El guardaespaldas y la pequeña secuestrada

Denzel Washington protagoniza el drama policial Hombre en llamas, film de acción y suspenso que también se estrena hoy. Una oleada de secuestros aterroriza México, y los ricos padres (Marc Anthony, Radha Mitchell) de una niña de nueve años (Dakota Fanning) temen por la suerte de su hija. Para protegerla contratan al ex-agente de la CIA John Creasy (Washington). Preguntona e irritante, la niña empieza siendo una real molestia para el protagonista, pero de a poco irá vulnerando el impenetrable exterior del personaje. Hacia la mitad del film hay una significativa vuelta de tuerca, y a continuación algunos estallidos de violencia.

El asunto proviene de la novela Man on Fire, primera de las cuatro que el escritor A. J. Quinnell (de hecho un seudónimo) ha dedicado al personaje de Creasy. En 1980 el libro fue comprado por el productor Arnon Milchan, de Regency Enterprises, y se lo propuso al director Tony Scott, que en ese momento estaba dirigiendo El ansia. Por una razón u otra, Scott no pudo hacerse cargo del proyecto, pero el director asegura ahora que "siempre estuvo con él".

Más recientemente, el productor Lucas Foster unió fuerzas con Regency para desarrollar otra adaptación de Man on Fire, y para ello enroló al guionista Brian Helgeland (Los Angeles al desnudo, Río Místico), también director (Revancha, Corazón de caballero). El primer tratamiento del libro por parte de Helgeland, al igual que la propia novela, transcurría en Italia, pero el productor Foster y el director Scott (quien tiene una predilección por el cine de acción: Top Gun, Días de trueno, Marea roja, Escape salvaje, Enemigo público) razonaron que el lugar y sus mafiosos estaban muy trillados, y que los secuestros prácticamente han desaparecido allí tras la imposición de leyes más rigurosas.