Terminó de filmarse "Grace of Mónaco", una película que evoca la figura de Grace Kelly cuando ya no era actriz sino princesa, 56 años después de la boda más solemne alcanzada por una estrella de Hollywood.
En tres años (1953-1956) hizo una carrera meteórica, que la llevó a la fama mundial y a un compromiso de cuento de hadas para casarse con el príncipe reinante de Mónaco. Con ella se materializó el sueño de tantas aspirantes al estrellato que imaginaron inútilmente una consagración en el cine y un matrimonio en la nobleza, metas que antes solo había alcanzado Rita Hayworth gracias a sus nupcias de 1947 con Ali Khan. Pero en 1956, Grace Kelly obtuvo su mejor papel bajo el vestido de novia y ante el altar mayor de la catedral monegasca. Entonces se despidió de Hollywood, circuló entre la realeza europea y asiática, tuvo tres hijos y engordó con el paso del tiempo, pero en 1982 se interrumpió esa novela cuando murió a los 54 años en un accidente automovilístico escasamente aclarado. La comedia mundana tuvo un final trágico.
BIOGRAFÍA. Ahora Nicole Kidman (que es menos bella y más desgarbada) encarna a Grace Kelly, aunque no en su etapa de celebridad cinematográfica sino en un momento posterior (1961-1962) cuando la princesa encara dos desafíos: jugar un papel diplomático que ayude a superar roces del principado con el gobierno francés por cuestiones fiscales, y responder a una invitación del director Alfred Hitchcock (con quien había trabajado en tres películas) para que volviera al cine. Después de pensarlo le contestó que no, y sin embargo el episodio tuvo amplia divulgación, porque Grace fue la princesa más fulgurante del siglo antes de Diana de Gales.
La película con Kidman (y con Tim Roth en el personaje de Rainiero de Mónaco) ya se filmó e incluye secuencias fotografiadas en el principado. Está producida por Pierre-Ange Le Pegan y fue dirigida por Olivier Dahan (el de La vie en rose sobre Edith Piaf), pero ha tenido tropiezos con los hijos de Grace, que leyeron oportunamente el guión y luego vieron el material ya rodado, pidiendo algunos cambios que no fueron atendidos en su totalidad. Eso puede traer problemas y obstaculizar el estreno, que de todas maneras está previsto para el año 2014. Habrá que esperar y ver cómo se resuelven esos retoques.
UNA VIDA. Nacida en 1928 en una familia rica y educada en colegios exclusivos, Grace Kelly parecía destinada a una vida socialmente brillante, pero la muchacha tenía otras ideas. Quiso ser actriz y a pesar de los reparos familiares encontró todas las puertas abiertas, no solo por su origen sino por su seducción personal y su hermosura, para lo cual había pocas competidoras en el cine de la época. Obtuvo un papel menor en el asunto de suspenso Horas de espanto y como flamante esposa de Gary Cooper (A la hora señalada) y otro algo mayor junto a Clark Gable y Ava Gardner (Mogambo), pero después ya fue protagonista indiscutida en dramas teatrales (La que volvió por su amor, que le permitió ganar el Oscar), historias bélicas (Los puentes de Toko-Ri), aventuras en la selva (Fuego verde), intrigas de Hitchcock (La llamada fatal, La ventana indiscreta, Para atrapar al ladrón), comedias románticas (El cisne) y musicales (Alta sociedad). Con estas dos últimas películas le dijo adiós a su breve pero llamativa carrera.
Nunca fue una actriz de primer orden sino una jovencita elegante, muy linda y bastante maleable para moverse entre el drama y la comedia. Pero tenía la estampa conquistadora: rubia, ojos azules, gran soltura- con la que a Hollywood le gusta fabricar una estrella. En su caso esa fabricación se llevó a cabo en tiempo récord, pero en todo caso fue una luminaria fugaz que prefirió tomar un barco sin pasaje de regreso hacia la costa del Mediterráneo, donde la esperaba una actuación más larga (1956-1982) que mantuvo viva su imagen en revistas, diarios y noticieros de medio mundo. Dentro de unos meses, esa imagen podrá resucitar en el film que la recuerda, para provocar otra vez el despliegue de semanarios satinados y de paso despertar la curiosidad de viejos espectadores que la habían visto en su momento de apogeo.