El ladrón enano que fingió ser un bebé

Es posible que enoje a los partidarios de la corrección política, lo cual va a ser por lo menos un resultado positivo. Muchos van a rezongar porque Chiquito pero peligroso, película de los comediantes afroamericanos hermanos Wayans que se estrena el próximo viernes en Montevideo emplea como uno de sus mecanismos de humor a un enano (Marlon Wayans) que es realmente un delincuente buscado por la policía, pero se hace pasar por un bebé abandonado y es adoptado como tal por una familia "normal",

Tras pasar varios años en prisión y recién adquirida su libertad condicional, el personaje, un ladrón de joyas que mide menos de un metro de altura, decide que llegó el momento de retirarse de la vida de criminal. Sin embargo, antes dará un último golpe. Un delincuente de alto vuelo le ofrece cien mil dólares por robar el famoso Diamante de la Reina. Se supone que será un trabajo de rutina, pero por supuesto todo sale mal y el pequeño protagonista oculta la joya en la bolsa de una mujer (Kerry Washington), que vuelve con su esposo (Shawn Wayans) a su hogar en el área suburbana de Chicago.

Lo mejor que se le ocurre al diminuto delincuente es hacerse pasar por un bebé abandonado para ser recibido en la casa del matrimonio. Allí descubrirá que la vida de los bebés suele ser un infierno y que recuperar el diamante será mucho más difícil de lo previsto. Recibe consejos de sus padres adoptivos, regalos de los amigos de estos, y hay quien sospecha que algo raro está sucediendo.

El esquema pretexta una dosis de golpe y porrazo, mucho equívoco y una cuota de broma sexual, especialidades reiteradas de los hermanos Wayans. En el papel al menos la idea tiene su gracia (salvo que uno sea de pequeña estatura), pero con los Wayans nunca se sabe. A título de inventario corresponde señalar que el film ocupa el puesto número 25 del Top 1000 Worst del IMDB.