puede hacer cine comunitario y de calidad, por lo que el gran desafío del director fue el de dejar a un lado la individualidad creativa típica de los artistas y abrirse a representar todas las voces. La presencia de uruguayos está en cada rincón de la película, lo que le ha valido el auspicio de la embajada uruguaya en Argentina, empezando por la codirectora de la obra de teatro Stella Giaquinto, quien oficia como coordinadora de dirección y producción del film. Actúan muchos uruguayos e hijos de uruguayos residentes en Argentina: uno de los más destacados es Alfredo Iriarte, un artista "multitarget" con amplia trayectoria como actor, director y realizador que es reconocido en el ambiente teatral internacional por sus máscaras.
PERCIAVALLE. Muy lejos del cine costumbrista, con humor negro, toques grotescos, violencia, acción y muertes desopilantes, Hermanos de sangre del argentino Daniel de la Vega es otro de los estrenos ejemplo del trabajo "a pulmón" y de las buenas voluntades que logra engranar la magia del cine, y fue elegida para la Competencia Argentina. Marca el retorno del uruguayo Carlos Perciavalle a la pantalla grande en un rol muy especial en el que aparece caracterizado como "una tía de terror".
La película que se exhibió ayer y se repite mañana relata la historia de Matías (interpretado por el actor Alejandro Parrilla), un apocado joven que vive sus sueños como inalcanzables y está subordinado entre otros a su ultrarreligiosa y frustrada tía Dora, interpreta por Perciavalle. Será Nicolás (Sergio Boris), su mejor amigo y asesino serial, quien mediante una serie de situaciones extremas hará el trabajo sucio eliminando al entorno social que mina las aspiraciones de Matías, quien, lo quiera o no, estará destinado a la felicidad.
"Este es un libro espectacular, a mí me gusta el cine cuando me moviliza, si es una comedieta, ni loco", había adelantado Perciavalle cuando El País lo visitó en pleno rodaje hace un año. "Me atrapó desde que leí el libro y vi los demás trabajos del director. Significa la posibilidad de hacer un papel absolutamente fascinante. Es muy cruel con su sobrino, lo obliga a ir a misa, lo tortura, lo vuelve loco, porque tiene la frustración de tener un hijo que quedó sordomudo tras un golpe cuando era peleador de catch. Me gustaría que tuviera el éxito que se merece". "Carlos fue muy generoso y le dio crédito y un apoyo importante a la película porque creyó en la propuesta desde el comienzo", afirma agradecido el director De la Vega.
CON PRESENTACIONES, HOMENAJES Y RECUERDOS
El presidente del Festival de Cine de Mar del Plata, José Martínez Suárez, y la presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales argentino (INCAA), Liliana Mazure, anunciaron la creación de un nuevo premio, en honor al cineasta Leonardo Favio, que falleció el pasado 5 de noviembre. "No podemos arrancar sin recordar una vez más a Leonardo Favio, el invitado de honor que no pudo estar. Y aunque ya no lo tengamos con nosotros, nos quedan sus maravillosas películas, su música, y sus ideas sobre el cine, que compartimos aquí con ustedes. Una vez más, gracias, Leonardo", señalaron los organizadores antes de emitir un emotivo video con un compilado de sus obras. Ademas, en consonancia en la página del festival expusieron unas palabras del gran artista argentino sobre el oficio del cineasta.
Apuntando al público menudo, se estrenó este año la sección para Chicos, que cuenta con un jurado acorde conformado por alumnos de escuelas primarias. Se conmemoraron los 40 años del estreno de "Anteojito y Antifaz en Mil intentos y un invento", con una retrospectiva dedicada al querido animador argentino Manuel García Ferré, donde pudo verse nuevamente en la pantalla grande sus clásicos como "Pete- te y Trapito", "Ico, el caballito valiente" y sus últimas películas "Manuelita" y "Corazón, las alegrías de Pantriste".
La animación estuvo de parabienes con la visita del director norteamericano Rich Moore, reconocido por su trabajo en "Los Simpson", "Futurama" y "The Critic", quien develó el detrás de escena de "Ralph el demoledor", el próximo gran estreno de Disney. Otro homenaje fue el dedicado al gran humorista gráfico Carlos Loiseau (Caloi).